@munich_watch_lover
Tanto el Daytona como el Submariner de Rolex son relojes altamente reconocibles. Ambos han adornado muñecas de célebres personajes a lo largo de su historia y ocupan un lugar especial en el corazón de muchos entusiastas, ya sea por tenerlos o desearlos.
Nota del editor:
Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado el 04/07/2021 en Instagram.
Queremos agradecer a @thewatchstand el haber proporcionado muy amablemente el lujoso y hermoso exhibidor de cuero y mármol que podéis ver en algunas de las imágenes en esta entrada.
El título de la entrada os puede sonar a “ciberanzuelo”, lo reconozco… Dicho esto, tengo la suerte de poseer ambos relojes y lo que pretendo en este artículo es reflexionar sobre la historia y la utilidad de cada uno de ellos.
Como en otras ocasiones, encontraréis extensos contenidos en el archivo de este sitio web que se han centrado en la marca Rolex y también dedicados a estos dos modelos en concreto. Iré enlazando a los mismos según avancemos con la entrada.
Antes de la década de los 50, Rolex fabricaba principalmente relojes de vestir entre los que podemos destacar el Oyster, el Bubble Back o el Date Just. Algunos modelos eran resistentes al agua gracias a su caja Oyster (patentada en 1926) e innovadores debido a que incorporaban calibres automáticos denominados “perpetuos” (desde 1931).
Aunque no eran relojes deportivos en el sentido que entendemos en la actualidad, sus características y prestaciones los hacían perfectamente válidos para aguantar pruebas de gran dureza, como ya vimos en esta entrada donde narramos las increíbles hazañas logradas por Sir Malcolm Campbell.
O en este otro artículo, donde describimos la gesta de la nadadora Mercedes Gleitze en su segundo intento por cruzar a nado el Canal de la Mancha, con un Oyster para cronometrar sus tiempos.
El Rolex Oyster Perpetual Submariner (Ref. 6204) se presentó en 1953, lanzándose el año siguiente. Diseñado específicamente para la exploración subacuática y el buceo, presentaba muchos elementos innovadores para la época, como la caja Oyster impermeable, la pintura luminosa que permitía su lectura con baja visibilidad y el bisel giratorio de inmersión para monitorear de manera precisa y segura el tiempo de buceo y las paradas de descompresión. Con perspectiva histórica, ahora sabemos que el Submariner representó el arquetipo del reloj de buceo.
En 1959, se presentó un nuevo modelo (Ref. 5512) que podía sumergirse hasta los 200 m. Esta referencia ya incorporaba guarda coronas y en ella ya se observan las líneas maestras del “Sub” que todos reconoceréis.
Una década más tarde, a finales de los años 60, Rolex introdujo la primera referencia (Ref. 1680) con fechador y la conocida lupa o lente “cyclops”, que tanto amor u odio despierta aun entre los aficionados.
Resumiendo, es un modelo que no ha dejado de evolucionar, en línea con las pequeñas pero continuas mejoras que caracterizan el gradualismo y avanzar de la marca. La evolución del Submariner en concreto ya la analicé en la entrada Rolex Submariner: Actualización De Un Clásico.
Aparte de sus indudables atributos técnicos, la fama del Submariner quizás se deba a que ha adornado muñecas muy célebres: políticos famosos, estrellas del cine, leyendas del deporte y básicamente todo tipo de personalidades destacadas que podáis imaginar (incluidos afamados personajes de ficción). Una simple búsqueda en Google de los términos “gente famosa Rolex Submariner” ofrece numeroso resultados y por supuesto miles y miles de imágenes (aunque no todas acertadas).
Originalmente fue usado por Sean Connery y Roger Moore, ambos en el papel del agente James Bond.
Otros famosos del cine, como el legendario Steve McQueen o Robert Redford, también están ligados con el modelo en el imaginario popular.
En la siguiente imagen se aprecia mi ejemplar del Submariner “Hulk” (ref. 116610LV), un modelo que fue lanzado en el certamen de Baselworld del 2010 pero que quedó descatalogado en septiembre del año pasado cuando fue anunciada la nueva colección del Submariner. Como suele ser habitual cuando Rolex descataloga una referencia, no ha hecho más que revalorizarse desde entonces.
Por otro lado, el Daytona nació por la pasión del fundador de la marca, Hans Wilsdorf, por el estilo de vida de las carreras automovilísticas.
La historia del Rolex Daytona, o “Cosmograph”, ya la cubrí en una anterior entrada: Rolex Cosmograph Daytona.
Es de destacar que durante la mayor parte de la historia de Rolex, los cronógrafos estuvieron relegados a un segundo plano en comparación con sus modelos de tres agujas. Aunque la compañía produjo algunos, fueron de todo menos un éxito de ventas.
En 1955, Rolex lanzó el cronógrafo con la referencia 6234. Ni “Cosmograph” ni “Daytona” aparecían en el dial de este reloj, que a menudo languidecía en los estantes de los distribuidores.
Sólo en 1963, un año después de convertirse en el cronometrador oficial de la Daytona 500, Rolex hizo todo lo posible para presentar un cronógrafo de carreras realmente competitivo, lanzando la referencia 6239, también designado como “Cosmograph”. Se trataba de un cronógrafo de nueva generación, que proporciona varias características pensadas para las carreras automovilísticas. Adoptó el nombre de la ciudad en Florida donde tuvo lugar la primera carrera de NASCAR. Sus contadores de cronógrafo contrastados y su escala taquimétrica en el bisel proporcionaban información útil y de la manera más legible posible para cronometrar las carreras.
El papel desempeñado por el Daytona en el campo de las carreras automovilísticas y la conexión entre la marca Rolex y Sir Jackie Stewart ya fueron explorados por @javierreloj en el artículo Racing Watches: Rolex & Sir Jackie Stewart.
Al igual que ocurrió con el Submariner, el reloj acabó asociándose en el imaginario popular con un famoso, en este caso la leyenda del automovilismo y el cine Paul Newman. A partir de este momento, la apreciación del Daytona no dejó de aumentar, paralelamente con la carrera profesional de Newman tanto en la pista como en la pantalla grande.
En 1969, Newman comenzó su carrera automovilística, ganando su primera carrera profesional en 1972. Ese mismo año, su esposa Joanne Woodward le regaló un Daytona 6239, un reloj que fue vendido en 2017 por la increíble cantidad de $17.752,500, estableciendo el récord mundial de reloj de pulsera más caro jamás vendido en una subasta.
Otro aspecto a destacar es que el reloj recibió el nombre “Cosmograph” para vincularlo con la carrera espacial, que por supuesto era muy popular en los años 60. Sin embargo, Rolex no logró destacar en este segmento, siendo desbancado por otro mito: el Omega Speedmaster, tal como nos relató @spitfiremkii en su entrada Elegido.
Al igual que el Submariner, el Daytona no ha dejado de evolucionar desde su lanzamiento, pausada, pero continuamente.
Quizás sea hoy en día el modelo más codiciado de la colección de Rolex. De hecho, hay tanta demanda insatisfecha que comprar uno en un distribuidor oficial ya no es cuestión de dinero, sino que requiere una relación establecida y duradera con el distribuidor o una enorme cantidad de paciencia, mientras que comprar uno usado es prohibitivamente caro.
En esta última imagen se aprecia mi ejemplar de la referencia 116519LN, en oro blanco de 18K y provista de una correa Oysterflex, una de las 28 variaciones del Cosmograph Daytona que ofrece la marca en la actualidad.
¿Qué modelo sería el ganador en una competición mano a mano? Imagino que ya intuiréis que es una pregunta retórica.
Creo que ambos relojes comparten el haber trascendido en su respectiva categoría, algo que se puede decir sobre muy pocos relojes. Son relojes cuya fama y atractivo ya son prácticamente universales, un fenómeno que Rolex no cesa de recordarnos. De hecho, dedica una sección en su propio sitio web donde incontables famosos comparten con nosotros que “cada Rolex tiene una historia que contar”.
También comparten las numerosas mejoras de prestaciones con el paso del tiempo, aunque su introducción es gradual, casi imperceptible y manteniendo siempre toda la esencia de estos relojes. Este gradualismo es una constante en Rolex: apostar seguro y en respuesta a lo que piden sus leales clientes, como ya exploré en la entrada Rolex En Un Pedestal.
Por todo ello, el “mejor” dependerá del uso que queráis hacer del reloj. Si bien el Cosmograph Daytona es el accesorio perfecto para aquellos que sienten pasión por el automóvil y la velocidad, el Submariner ofrece un formidable vínculo con el mundo submarino. Ambos son exquisitos relojes, sin que ninguno sea mejor que el otro. Ambos están perfectamente capacitados para acompañaros en las aventuras que deseéis perseguir.
un Daytona para mi, pero el original con calibre Valjoux!!
Buena elección. ?