Rolex Submariner: Actualización De Un Clásico

@munich_watch_lover

Como preludio una imagen. Aunque algunos ya lo habréis reconocido, se trata de un Rolex Submariner, en concreto la referencia 116610.

Una puntualización sobre como denominarlo. Para los neófitos, el Rolex “Submariner” es la versión sin fechador. Las referencias equipadas con fechador, de hecho, las más comunes, se denominan “Submariner Date”. Tras esta aclaración, comentaros que tampoco le deis demasiada importancia al nombre, ya que entre los aficionados el término Submariner suele usarse indistintamente para referirnos a ambas variantes. Y muchas veces se tira de referencia, en lugar del nombre, más en un modelo tan longevo como el que hoy sacamos a la palestra.

Pero os preguntaréis ¿por qué sale a relucir hoy un clásico como el Submariner?

Básicamente, aprovechando el reciente lanzamiento de los nuevos modelos de “Submariner” y “Submariner Date”, he meditado sobre el gran impacto que ha tenido y sigue teniendo este reloj en sus casi 70 años de historia. Y por supuesto me gustaría compartir este momento de introspección relojera con vosotros.

Desde el nacimiento del “Sub” (su nombre para los amigos) en 1953, Rolex ha sido pionera definiendo el concepto de relojes para buceo. Posiblemente sus diseños han conformado toda una nueva gama de relojes: los “Sports Watches”, siendo el icónico Submariner la punta de lanza de esta nueva categoría de relojes. Probablemente sea uno de los diseños más “inspiradores” (lo llamarían “influencer” si fuera un ser humano) y por tanto imitado o directamente copiado en las últimas décadas.

No podemos olvidar que el haber alcanzado este estatus tiene mucho mérito. Rolex no fue ni la primera ni la única en competir en este segmento. Es un sector dónde otras marcas también han presentado avances increíbles en el desarrollo de sus productos, aunque probablemente con menos repercusión en el imaginario popular.

De facto, hoy en día, cuando la gente piensa en un reloj de lujo, el Submariner es probablemente la primera imagen que se les viene a la mente.

El Rolex Submariner ha sido usado por políticos famosos, estrellas del cine, leyendas del deporte y básicamente todo tipo de personalidades destacadas que podáis imaginar, incluidos afamados personajes de ficción. Una simple búsqueda en Google de los términos “gente famosa Rolex Submariner” ofrece 41.300 resultados y por supuesto miles y miles de imágenes (aunque no todas acertadas).

Se puede decir también que el Submariner es el modelo que popularizó el concepto actual de un reloj de buceo. Algo tan común hoy en día como un reloj de acero con esfera negra, bisel giratorio, agujas luminosas y brazalete de acero aderezado con una buena resistencia al agua está muy ligado al modelo del que hoy hablamos.

Evidentemente todo esto no se gestó en un día, así mejor repasemos un poco su historia. Sólo presentaré unas pinceladas, recordando los momentos más importantes a lo largo de su historia, ya que existen publicaciones extensísimas sobre la cronología del Submariner, como esta serie de Monochrome Watches o esta guía de Bob’s Watches.

Antes de la década de los 50, Rolex fabricaba principalmente relojes de vestir entre los que podemos destacar el Oyster, el Bubble Back o el Date Just. Algunos modelos eran resistentes al agua gracias a su caja Oyster (patentada en 1926) e innovadores debido a que incorporaban calibres automáticos denominados “perpetuos” (desde 1931).

Aunque no eran relojes deportivos en el sentido que entendemos en la actualidad, su dureza y prestaciones los hacía perfectamente válidos para aguantar pruebas de gran dureza como ya vimos en esta entrada donde narramos las increíbles hazañas logradas por Sir Malcolm Campbell.

O en este otro artículo, donde describimos la gesta de la nadadora Mercedes Gleitze en su segundo intento por cruzar a nado el Canal de la Mancha, con un Oyster para medir sus tiempos.

Cuando se presentó el Oyster Perpetual Submariner (Ref. 6204) en 1953 (se lanzó en 1954), este se convirtió en el primer reloj disponible para el gran público capaz de sumergirse hasta los 100 m de profundidad.

En 1959, se presentó un nuevo modelo (Ref. 5512) que podía sumergirse hasta los 200 m. Esta referencia ya incorporaba guarda coronas y en ella ya se observan las líneas maestras del “Sub” que todos reconoceréis.

Una década más tarde, a finales de los años 60, Rolex introdujo la primera referencia (Ref. 1680) con fechador y la conocida lupa o lente “cyclops”, que tanto debate de amor/odio despierta aun entre los aficionados.

Con las referencias de cinco dígitos, que salieron a finales de los años 70, se introdujo a la gama el cristal de zafiro y el “triple lock” en la corona, aumentando la capacidad de inmersión hasta los 300 m. Sin embargo, no fue hasta 1983 cuando la revisión de la Ref. 16800 introdujo el bisel unidireccional (tras la expiración de la patente de Blancpain) y un nuevo movimiento, empezándose a emplear el calibre 3035 de 28.800 vph y ajuste rápido de fecha. Es notable, sin embargo, la poca diferencia estética que se observa ente esta referencia y la 5512 de 1959.

Pasaron casi 20 años hasta el siguiente “upgrade”, con la introducción del calibre automático 3135 en el año 2001. De nuevo, apenas son observables los cambios estéticos en su exterior.

Once años más tarde, en el 2012, sí que tenemos una variación significativa en el diseño de la gama Submariner con la llegada de las referencias de seis dígitos. Ese año, se extendió el uso del “Maxi Dial”, con marcadores y agujas más grandes, así como el “Maxi Case”, que aumentaba la envergadura de asas y los guarda corona. También se introdujo el uso de “Chromalight” como material luminiscente, un nuevo bisel, ahora cerámico “Cerachrom” (de ahí el apodo SubC) y un brazalete sólido. Este último iba equipado con el sistema “glidelock” en el cierre, permitiendo un ajuste de tamaño instantáneo.

Finalmente, el pasado 1 de septiembre del 2020, Rolex anunció ocho “nuevos” modelos de la línea Submariner.

Se han escrito ríos de tinta sobre estos lanzamientos, así que no me detendré mucho en ellos.

Sin embargo, es de destacar que el tamaño del reloj aumentó hasta los 41 mm de diámetro (desde los 40 mm) y la “Maxi Case” fue rediseñada para estilizar las asas, un cambio especialmente bien recibido por los medios del sector. Además, tanto el Submariner como las siete versiones del Submariner Date pasaron a emplear nuevos calibres, el 3230 y el 3235, respectivamente.

Creo ha quedado patente a estas alturas que los cambios que ha sufrido el Submariner a lo largo de los años han sido numerosos, pero su introducción ha sido evidentemente muy gradual, casi imperceptible y manteniendo siempre toda la esencia del “Sub”. Este gradualismo es una constante en Rolex: apostar seguro y en respuesta a lo que piden sus leales clientes.

Dicho esto, no queda duda que sus marcadores luminosos, las agujas tipo “Mercedes”, el triángulo invertido a las 12 en punto en la esfera y su bisel unidireccional se han consolidado como elementos característicos que conforman el icono y la leyenda del Submariner. Además, se ha convertido en el perfecto arquetipo de lo que hoy en día se considera un reloj herramienta.