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El Omega Speedmaster 125

@calibre321

En 1973, Omega celebraba su 125º aniversario. La marca decidió conmemorar la ocasión lanzando un modelo muy especial de su icónico cronógrafo. El Speedmaster 125 (ref. ST 378.0801), de hecho, fue el primer cronógrafo automático con certificación cronómetro en llegar al mercado.

Nota del editor: 
Este artículo está escrito por @calibre321 (Robi). Apareció por primera vez en su blog calibre321.com el 27/12/2022. Reproducimos, con permiso, una versión traducida, editada y ampliada para poder llegar al público de lengua española.

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Fuente:
https://calibre321.com/2022/12/27/other-watchy-bits-the-omega-speedmaster-125/

Introducción

Aunque Omega lleva fabricando relojes en su comptoir d’établissage de La Chaux-de-Fonds desde 1848, la línea de cronógrafos Speedmaster son un producto del s. XX. Nacido en los circuitos, en medio de un aire cargado de adrenalina y el olor aceitoso del combustible de los motores, el Speedmaster fue diseñado originalmente como un reloj de carreras. Su exclusivo taquímetro estaba pensado para calcular la velocidad de los automóviles a lo largo de la distancia. Pero el reloj tenía objetivos más ambiciosos. Willy Schirra fue el primer astronauta que llevó un Speedmaster al espacio a bordo del Sigma 7, que orbitó la Tierra seis veces en 1962. Sin embargo, no fue hasta 1965, tras una serie de rigurosas pruebas, cuando el Speedmaster fue adoptado por la NASA (por encima de Breitling, Rolex y Longines-Wittnauer) como reloj oficial del programa espacial.

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El Omega Speedmaster edición 125º aniversario.
Fuente:
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Desde entonces, el Speedmaster ha acompañado a Ed White en el primer paseo espacial y a Buzz Aldrin cuando salió del Apolo 11 a la superficie de la Luna. Como prueba de su valía, el Speedmaster también fue utilizado por Jack Swiggert a bordo del Apolo 13 para cronometrar el importantísimo encendido de 14 segundos que permitió a la nave averiada regresar sana y salva a la Tierra.

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El primer cronógrafo automático con certificación COSC.
Fuente:
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A lo largo de los años, el reloj se ha modificado de muchas maneras. Incluso se ha “reducido”. Es imposible exagerar la importancia de la Colección Speedmaster para Omega. De hecho, en 1973, cuando la marca celebraba su 125º aniversario, Omega decidió conmemorar la ocasión con una edición especial del reloj: el Speedmaster 125 (ref. ST 378.0801).

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Diseño controvertido.
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Podría decirse que, más que ninguna otra referencia, la historia del Speedmaster 125 está plagada de controversias. Ha sido alabado por su ingenio y denunciado como un fracaso de diseño. Por un lado, es el primer cronógrafo automático del mundo con certificado de cronómetro. Por otro, es uno de los modelos Speedmaster más grandes y pesados. Se le ha calificado de “voluminoso”, “difícil de manejar” y “difícil de llevar”. Según Omega, sólo se fabricaron 2.000 ejemplares; sin embargo, los informes anecdóticos hablan de una cifra diez veces superior a la anunciada originalmente.

Entonces, ¿qué pienso? Bueno, creo que este reloj es la bomba. Y acabo de comprar uno.

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Logotipo aplicado de acero inoxidable y registro único con segundos permanentes e indicador de 24 horas.
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Para ser justos, llevo más de un año buscando un Speedmaster. Por supuesto, el Professional encabezaba mi lista. Pero también me gusta el Broad Arrow. Hace poco, apareció un Day Date inmaculado en mi feed de Chrono24 y ¡en suelo canadiense! También me fijé mucho en la serie Mark, especialmente en el Mark II. Pero algo intangible influyó en mi decisión final. En marzo, cumpliré medio siglo. Los Cinco Grandes.

Así que, cuando apareció en mi camino un precioso ejemplar del Speedmaster 125, pensé, ¿qué mejor manera de celebrar los 50 que con la compra de un reloj del año de mi nacimiento?

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El Omega Speedmaster 125 se produjo entre 1973 y 1978.
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Ahora bien, el Speedmaster 125 se fabricó en realidad desde 1973 (como yo) hasta 1978. Y, a decir verdad, mi reloj salió del aparcamiento en mayo de 1974, según su número de serie. Pero no nos andemos con rodeos. El año que viene, cuando Omega cumpla 175 años, brindaré por ellos con mi Speedmaster 125.

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Caja cepillada con chaflanes y bisel pulidos.
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El Speedmaster 125

Al igual que las series Mark del Speedmaster, el 125 es una iteración brutal. Mide 42 mm de diámetro (45 mm incluyendo la corona) y 51 mm de largo (“lug-to-lug”). También mide 16 mm de grosor. Al mirarlo, podría pensarse que alguien lo ha cortado de un bloque macizo de acero inoxidable 316L. Con forma de tonel y predominantemente cepillado, el reloj luce un bisel finamente pulido a lo largo de los bordes superior e inferior de la parte central de la caja. El bisel fijo también está pulido como un espejo.

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El 125 en mi muñeca de poco más de 17 cm.
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Diseñada por EPSA (como las famosas cajas “compressor”), la caja es modular y como tal puede desmontarse retirando el fondo roscado. En el interior, una caja secundaria contiene el movimiento, la esfera y el cristal como una sola pieza.

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Caja modular de EPSA con brazalete integrado.
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El fondo está grabado con el omnipresente Hipocampo de Omega y en su interior se ha grabado, entre otra información “Brevet 508925”, su número de patente suiza. Los pulsadores circulares y la corona acanalada y firmada están parcialmente protegidos por la losa de la caja exterior.

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Las traseras originales llevan el Hipocampo grabado dentro de un anillo sobre un fondo sutilmente texturizado.
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A diferencia de otros Speedmaster, el 125 también tiene un brazalete integrado. Está totalmente cepillado y parece una prolongación de la caja. Se estrecha de forma significativa y serpenteante, desde los 26 mm de la caja hasta unos esbeltos 15 mm del cierre. En el extremo superior, tiene 6 mm de grosor y el conjunto se mantiene unido mediante una serie de pasadores. A pesar de su tamaño y peso, el brazalete es sorprendentemente cómodo. El cierre firmado tiene ocho incrementos de micro ajuste que ayudan a conseguir el tamaño perfecto.

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El brazalete es marcadamente ahusado, reduciéndose su ancho de 26 mm hasta sólo 15 mm en el cierre.
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Aparte de la caja tan especial y única, para mí la esfera es lo más destacado del Speedmaster 125. Su taquímetro está laminado en la parte posterior del cristal mineral, de modo que parece flotar por encima del reloj. Alrededor del anillo exterior de retención, hay un carril impreso de segundos y minutos con marcadores tipo bastón en los cincos. Estos marcadores, junto con las manecillas de estilo lápiz y jeringa, están tratados con pintura de tritio, como atestigua la “T” indicada en el texto de la parte inferior. Desgraciadamente, aunque conservan algunos indicios de la coloración original, el lumen se ha vuelto inerte.

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El tritio original ya es inerte.
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Destacan el logotipo de Omega, el nombre de la marca y el número 125, realizados en acero pulido y aplicados bajo la posición de las 12 h, rodeando el texto “Speedmaster”. Estas piezas están aplicadas individualmente (en lugar de como un único aplique) y en determinados ángulos captan la luz y destacan. A diferencia de las subesferas del Speedmaster Professional (que aparecen a las 3, 6 y 9 h), el Speedmaster 125 utiliza una disposición asimétrica de dos registros, ubicados a las 6 y a las 9 h. El índice inferior totaliza hasta 12 horas, mientras que el registro de la izquierda actúa como segundero y como indicador de 24 horas, este último detalle siendo un aspecto único del reloj. Utiliza una trotadora central, como muchos otros cronógrafos, pero añade una cuarta aguja en la esfera que contabiliza los minutos de cronógrafo. Este modelo en particular se ha tropicalizado ligeramente, pasando del negro a un marrón grisáceo intenso. También hay una rueda de fecha a las 3 h.

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Cierre de acero inoxidable firmado.
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Sin embargo, el mayor logro del Speedmaster 125 no tiene nada que ver con su estética. Es el primer cronógrafo automático del mundo con certificado de cronómetro. El movimiento 1041 desarrollado para ello se basaba en el Lemania 1340, que se producía en exclusiva para Omega y se comercializaba como calibre 1040. El 1040 apareció en varios Seamasters y Speedmasters; sin embargo, el 1041 se utilizaría exclusivamente en el Speedmaster 125. El calibre 1041 sólo difiere del 1040 en tres aspectos visibles, todos ellos relacionados con el texto estampado en el rotor y los puentes. Se trata de un movimiento de 22 rubíes que oscila a 4 Hz con un sistema de protección contra golpes Incabloc y una reserva de marcha de 44 horas.

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El Omega Speedmaster 125 es el único reloj que ha utilizado el calibre 1041 con certificación COSC.
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Acogida

A pesar de un precio de venta al público mucho más elevado que el del Speedmaster Professional, el Speedmaster 125 consiguió, en un principio, contrarrestar la tendencia a la baja de las ventas. De hecho, su éxito podría haber sido premonitorio como guía para la industria suiza, que iba a reposicionarse como proveedora de artículos de lujo y no simplemente de relojes de uso diario.

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Omega afirma que sólo produjo 2.000 unidades, pero la cifra verdadera puede ascender a 20.000.
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Exploración Espacial

Los Speedmaster y el espacio tienen una profunda conexión. El Speedmaster 125 no es una excepción. A pesar de no haber sido nunca autorizado oficialmente por la NASA, el 125 se aventuró al cosmos en dos ocasiones. Ambas veces lo llevó el cosmonauta soviético Vladimir Dzhanibekov. El Speedmaster 125 lució en su muñeca en 1978, durante su entrenamiento para la misión Soyuz 27. Volvió a llevarlo en 1982 durante su vuelo en la nave Soyuz T-6 y su estancia en la estación espacial Salyut 7. En total, Dzhanibekov pasó 145 días en el espacio y registró más de 8 horas de actividad extravehicular.

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El cosmonauta soviético Vladimir Dzhanibekov con su Speedmaster 125.
Fuente:
https://omegaforums.net/attachments/125-jpg.645554/

Impresiones

No voy a mentir y decir que no me preocupé por mi decisión de adquirir el Speedmaster 125. Incluso después de pulsar “comprar”, pasé mucho tiempo preguntándome si había cometido un error. Lo mejor después de poseer un reloj nuevo es su búsqueda. Una vez terminada la misma, me sentí momentáneamente desanimado. Pero en cuanto abrí la caja, sentí una conexión inmediata con el Speedmaster 125. Mis temores sobre su tamaño (tengo una muñeca de 6 ¾”, o algo más de 17 cm) eran exagerados. Es un reloj con carácter. Es robusto y refinado al mismo tiempo. También es un pedacito de historia relojera en mi muñeca.

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Omega Speedmaster 125: grande, atrevido y hermoso.
Fuente:
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Al final, miro el Speedmaster 125 como miro el Ploprof o el Flightmaster. Sí, es grande. Pero mola. Es más pequeño que muchos relojes actuales. Basta con mirar el Rolex Deepsea o (Dios no lo quiera, el Deepsea Challenge). O cualquier Breitling… La historia no recordará los relojes mencionados como fracasos de diseño. Todo lo contrario. Entiendo el atractivo del Speedmaster Professional, también conocido como el Moonwatch. No lo he descartado para mí, ni mucho menos. Pero la historia de los Speedmaster es un tesoro de “inadaptados” que ofrecen un valor increíble a quienes se atreven a aventurarse algo más allá de lo habitual. Puede que éste sea mi primer Speedmaster. Pero no será el último.

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Fuente:
https://calibre321.com/2022/12/27/other-watchy-bits-the-omega-speedmaster-125/

Para obtener más información sobre la historia y los logros técnicos del Speedmaster 125, no dejéis de consultar los trabajos de Grégoire Rossier y Anthony Marquié o de Andy Kulas.

4 comentarios en «El Omega Speedmaster 125»

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