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Complicaciones: La Hora I

@aviation_watch

Esta entrada es la primera (de tres) en las que examinaré la presentación de la hora en los relojes mecánicos.

Mostrar la hora es la función básica de todo reloj, su “raison d’être”.

Por ello, puede sorprender que la “hora” merezca una entrada en una serie de artículos dedicada a las COMPLICACIONES, ya que no añade nada en términos de funcionalidad. Pero, el modo de presentar la hora en sí mismo también puede representar una complicación, aunque su impacto sea meramente estético.

En este capítulo intentaré sentar las bases de este tipo de “complicaciones”.

Empezaré por lo que todos conocemos, los relojes que dan la hora a través de agujas centrales que completan revoluciones alrededor del dial. Hoy en día, estos suelen tener tres agujas, aunque en relojes más formales es común ver sólo dos.

También cubriré los relojes monoaguja, el formato con el que empezaron todos ellos.

Por último, también examinaremos el formato régulateur (regulador), en el que la aguja minutera es la más destacada en la esfera. Introducido en el s. XVIII, fue incorporado por primera vez a los relojes de pulsera en 1987.

En el siguiente capítulo veremos relojes que se apartan de esta norma, incluyendo los que hacen uso de la presentación retrógrada y las horas saltantes (digitales).

Por último, el tercer capítulo lo dedicaré al resto de presentaciones, muchas de las mismas absolutamente sorprendentes, realizadas por relojeros que han dado rienda suelta a su creatividad.

Dos Y Tres Agujas

Propongo un repaso bastante rápido de los relojes que hacen uso de tres (o dos) agujas centrales, simplemente porque imagino que todos ya conocéis este formato. Incluyo en esta categoría los relojes con formato 24 horas, que son meramente relojes tres agujas (o dos) en los que la aguja horaria completa un giro al día y no dos.

Dicho esto, creo que merece la pena entender cómo hemos llegado al “estándar” actual.

Los relojes que hacían uso de un pequeño segundero, normalmente ubicado a las 6 h, eran los “típicos” hasta finales de la década de 1940, aproximadamente. En los calibres clásicos, que al fin y al cabo no eran más que miniaturizaciones de movimientos utilizados en los relojes de bolsillo, la manera más fácil de mostrar los segundos era extendiendo un pivote hasta el lado de la esfera desde la “cuarta rueda” del tren motor, la que gira una vez por minuto.

Fuente:
https://www.hautehorlogerie.org/en/watches-and-culture/encyclopaedia/glossary-of-watchmaking/s/gear-train-1/

La “primera rueda” hace referencia al barrilete del muelle real. Esta hace girar la rueda central (que está en el centro del movimiento) una vez cada hora. A su vez, la rueda central impulsa la “tercera rueda”, también conocida como “intermedia”, que impulsa la “cuarta rueda”. Esta última es la que completa un giro cada minuto, permitiendo con ello desplazar el segundero.

Aunque los relojes con pequeño segundero ofrecen un “look” clásico que personalmente me encanta, el reducido tamaño de la presentación de los segundos dificultaba su lectura. Esto sin duda promovió el desarrollo del segundero central, aunque la migración hacia este formato fue progresiva.

En primera instancia se desarrollaron calibres de transmisión indirecta. Estos habían aparecido a principios del s. XX, pero no se adoptaron universalmente hasta finales de los años 40, precisamente cuando el reloj de pulsera empezó a ser un accesorio común.

El Zenith 133 de 1948 es considerado el primer movimiento producido en grandes cantidades que mostraba un segundero de barrido central.

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Fuente: https://www.swissvintagewatches.com/zenith133ssgolziffm.jpg

Este diseño añadía simples engranajes adicionales por encima del tren tradicional, básicamente un módulo. Los mismos accionaban una rueda de segundos en el centro del movimiento. Evidentemente, también requería un pivote adicional en el centro del reloj que pasaba por dentro de los de las otras dos agujas. Podía engranarse tanto con la tercera como con la cuarta rueda del tren motor.

Esta solución, aunque práctica y económica, tenía una clara desventaja.

Al ser un tren paralelo, era bastante frecuente que el segundero fluctuase de ritmo, un aspecto indeseado en un reloj que pretendía mostrar los segundos de un modo más legible. La solución obvia fue introducir un resorte tensionador, como se puede observar en el calibre Rolex 1200 que vemos a continuación.

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Fuente:
https://www.timeplex.com/products/rolex-precision-18k-gold-classic-dress-watch-reference-9659

Incluso con esta solución, la transmisión indirecta conlleva dos problemas bastante evidentes. En primer lugar, aumentaba el grosor del calibre. En segundo lugar, la fricción adicional del resorte requería un ajuste correcto del volante para no impactar su amplitud, y con ello su precisión.

A pesar de estas desventajas, todavía se producen calibres de transmisión indirecta hoy en día, principalmente por marcas de mucho renombre como Patek Philippe, Audemars Piguet y Jaeger-LeCoultre. Aunque también se encuentran en calibres más modestos, como los de Vostok.

Como no podía ser de otra manera, los fabricantes de calibres idearon una solución alternativa bastante pronto. Tras reorganizar las ruedas del tren clásico, se pasó a impulsar la manecilla de los segundos directamente desde la cuarta rueda, pero ahora ubicada en el centro del calibre. Por otro lado, las agujas de las horas y los minutos pasaron a ser impulsadas indirectamente a través de ruedas intermedias coaxiales y un piñón central con engranajes para avanzarlas.

En la imagen del ETA 2824-2 que vemos a continuación, la rueda “central” ahora ya no está en el centro del calibre, sino a las 10 h en la imagen. Mientras, en el centro vemos la cuarta rueda. Bajo el puente de la izquierda se aloja la rueda intermedia y el tren indirecto que impulsa el piñón central.

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Fuente:
http://www.watchalyzer.com/education/movements/eta-automatic-movements-eta-2824-and-eta-2892/

Cualquier fluctuación en el ritmo de marcha del tren indirecto ya no era observable dado el barrido tan pausado de las agujas de las horas y de los minutos. Además, tras estos cambios los calibres podían ser más delgados y menos complejos (aunque también es cierto que seguían siendo más complejos que los tradicionales con pequeño segundero). Esta configuración de transmisión indirecta es la que domina en los calibres modernos.

Una cuestión interesante que surge de este nuevo diseño es cómo añadir un pequeño segundero a un calibre de estas características. La solución es sorprendentemente simple. El calibre ETA 2895-2, por ejemplo, meramente añade un pequeño módulo en la platina base, es decir en la parte del dial.

Monoaguja

El movimiento circular de las agujas de un reloj ha sido el modo más común de representar la hora durante siglos.

Tomó inspiración de los relojes de sol y fue el formato que adoptaron los primeros grandes relojes monumentales.

Podemos ver algunos hermosos ejemplares de estos relojes en la siguiente galería de imágenes, que incluye el reloj de la Torre de Arnolfo en Florencia, de 1353, el Gros-Horloge en Rouen, de 1389, o los tres relojes neogóticos en Westminster Abbey en Londres, de 1738.

Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Gros_Horloge
https://welcomeinflorence.wordpress.com/2013/07/31/the-mystery-behind-palazzo-vecchios-clock-is-it-broken/
https://www.waymarking.com/waymarks/wmMMHK_Westminster_Abbey_Clocks_Westminster_Abbey_London

El formato monoaguja se adoptó a los relojes que se podían “llevar” en cuanto fue posible miniaturizar los mecanismos. En vergefusee.com se muestran algunos extraordinarios ejemplares tempranos.

A modo de ejemplo, tenemos este reloj encargado en 1530 por el gran reformador y humanista alemán Philip Melanchthon (1497-1560).

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Fuente:
https://vergefusee.com/watches-and-movements-by-century/14th-16th-centuries/

Sólo los más pudientes podrían haber encargado piezas de este tipo y era habitual llevarlos en el cinturón junto con una espada y una daga.

Otro impactante ejemplo de finales del s. XVII es esta pieza del relojero inglés Daniel Quare (c.1648–1724). Fue Maestro de la Clockmakers Company en 1708 y un gran “rival” del afamado Thomas Tompion, un relojero que ha aparecido en varios artículos de nuestra categoría BOLSILLO. A Quare, por cierto, se le atribuye la invención del repetidor, es decir de los relojes sonoros.

De finales del s. XVIII y del relojero de quizás mayor renombre de toda la historia, Abraham-Louis Breguet, contamos con el “Souscription” o reloj de suscripción, que se comercializó bajo pedido anticipado. Es un fabuloso reloj monoaguja que equipaba un calibre extraordinariamente sencillo con un barrilete central de gran envergadura. Si deseáis profundizar más sobre esta pieza os recomiendo el artículo de “The Naked Watchmaker” en el que deconstruye este reloj.

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Fuente:
https://www.breguet.com/fr/chronologie/1747-1800/faits-marquants/montre-de-souscription-7512#

Al estar inspirado en la naturaleza y adoptar su ritmo para mostrar la hora, el formato monoaguja ofrece un valioso intangible: su capacidad de aparentar ralentizar el tiempo. En los tiempos que corren, cuando todo parece ocurrir a contrarreloj, creo que este factor explica el alcance de este tipo de relojes entre el público en general y también porqué atrae a los coleccionistas de relojes.

Los relojes monoaguja siguen presentes en la colección de muchos fabricantes de alta gama: Audemars-Piguet, Jaquet Droz o Konstantin Chaykin, por citar algunos. Otros, como Vacheron Constantin o Breguet, fabrican relojes monoaguja por encargo.

Ya fuera de este segmento de “super lujo” también encontramos otras creaciones muy atractivas y únicas. Ejemplos serían el One-Hand 42 de Jörg Schauer, el anterior propietario de Stowa, o el Minimal de Pita Barcelona, un reloj sin corona diseñado y creado artesanalmente por el maestro relojero Aniceto Jiménez Pita.

Ya en un rango de precios más accesible, el fabricante alemán MeisterSinger se ha ganado cierto reconocimiento en el segmento de los relojes monoaguja.

La marca comenzó su andadura a principios del s. XXI, presentando su modelo N° 01 en el certamen de Baselworld del 2001. Desde entonces, la marca ha ampliado la gama con numerosas complicaciones adicionales (fecha, día, segunda hora, fase lunar o reserva de marcha), casi siempre utilizando discos adicionales para no afectar la presentación monoaguja de la hora. Hay alguna excepción en su colección, pero no queda duda de que el nexo en ella es la presentación monoaguja.

Si bien el segmento de los relojes monoaguja es un nicho de mercado relativamente pequeño, también existen numerosas opciones adicionales impulsadas por calibres mecánicos.

Entre otros relojes de fabricantes germanos, citaría el UNO de Botta, el Eins Inkognito de Defakto o el Antero de Nienaber Uhren, evidenciando la fascinación entre los productores (y consumidores) germanos por este tipo de presentación. El Antero no es estrictamente un reloj monoaguja, ya que incluye un pequeño segundero a las 9 h. Este reloj añade un curioso salto de su única aguja para indicar horas y minutos con el propósito de no ocultar el pequeño segundero. Se asemeja a lo que suele verse en la presentación “retrógrada”. Pero no nos adelantemos, las horas saltantes y retrógradas las veremos en detalle en el siguiente capítulo.

Para acabar con este apartado debo citar la marca bielorrusa Luch, que ofrece dos líneas de relojes monoaguja que podemos considerar como asequibles.

Por un lado, ofrece 16 variaciones de su “Unisex One Hand“, un elegante reloj monoaguja de corte clásico de 37,6 mm de diámetro y 10,2 mm de grosor. Equipa el calibre Луч-1801.1, una modificación de un antiguo calibre soviético. Este reloj se comercializa por unos €80, por lo que me resulta imposible no recomendarlo como reloj para “probar sin gastar mucho” por si os interesa el formato monoaguja.

La marca ofrece una segunda línea de relojes monoaguja, los “Big One Hand“. Consiste en siete modelos de mayor tamaño (42 mm), que ofrecen un “look” más contemporáneo y que equipan un calibre Miyota 82S5. El precio de esta línea de relojes ya asciende a los €300, aproximadamente.

Régulateur

El término régulateur (o regulador) se usa para referirse a un reloj con una disposición especial de sus agujas.

A modo de inciso, tened en cuenta que existe una segunda definición del término para referirse a relojes que incorporan un mecanismo externo que permite al usuario regularlo sin necesidad de acceder al calibre. En la bitácora del compañero @guardatiempo se publicaron dos interesantes artículos sobre este tipo de relojes (ver aqui y aquí).

Una de las primeras aplicaciones prácticas de este curioso formato se vio en los relojes de navegación o posteriormente “Marine Chronometers” que se empezaron a desarrollar en Francia e Inglaterra a mediados del s. XVIII. Esta disposición tan especial de las agujas (donde la aguja minutera tiene todo el protagonismo) respondía al hecho de poder calcular con gran exactitud y precisión la longitud y así poder determinar la situación geográfica de la nave.

En la siguiente imagen podemos ver un precioso ejemplo del Nº. 8 del insigne Ferdinand Berthoud, fabricado circa 1770.

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Nº. 8 del insigne Ferdinand Berthoud.
Fuente:
https://journal.hautehorlogerie.org/en/pre-watches-and-wonders-ferdinand-berthoud-regulateur-squelette/

En la siguiente estampa se aprecia un antiguo reloj de pared tipo régulateur fabricado por Skelton de Londres a principios del s. XIX.

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Fuente:
https://www.dorsetantiqueclocks.co.uk/product/regulator-longcase-clock-skelton-london/

De ambos ejemplos salta a la vista que las manecillas de la hora, los minutos y los segundos están separadas en este formato. La minutera es la principal y siempre hace una revolución de la esfera completa, mientras que las aguja de las horas y los segundos se leen en dos subesferas.

¿A qué se debe el término régulateur?

Debemos remontarnos a la revolución industrial para entender el régulateur. En aquellos tiempos, los relojes pasaron de ser confeccionados en casa o en un local de relojero a ser fabricados a gran escala en talleres. Realmente se trataba de fábricas, pero el término “taller” parece encajar mejor con una imagen dickensiana de aquella época.

En estos centros de trabajo, cientos de empleados se esforzaban por fabricar componentes, ensamblar relojes y después regularlos, ya fuese en América, Suiza, Inglaterra, Francia o Alemania.

En ese entorno de trabajo, era vital contar con un reloj de referencia que mostrase la hora precisa. Además, debía poder leerse con facilidad, de ahí que fuesen grandes. Tampoco debían dar lugar a confusión, explicando porqué cada aguja ocupa un lugar dedicado en la esfera. En este entorno, el régulateur era el nexo unificante: servía para contabilizar las horas de trabajo y calcular los sueldos de los empleados, de referencia para los que ajustaban y regulaban los relojes y también para aquellos que los ponían en hora antes de que saliesen de la fábrica.

Resumiendo, el entorno se regía por este tipo de reloj, que lo “regulaba” todo.

El formato llegó a los relojes de bolsillo a principios del s. XX. En la siguiente estampa podéis ver un ejemplar de Patek Philippe del año 1900.

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Fuente:
https://www.invaluable.com/auction-lot/patek,-philippe-cie.,-geneva,-switzerland,-man-973-c-9cd4d37b36#

En realidad, el formato régulateur había llegado bastante antes a los mismos. Al final y al cabo, los relojes de bolsillo con horas saltantes se habían visto a partir de 1830, aunque también es cierto que no se popularizaron en exceso. Pero, no hay duda alguna de que presentaban la hora en un formato que separaba las horas de los minutos y de los segundos.

A modo de ejemplo, os muestro a continuación un reloj de bolsillo de Vacheron Constantin de 1840.

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Fuente:
https://www.catawiki.com/en/l/24027249-vacheron-constantin-1840-jump-hour-pocket-watch-men-1850-1900

Dicho esto, los relojes de bolsillo con horas y minutos saltantes sí que gozaron de cierta popularidad. Fue durante un periodo breve, entre 1883, cuando el austriaco Josef Pallweber desarrolló la manera de hacer saltar ambas indicaciones, y 1910 aproximadamente, cuando simplemente dejaron de estar de moda. De nuevo, estos podrían considerarse (aunque no estrictamente) como relojes régulateur en el sentido de que separan las indicaciones de las horas, los minutos y los segundos.

A continuación, podéis ver un ejemplo de un reloj Pallweber de finales del s. XIX fabricado por IWC.

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Fuente: https://www.iwc.com/gb/en/articles/journal/the-original-pallweber.html

De todos modos, este tipo de relojes “saltantes” los veremos en mucho más detalle en el siguiente capítulo.

En 1987, el formato por fin dio el salto a los relojes de pulsera.

Fue Chronoswiss, la marca fundada en 1982 por Gerd-Rüdiger Lang en Munich, la que tuvo ese honor.

Desde entonces y a pesar de cambiar de titularidad y haberse trasladado desde Munich a Lucerne en Suiza, la marca se ha consagrado como el especialista en este formato. De hecho, el formato régulateur domina su colección actual. En el siguiente carrusel de imágenes podéis ver varios ejemplos de la colección actual, que van desde estilos más clásicos hasta otros prácticamente futuristas.

Desde entonces, muchas otras marcas han experimentado con el formato.

De la “Holy Trinity” contamos con la referencia 5235/50R de Patek Philippe, que añade la complicación de calendario anual al formato régulateur.

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Fuente: https://www.patek.com/es/coleccion/complicaciones/5235-50R-001

Otra propuesta de la categoría “haute horlogerie” es la del Senator Chronometer Regulator de Glashütte Original. Estos modelos añaden al formato una complicación de reserva de marcha y la característica gran fecha (“Panoramic Date”) de la marca sajona.

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Fuente:
https://www.glashuette-original.com/es/watches/coleccion-senator/senator-chronometer-regulator-1-58-04-04-04-04/

IWC también tuvo en su catálogo versiones régulateur en la colección Portugieser, aunque no los ofrece en la actualidad. A modo de anécdota, es el reloj que lleva el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

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Fuente:
https://www.thegentlemansjournal.com/article/watches-worn-worlds-powerful-men/

Entre las marcas “boutique” suizas, encontramos modelos con formato régulateur de fabricantes como Paul Picot o Louis Erard.

De hecho, la línea Excellence de Louis Erard está dominada por este tipo de relojes, incluidos tres modelos diseñados por Alain Silberstein, uno de ellos nominado para el prestigioso Grand Prix D’horlogerie de Genève (GPHG) el año pasado en la categoría de relojes de hombre.

Otras marcas algo sorprendentes también han presentado “reguladores”.

En el 2006, la marca germana Sinn presentó la colección 6100 que incluía cinco modelos de régulateur. Desafortunadamente, este reloj ya no está en el catálogo de la marca de Frankfurt.

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Fuente: https://www.sinn.de/en/Archive/6100.htm

Otra marca germana, Steinhart, lanzó dos modelos del Marine Regulator en el año 2017, equipados con un calibre Unitas 6498 modificado. Aunque ya no forman parte del catálogo, representaron en su momento los reguladores más asequibles del mercado.

Una marca suiza de gama media que sí ofrece reguladores en la actualidad es Hamilton, con su Jazzmaster Regulator Auto.

Por último, la micro marca Xeric, bien conocida por ofrecer relojes “distintos”, lanzó a finales del 2020 su colección Regulator Automatic. Consiste en seis modelos equipados con un calibre Miyota 82S7 modificado para separar la presentación de las horas, los minutos y los segundos. Como curiosidad, la presentación de la hora es en formato 24 h. Por $499, definitivamente representan el punto de entrada a este tipo de presentación de la hora.

Conclusión

Hasta aquí llega este primer capítulo de la serie que cubrirá las distintas maneras de mostrar la hora en los relojes mecánicos.

Por ahora sólo hemos visto los formatos más sencillos, es decir aquellos en los que las agujas (da igual el número de ellas) completan revoluciones para indicar la hora.

En el siguiente capítulo veremos ejemplos más complejos. La presentación retrógrada usa agujas, pero las mismas no completan una revolución, sino que avanzan en un arco para volver instantáneamente al principio tras completar su itinerario, y así sucesivamente. También veremos las horas, los minutos y los segundos saltantes, que permiten una representación digital de la hora en los relojes mecánicos.

Por último, en el tercer episodio de la serie os enseñare relojes de ensueño diseñados por relojeros que han dado rienda suelta a su creatividad para mostrar la hora.

No tardarán en salir…

9 comentarios en «Complicaciones: La Hora I»

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