@admin y @javierreloj
En la primera parte de esta serie sobre la historia de la relojería rusa, abarcamos desde la última época zarista hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Las fábricas habían vuelto a sus lugares de origen y empezarán a producir relojes sin la necesidad de centrarse en el anterior esfuerzo bélico.
Cronología De Los Relojes Rusos Para Principiantes: Etapa 2 1945-1960.
Consolidación Y Despegue De La Industria Relojera Soviética.
El 9 de mayo de 1945 es llamado por los soviéticos el Día de la Victoria (“победа” en cirílico, o pobeda). Cada año es celebrado con una gran fiesta nacional.
En abril de ese año, Stalin firma la resolución 8151 del Comité Estatal de Defensa. Esta resolución encomienda al Comisariado Popular de Defensa, del que dependían las fábricas de relojes, a aumentar la producción y la calidad de los mismos. También especifica las características que debe tener el reloj, características que los ingenieros de la NII Chasprom (NII 5) ya habían redactado, trabajando bajo la base del diseño del calibre LIP R26. La marca del reloj debía llamarse “Pobeda”, en honor a la victoria sobre los alemanes.
Así, en 1945, el instituto NII Chasprom materializa el calibre K26 o 2602, según la nomenclatura soviética. Este nuevo calibre reúne unas características que enumeraremos a continuación:
1. Se toma como base el calibre LIP R26.
2. Se modifican piezas del calibre para poder optimizar el arranque de su producción en serie, que tímidamente ya había empezado en la 3GCHZ (Penza), donde se fabricaban los relojes ZIF que más tarde de llamaron Zvezda (estrella).
3. El calibre tiene algunas piezas compatibles con los calibres de los Zvezda. Con eso optimizan los recursos, su producción y reparación.
4. Sencillez de montaje, minimizando el uso de herramientas para su reparación. Esto tiene una fácil explicación, pensad que la URSS era un país inmenso y había que dar servicio de reparación en todas sus regiones. En aquella época, no tenían los mismos medios un relojero afincado en una capital, que uno en un lugar remoto de Siberia.
El Desarrollo Del Pobeda.
La fabricación del Pobeda empieza en la 3GChZ (Penza). En 1945, ya se habían fabricado unas pocas unidades, pero al estar en periodo de guerra este hecho fue un poco testimonial. A continuación, podemos ver al que supuestamente fue el primer reloj Pobeda, desarrollado según directrices de la resolución 8151. También se le conoce como “Red 12” por su número 12 en rojo.
También el 1946, se crea la Glavchasprom, agencia gubernamental que dependía del Ministerio de Maquinaria General, Construcción e Instrumentación. Esta agencia gestionaba todas las fábricas de relojes del territorio soviético. ¿Por qué era necesaria una agencia así? Si pensamos con nuestra mentalidad actual vemos a una fábrica como una unidad que produce un determinado producto y que intenta venderlo en el mercado, luchando contra su competencia realizando patentes, secretos industriales y buscando ante todo sacar beneficios. Este planteamiento no existía en la URSS al ser todo del estado. Se consideraba a toda la industria relojera como una unidad, por lo que todas las fábricas colaboraban entre ellas, compartían sus patentes, fabricaban piezas que luego mandaban a otra que no tenía la capacidad de producirlas, se ensamblaban relojes con piezas manufacturadas en otras instalaciones, etc.
Glavchasprom fue la encargada de organizar todo esto y decidir que se hacía en cada fábrica para un mayor aprovechamiento comunitario de toda la industria. Aun así, esto no quiere decir que las fábricas no investigaran por su cuenta y tuviesen cierta “independencia” para mejorar el calibre, piezas o introducir avances que más tarde compartirían, pero que servía para aumentar su prestigio y así convertirse en una fábricas innovadoras a ojos del estado.
Llegados a este punto, en 1947 empieza la producción en masa del “Pobeda”. La distribución de la producción se resume así:
1. 1945–1948: Fábrica de Relojes de Penza.
2. 1946–1956: Primera Fábrica Estatal de Relojes (renombrada como Primera Fábrica de Relojes de Moscú en1947).
3. 1949–1958: Fábrica de relojes de Petrodvorets.
4. 1949–1960: Fábrica de Relojes de Chistopol.
5. 1953–1964: Segunda Fábrica de Relojes (renombrada como Segunda Fábrica de Relojes de Moscú en 1958).
6. 1950–2004: Fábrica de Relojes de Maslennikov (ZIM).
Producción En Masa.
La Primera Fábrica Estatal de Relojes es sometida a una gran remodelación para adaptar su sistema productivo al nuevo calibre. Tal es el cambio realizado en la fábrica que se renombra como: Primera Fábrica de relojes de Moscú (1MЧЗ им Кирова). Allí se empezará a producir Pobedas Red-12 y pronto, ya en la década de los 50, se crearán modelos con una estética diferente a la original. Asimismo, se gestará la modificación del calibre K-26 (2608) para que la segundera fuese central. Esta modificación, que respondía básicamente a una cuestión estética, dará lugar a nuevas marcas como Moskva y Shturmanskie, como veremos más adelante.
En la 2GCHZ, no se empezarán a ensamblar Pobedas con piezas de producción propia hasta 1951. Sin embargo, los relojes construidos en esta fábrica pasan por ser de los más bonitos que jamás se realizaron. El proceso completo de automatización de su producción no se logró hasta 1956.
Pero en la 2 Fábrica de Relojes de Moscú, no sólo se construyeron Pobedas, sino que se desarrolló el calibre “ЧК-6” para equipar a un nuevo reloj de bolsillo: el Salut (Салют). Este nuevo reloj, que se basaba en el calibre Cortebert 620, era más moderno y fiable que el ya obsoleto Type 1 y se convertiría en su sustituto natural. A mitad de 1947, también se empezó a fabricar el conocido Molnija (Молния) que equipaba el mismo calibre. Pronto, toda la producción del “ЧК-6” se trasladó a la nueva Fábrica de Relojes de Chelyabinsk, que se había nutrido de trabajadores y de maquinaria de la ya consolidada fábrica de Zlatoust.
Otra factoría que es designada a la producción del Pobeda es la Primera Fábrica Estatal de Joyas de Precisión (ТТК-1), renombrada como Fábrica de Petrodvorets (Петродворец). El ejemplo de esta factoría es particularmente especial, ya que sus instalaciones fueron totalmente destruidas durante la Segunda Guerra Mundial y su puesta en funcionamiento representa a la perfección el programa soviético de reconstrucción y reordenamiento industrial, llevado a cabo al finalizar la guerra.
Este es el germen de los Pobeda TTK-1. Los movimientos así marcados están fabricados en Petrodvorets y montados a mano mientras que los que llevan el sello Пчз son obra de las líneas de ensamblaje modernas, ideadas a imagen de las que existían en la 1GChZ.
Para terminar este periplo, no podríamos dejar de citar a la factoría que durante más tiempo tuvo en producción al Pobeda: la Fábrica de Relojes de Maslennikov (ZIM). El Pobeda se fabricó aquí por primera vez en 1950 a partir de la maquinaria y los planos llegados de Penza tras la reestructuración de esta fábrica iniciada en 1949 para dedicarse únicamente a la producción de relojes de mujer. Aquí en Samara, se conservó el modelo genuino de calibre K26 durante mucho tiempo después de que las demás fábricas abandonaran su fabricación.
En el siguiente carrusel podemos apreciar un Pobeda de fabricación temprana, conocido como “Chapaev”, que llevaba habitualmente Yuri Gagarin.
La factoría ZIM también producirá relojes de bolsillo, basados en el calibre Lip 43.2, aunque su producción no fue tan elevada como la de los relojes de bolsillo equipados con el calibre “ЧК-6” como vimos anteriormente.
Para finalizar este apartado sobre el Pobeda, me gustaría remarcar que su producción permitió abastecer con los años a la población rusa, de un reloj duro, fiable y fácil de reparar llegado el caso. Su aparición en escena constituyó “la piedra angular” de la modernización y despegue de la industria relojera del país. Las modificaciones recibidas en los calibres originales dieron lugar a la creación de nuevas marcas y a verdaderos mitos de la relojería soviética, como veremos más adelante.
Otros Relojes.
Si bien todo el esfuerzo de la industria se focaliza en la producción del Pobeda, sería injusto no citar a un buen número de fábricas que realizan relojes de pared o despertadores y que algunas de ellas ya funcionaban desde antes de la guerra. Este segmento es el gran olvidado por los aficionados, aunque no por ello deja de tener su importancia histórica.
El impulso de la revolución industrial, con su nuevo sistema de producción en serie, hizo realmente imprescindible el uso de un control horario lo más exacto posible. Si bien este control se llevaba a cabo por relojes mecánicos, la incomodidad de darles cuerda, o de sincronizarlos a diario, hizo que se empezasen a instalar los primeros relojes eléctricos. Estos relojes eléctricos eran del tipo conocido como “Master Electric Clock” o “primarios”, que a su vez repartían la señal horaria a través de pulsos electromagnéticos a relojes secundarios o “esclavos”. Una de las primeras referencias gráficas conocidas de este tipo de relojes pertenece a la Primera Fábrica Estatal de Relojes ya en 1934.
Aunque después de la guerra, básicamente la producción de este tipo de relojes se transfirió a la “ЭЧЛ” o “Factoría del Reloj Eléctrico de Leningrado” (Электрические часы Ленинграда). La andadura de la “ЭЧЛ” como factoría de relojes empieza en 1946 tras la “importación” como “reparación de guerra” de relojes mecánicos de péndulo de precisión de la compañía alemana Strasser & Rohde. Sin embargo, un año después ya empezaron a fabricar los relojes primarios y secundarios electromecánicos, así como relojes de estación, de edificios, etc.
Además, esta factoría también se unió al esfuerzo de la producción en masa de los Pobeda y marcas derivadas como Svet, e incluso Zvezda, fabricando las esferas y ensamblando estos relojes en sus instalaciones.
De entre las fábricas de relojes de sobremesa y despertadores, me gustaría citar a la Fábrica de Relojes Ereván (ЕЧЗ), que a principios de la década de los 50 se convirtió en una de las más importantes de su segmento.
En la ciudad de Oryol se encontraba otra conocida marca dedicada a la producción de despertadores. Se trata de la fábrica “Yantar” (ОЧЗ). A principio de los años 50, montaban despertadores con piezas suministradas desde la Segunda Fábrica de Relojes de Moscú (2MCHZ). Poco después ya producen ellos mismo las piezas y son autosuficientes en toda la producción. También son muy utilizados sus relojes para el juego del ajedrez.
Y no podríamos terminar este apartado sin citar a la Fábrica de Relojes Serdobsk “Mayak” (CЧЗ). Situada en la ciudad de Serdobsk, se inicia en la fabricación de relojes de mesa y despertadores. Esta fábrica tomo como modelo las instalaciones de Chistopol, llegando a producir sus primeros productos en 1944. En los años 50 también producirá relojes de cuco.
El Despegue Definitivo De La industria Relojera Soviética.
Entre la década de los 50 y principios de los 60 se produce una verdadera “era dorada” de la relojería soviética. La mayoría de las factorías ya se encuentran bien asentadas en este nuevo modelo de producción. Si bien la Glavchasprom sigue controlando los procesos de producción, las propias fábricas empiezan a innovar en base a los calibres de los Pobeda, para añadirles mejores técnicas que se traducirán en nuevos relojes y por ende en nuevas marcas. No existe una competencia comercial entre ellas (aparentemente), pero sí que se esfuerzan en buscar un constante prestigio ante los ojos del estado. Glavchasprom apremia a las factorías a desarrollar y compartir calibres de manera conjunta. Esto responde a la necesidad de dotar a la industria soviética de un plan de eficiencia productiva, que permita, llegado el caso, que cualquier reloj realizado en su seno pueda ser distribuido y reparado en la totalidad del territorio soviético. La producción de relojes empieza a alcanzar cotas muy elevadas (en unidades realizadas) ya sean para la población civil o encargos para los militares. La lista de productores, modelos y marcas que vamos a ver a continuación es totalmente arbitraria, pero representa un buen ejemplo del definitivo despegue de la industria relojera soviética.
1ª Fábrica De Relojes De Moscú
Durante 1949, se lanza la primera versión del Shturmanskie (navegador), que se fabricó en limitadas unidades para las fuerzas aéreas soviéticas hasta 1954. Al ser un reloj de dotación militar, nunca llegó a comercializarse para el público en general y solo los oficiales que lograban licenciarse como pilotos de combate recibían, en título de propiedad, una unidad del mismo. Esta primera versión equipaba una variación del calibre 2608 que contaba con parada de segundero.
En 1954, cesa la producción del Shturmanskie 15J y aparece la versión 17J. Esta última, tal como indica su nombre, incorporaba un calibre mejorado del 2608 (el 2634) con 2 rubíes más, antichoque en el volante y ciertas diferencias estéticas. Este reloj ha pasado a la historia, ya que el 12 de abril de 1961, el teniente primero Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio a bordo del Vostok-1. Como equipo de dotación llevaba consigo un Shturmanskie 17j.
Un buen ejemplo de la eficiencia de la industria relojera soviética de la época lo encontramos perfectamente plasmado en la figura de la marca Sportivnie. Del Sportivnie se podría afirmar que es la “versión civil” del Shturmanskie ya que incorpora el mismo mecanismo, aunque sus diferencias estéticas son notables con el primero. Esta marca se comercializó con multitud de modelos que hacían alusión en el dial a su nombre.
Siguiendo esta misma línea de aperturismo hacia la sociedad civil, la marca Kirovskie supo hacer un guiño a los jóvenes “outsiders” soviéticos llamados “Stilyagi”, creando modelos con llamativos colores en la esfera que emulaban la vistosidad de sus atuendos.
En las antípodas de los dos últimos ejemplos, la 1ª Fábrica de Relojes de Moscú desarrolló un reloj con complicación de 24h llamado Antarktida (Антарктида). En 1955, los soviéticos hacen su primera expedición antártica y en 1956 establecen una base permanente allí, que bautizan con el nombre de Mirny, en honor a la fragata imperial que acompañó a la Bostok, en la primera expedición que logró cartografiar el continente en 1820. No podemos determinar si realmente se trataron de relojes de dotación para el equipo de la base, o fueron fabricados para conmemorar tal evento. Lo que sí es cierto es que por su rareza y escasez se debieron fabricar muy pocas unidades. En la siguiente imagen, podemos apreciar unos magníficos ejemplares.
Si de exploraciones se trata, no podemos olvidarnos del Poljus (Полюс), un reloj fabricado especialmente para los exploradores polares o científicos de las bases polares soviéticas, con una doble protección antimagnética, situada en la parte posterior de la tapa trasera y del dial.
En 1956, aparece la marca Rodina (Родина), que tiene el privilegio de ser el primer reloj equipado con un calibre automático manufacturado en la Unión Soviética. Su “tosco” calibre, el 2415 A, corresponde a la versión automatizada del 2408 que equipaba el Kirovskie, como vimos anteriormente.
O el reloj alarma de la marca Signal (Сигнал), equipado con el calibre 2612 basado a su vez en el famoso movimiento Adolph Schild 1475, que se utilizó en marcas como Harwood, Fortis, Enicar o Jaeguer-LeCoultre.
Si bien la 1ª Fábrica de Relojes de Moscú constituyó la “punta de lanza” de este prospero periodo, no podemos dejar de citar algunas de las creaciones que salieron de otras factorías y que ya forman parte de la historia horológica soviética.
2ª Fábrica de Relojes de Moscú
El ChK-28 es un cronógrafo de bolsillo, a su vez basado en relojes de bolsillo de Molnija o Salut para uso de la Armada Soviética. Según las cronologías disponibles, el Chk-28 se fabricó entre 1952 y 1959, con aproximadamente 60.000 unidades fabricadas en total. Su importancia radica en que fue técnicamente el primer cronógrafo manufacturado en su totalidad por la industria soviética.
Otro cronógrafo de bolsillo (stopwatch) que destacaría por la posterior relevancia que tuvo en la carrera espacial, es el Slava Rattrapante 5498. Como su nombre indica, el 5498 equipaba un calibre con función Rattrapante, que le permitía medir diferentes eventos de manera simultánea. En la siguiente imagen podemos apreciar un precioso ejemplar de primera generación de la colección particular de Luis Oliveira Lopes.
Zlatoust
De la fábrica de Zlatoust (ЗЧЗ) salió el impresionante diver ChS 191. Equipado con el calibre K-43 (Type 1), su caja monobloque le permitía aguantar presiones de hasta 30 bares. Evidentemente su uso estuvo dirigido para los buzos de la armada o profesionales y no sería hasta casi dos décadas después que se desarrollaría un diver de uso recreativo, como veremos en la siguiente entrada.
Penza
En el ámbito de los relojes para mujer o niños, los progresos también fueron notables y si bien Zvezda ya cubría este segmento, aparecieron marcas como Avrora (Аврора) o Junost (Юность) que equiparán calibres más modernos como el 2008/9.
El Advenimiento De La Era Espacial.
Podría citar más marcas como Ural (que ya vimos en esta entrada), Druzhba o los relojes para invidentes que se desarrollaron en este periodo, pero me gustaría terminar este interesante capítulo citando al que quizás sea uno de los relojes más icónicos de aquel periodo: el Strela (Стрела).
Realmente podemos considerar el Strela como el primer cronógrafo de pulsera “moderno” realizado en la URSS, que vino a sustituir al Type-59 proveniente del equipamiento de las fábricas alemanas, requisado como “reparación de guerra”. Equipado con el calibre 3017 (heredero directo del suizo Venus 150), el Strela se produjo a priori para los oficiales de la fuerza aérea soviética, pero sin embargo y simultáneamente también se vendió en el mercado civil, como podemos apreciar en este catálogo.
El Strela nos introduce directamente a lo que a mi parecer representa la etapa más importante de la historia de la relojería rusa, aquella que va indudablemente ligada a la impresionante “carrera espacial”, acaecida en la Unión Soviética durante los primeros años de la década de los 60. Pero, esta etapa la trataremos en el siguiente capítulo de este fascinante viaje.
He vuelto a disfrutar leyendo otro de tus artículos. Siempre descubro nuevos relojes y la historia que hay detrás de cada uno de ellos. Muchas gracias por tu labor divulgativa. Sin duda
eres el culpable de migran aprecio por la relojería rusa.
Si te ha producido CRI ya estaré contento. A raíz de este artículo ya me viene en camino dos piezas de esta época. Jajajaja
Fantástica segunda parte Javier! ahora a por la tercera.
Me ha gustado mucho el énfasis al tema de los Pobeda, que tan bien trabajaron nuestros amigos Jordi y Sebastián.
Gracias Miquel por escribir conjuntamente conmigo estos artículos. Aunque yo sea el firmante esta serie de artículos es un trabajo en equipo de los dos, no de uno solo.
Ahora a por los siguientes que nos queda mucho trabajo por delante.
¡A por la tercera! ?
¿Conseguiremos que te compres un ruso cuando terminemos esta serie? jajajajaja
Gran trabajo , gracias , a espera de tercera parte
Intentaremos no defraudarte 🙂