@invitado
Nota del editor:
Desde nuestro rincón The Russian Watch Corner tenemos el placer de editar y publicar este magnífico trabajo realizado por nuestro amigo Jordi Rio Doval.
Este artículo es continuación de Anatomía de los Pobeda Parte I: El Linaje Francés.
En esta segunda parte veremos el nacimiento del Pobeda como reloj creado para los ciudadanos de la Unión Soviética y como activo de la propaganda del Estado.
Pero sobre todo veremos como, por su diseño, el K26 se prestó a ser el vehículo idóneo para la modernización de la industria relojera de la URSS y su producción se llevó a cabo en las principales factorías, que luego fabricarían relojes de reconocido prestigio de marcas como Poljot, Vostok, Raketa y Slava.
Año 1945
La Gran Guerra Patriótica ha terminado. La cifra total de muertos en el bando ruso nunca podrá ser contabilizada con certeza, pero ninguna otra nación ha aportado tantas vidas a la contienda. La URSS ha vencido, los eslavos se han impuesto a los germanos y el sueño de la Revolución de Octubre ha superado la prueba más cruel y letal. Stalingrado será para siempre un símbolo universal de la matanza del hombre por el hombre.
Cuenta la leyenda que el propio Primer Secretario Josef Stalin definió las características del futuro Pobeda, pero, aunque parece que Stalin tenía cierta afición a los relojes, lo que hizo, como máximo responsable, fue firmar la Resolución 8151 del Comité Estatal de Defensa (Государственный комитет обороны, ГКО) “Sobre el aumento de la producción y la mejora en la calidad de los relojes de bolsillo y de pulsera de las fábricas del Comisariado Popular de Defensa“. En este documento, con fecha 19 de abril de 1945 se incluían las siguientes especificaciones:
“Reloj de pulsera para hombre, redondo, calibre 26 mm (K-26) con escape de áncora, con 15 piedras de rubí, con volante monometálico y espiral (tipo Breguet) elinvar. La precisión debe ser de 1 minuto/día. La reserva de carga no será inferior a 30 horas. La caja será redonda, ejes y pletina niquelados, ruedas doradas. Grosor del reloj hasta 9,5 mm. Materiales de la caja: latón, alpaca o acero inoxidable. Esfera blanca, impresa con digitalización completa. Manecillas tipo catedral.
Marca del reloj: “Victoria”.
Precio al por menor – 475 rublos, precio de venta – 451 rublos “
Está claro que los responsables políticos, al escribir esta resolución, habían recibido las características técnicas de parte de los ingenieros del NiiChasprom (entonces aún llamado Nii-5) que ofrecieron el movimiento que habían estado diseñando en Penza a partir del Lip R26.
El Pobeda había nacido. Vamos a ver que factorías lo realizaron.
Fábrica De Relojes De Penza (Пензенцкий Часовой Завод – ПЧЗ)
En primera instancia, sólo unas pocas unidades del Pobeda (se dice que 700 en 1945 y unas 10.000 en 1946), se empiezan a producir en Penza pues, como es lógico, la industria soviética había estado completamente inmersa en el esfuerzo bélico y aún se necesitará un tiempo para que las fábricas de relojes recuperen su rol habitual.
En Penza, durante 1947, los soviéticos lograrán implantar el sistema de fabricación masiva que habían estado proyectando junto a los técnicos de Lip desde antes de la guerra para los Zvezda con el calibre 1802 (Lip T-18). Este hecho influirá decisivamente en el destino del Pobeda, que se fabricará en Penza entre 1945 y 1948 y que vivirá en primera persona la implantación de la fabricación en serie. Ahora bien, ¿Qué significa “producción masiva” desde un punto de vista cuantitativo? La resolución 8151 del GKO habla de “aumento de la producción y mejora de la calidad”. Ambos objetivos son prioritarios. La caída en el número de relojes fabricados en la URSS durante el periodo de guerra es alarmante y en la nueva Unión Soviética de la postguerra los relojes son necesarios para todo: ferrocarriles, fábricas, aviación, marina, el ejército y, por supuesto, sus ciudadanos.
El trabajo realizado en Penza es clave y responde a las exigencias de una resolución que hay que cumplir, pero también de una realidad a la que hacer frente. Personalmente soy prudente respecto a los números que se citan en esa época y creo que en Penza en 1948 entre Zvezda y Pobeda quizá se fabricaron unos 300.000 relojes. Una parte de ellos se transfirieron para ser montados en otras fábricas (Chistopol). En 1949, la fábrica de Penza recibió la orden de reorganizar su producción y dedicarse a la fabricación de relojes de mujer. El Pobeda deja de fabricarse allí, pero las máquinas que lo fabrican serán trasladadas a otras fábricas para continuar la producción.
Junto al calibre hemos visto que también se acordó en la citada resolución un diseño específico para la esfera y las manecillas lo que dará lugar al clásico Pobeda de primera generación, el llamado “Red 12” con números arábigos en tinta negra y el 12 en tinta roja y agujas tipo “catedral”.
1ª Fábrica Estatal De Relojes (1ГЧЗ им Кирова)
Así pues, el primer esfuerzo de modernización se llevó a cabo en Moscú en las instalaciones de la 1GChZ desde principios de 1946 con la fabricación del Pobeda. En 1947, la fábrica cambia su nombre a 1ª Fábrica de Relojes de Moscú y la inscripción que podemos encontrar en las esferas de principios de los 50 es “1MЧЗ им Кирова”.
Los primeros Pobeda fabricados aquí fueron los Red 12 con caja de 29,5 mm y ya en la década de los 50 se lanzaron toda una gama de Pobedas siendo los de caja de 32 mm los más bellos. En esta fábrica se llevó a cabo la primera gran modificación del calibre K-26: se rediseñó para poder utilizarlo como mecanismo de relojes con segundero central. Con él se lanzaron al mercado preciosos Pobeda con segundos centrales muy en boga en los 50. Sobre esta interesante modificación técnica hablaremos en la que será la tercera y última parte de este trabajo.
El movimiento de segundero central y con un rubí añadido impulsó a los Moskva (Москва) y más importante aun, con otra modificación que permite la parada del segundero central al colocar la corona en la posición de ajustar la hora. Este se convertiría en el mecanismo del Sturmanskie, primero, desde 1949 en versión de 15 rubís y después en la más refinada versión de 17 rubís y antichoque que llevaría el insigne Yuri Gagarin en su primer vuelo espacial tripulado, convirtiendo a este “hijo” del Pobeda en el primer reloj espacial.
El Sturmanskie (que significa “de navegación”) fue un reloj de dotación para los alumnos de las escuelas de pilotos de la Fuerza Aérea soviética, uno más de la larga colaboración que mantuvo esta fábrica con el ejército soviético. Su calibre de 17 joyas fue el que impulsó también la versión civil de este reloj: el Sportivnie (Спортивные que significa “deportivo”). En la siguiente imagen vemos dos Pobeda de la 1GChZ, los modelos “Red12” de 4-49 y el “ЧH-103K” de 1-52. Aunque con cierta dificultad, puede observarse el clásico sello de la casa en un rombo
El Pobeda sería fabricado hasta 1956, año en que la 1MЧЗ fabricó 1,1 millones de relojes. En 1964, esta fábrica adoptaría el nombre por el que sería conocida mundialmente: Poljot (полет) que significa “vuelo”.
2ª Fábrica Estatal De Relojes (2-й Государственный часовой завод – 2 ГЧЗ)
Finalizada la 2ª Guerra Mundial, aún durante el año 1945, la 2GChZ inició la producción de relojes de bolsillo Salut con el movimiento ChK-6 de 36 mm. Este calibre, basado en el calibre de Cortébert, les resultó muy difícil de fabricar y los problemas se alargaron hasta 1949. En 1946, se inicia el desarrollo del reloj radiobaliza ZChP y en 1947 se inicia el procedimiento que también se seguirá en la fábrica de Petrodvorets en Leningrado: se compran mecanismos 1802 por piezas a la fábrica de Penza y se imprimen las esferas en la casa. Así se van formando equipos de relojeros que luego, cuando la propia fábrica sea capaz de fabricar los mecanismos serán capaces de ensamblar los relojes.
Esto es parte indispensable del proceso de modernización: ya no se necesitan los antiguos relojeros que montaban un mecanismo completo, sino montadores (casi siempre montadoras como se puede observar en las fotografías de la época) especializados en montar partes concretas del mecanismo y capaces de trabajar en equipo, manteniendo el ritmo necesario para conseguir una elevada capacidad de producción. La necesidad de este cambio ya se hizo patente en la década de 1930 y precisamente ese era uno de los objetivos del acuerdo con Lip. Recordaremos aquí que la URSS ya consiguió las herramientas y maquinaria para fabricar relojes con la compra de la Hampden en EE.UU.; lo que buscaban las autoridades soviéticas con Lip era los conocimientos y medios para fabricar relojes modernos con métodos modernos.
Pero no hay que olvidar que para la 2GChZ los relojes de pulsera son únicamente uno de los productos y en esos años todavía no es el producto principal. Cronómetros mono-aguja, despertadores, relojes industriales, radiobalizas, relojes de bolsillo… Cada uno de estos productos genera sus particulares dificultades y la fábrica tiene que ir enfrentándose a ellos uno a uno. A finales de 1951 se ensamblan los primeros Pobeda con piezas fabricadas en la propia factoría. En esas fechas se inauguró una línea de montaje con una cinta transportadora por vibración que permitió pasar de las 115 horas por turno de trabajo a las 200 horas, mejorando la productividad.
En los años siguientes, la 2GChZ fabricará algunos de los modelos de Pobeda más bellos, en una caja más grande de 33 mm y con agujas luminiscentes. La culminación del proceso de automatización en la producción del Pobeda tiene lugar en 1956, con la inauguración de la primera cadena de fabricación automatizada para el bisel de la caja del Pobeda que aglutina 10 operaciones en un solo procedimiento. La fábrica cambiará su nombre en 1958 a 2ª Fábrica de Relojes de Moscú (2MChZ – 2 МЧЗ). Ese año los movimientos del Pobeda fabricados allí pasarán a llevar el nuevo sello. El Pobeda se fabricará en la 2MChZ hasta 1964, año en que todos los relojes de pulsera de esta fábrica pasan a utilizar el nombre comercial Slava.
Hemos visto como a partir del calibre K26 en la Primera Fábrica de Moscú se desarrollaba el mecanismo de segundero central cuyas variantes impulsaron a los Moskva y Sturmanskie. En la 2ª Fábrica de Relojes de Moscú se desarrolló una variante con 17 rubís para equipar a los poco conocidos Start (Старт). Una evolución parecida del calibre también aparecerá en relojes de Petrodvorets y de Chistopol. Pero no necesariamente debemos asignarles un mismo código de movimiento porque en aquella época, estas codificaciones no se empleaban y además las variantes son diferentes como se puede apreciar en la siguiente fotografía:
Efectivamente, en la parte superior vemos un reloj Start de la 2 GChZ del año 1959 y su movimiento. Obsérvese que esta variante de 17 rubís añade un rubí a la rueda de centro y otro en la pletina de registro de la rueda de escape. En la parte inferior un Pobeda de Chistopol pendiente de restauración: aquí la variante de 17 rubís en lugar de añadir una piedra a la rueda de centro, se la añade al puente del volante para el sistema antichoque, similar al “incabloc”. Ambos movimientos son variantes del K26, sin otra denominación asociada. Contra el uso de nomenclaturas que no corresponden a la época me advirtió amablemente el compañero Bert “Hanoi” del foro www.montres-russes.org.
Las fábricas de relojes de la URSS dependían en esa época de una agencia gubernamental dependiente del Ministerio de Maquinaria General, Construcción e Instrumentación, creado en agosto de 1946. Esta agencia para la administración de la industria relojera, llamada Glavchasprom, gestionaba las fábricas de relojes, que eran todas ellas propiedad del Estado. La competencia, en el sentido capitalista clásico, no existía. Los avances en el diseño de un calibre no eran celosamente guardados y protegidos por patentes, salvo de países extranjeros, como demuestra este informe desclasificado de la CIA que parecía estar al tanto de sus actividades. En los primeros tiempos especialmente, estos conocimientos se compartían entre fábricas. Pero las fábricas gozaban de independencia para introducir sus propias mejoras y variantes.
En la última parte de este trabajo veremos un ejemplo práctico de esto y continuaremos con las factorías, de donde salieron millones de unidades de Pobedas para satisfacer la demanda de los ciudadanos soviéticos.
Muchas gracias Jordi, por esta segunda parte de este excelente y documentado trabajo. Es un verdadero placer trabajar contigo. Deseando ya que llegue la III parte.
El placer es mío, Miquel, por tener la oportunidad de trabajar contigo y compartir con todos los lectores lo aprendido en esta bonita investigación sobre el Pobeda.
Como siempre un placer poder leeros. Muchas gracias a ambos
Para un aficionado a la relojería sovietica como yo siempre es un placer leer artículos como este
Felicidades y espero que lleguen más pronto.
Como siempre un articulo que lo unico que hace es subir los estándares de la web. Una fantástica visión de cómo el know how del pobeda se iba diversificando por las diferentes factorías y como estas tenían libertad para introducir sus modificaciones. Cosa que por cierto yo no sabia, pensaba que todos los movimientos estaban estandarizados. Esto me lleva a preguntarme cómo aparece esto si asumimos la rigidez de la economía planificada y los motivos detrás de estas variantes. ¿Inicativa, escasez de alguna máquina herramienta, “porque podemos”?
En fin muy ilustrativo y esperando las siguientes partes