El Rolex Sky-Rocket

@calibre321

Ah, Rolex. Ese “parangón de los animales”. Quizás la marca de relojes más reconocible del mundo; conocida tanto por coleccionistas como por profanos. Sin embargo, la ubicuidad de Rolex no significa que no haya más profundidades que explorar.

Si bien los términos Datejust, Submariner y Sea-Dweller salen fácilmente de la lengua de los aficionados a los relojes en todas partes, abundan las gemas menos conocidas. ¿Habéis oído hablar del Rolex Commando? ¿Del Space-Dweller? ¿Y del Thunderbird? Uno de esos diamantes tallados en bruto es el Rolex Sky-Rocket de 1942.

Este reloj me lo trajo un amigo. Se lo regaló hace años un tío suyo.

Es un pájaro muy poco visto. A veces se le denomina “Canadian Oyster” o “no Oyster”, depende de a quién le preguntéis. Estos relojes “Canadian Oyster” se remontan a principios de la década de 1930.

Los grandes almacenes canadienses Eaton’s vendieron varios relojes de este tipo, incluyendo el “Solar Aqua” y el “King of Wings”. La empresa americana Zell Brothers vendió otros, como el “Turtle Timer”.

Sin embargo, el Sky-Rocket fue fabricado por Rolex en la década de 1940 para que lo usaran los militares canadienses y fueron comercializados entre los pilotos de combate, en particular. No eran productos de dotación, sino que los pilotos debían pagar por el reloj ellos mismos.

Debido a las dificultades de producción en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y para evitar costosos aranceles, las cajas de estos relojes fueron fabricadas en Norteamérica por la ID Watch Case Co. de Varick Street en Nueva York (entre 1940-1942) o por la Pioneer Watch Case Co, también de Nueva York, más tarde.

Como tal, los fondos de caja, como en este caso, no llevaban la firma “Rolex”. Además, al ser comúnmente ofrecidos como obsequios a los soldados que partían, muchos ejemplares del Sky-Rocket (y también del “The Victory”, un reloj similar) acabarían con firmas personales o números de servicio grabados en la parte posterior del reloj.

En el interior del Sky-Rocket encontramos un movimiento de escape de palanca, el calibre 59. Niquelado y con 17 rubíes, cuenta con un balance de compensación bimetálico.

Es un ébauche de Fontmelon, originalmente denominado FHF30. Se sabe que este ébauche fue usado ampliamente en relojes de “otras marcas” del entorno de Rolex, como la Oyster Watch Co. o Tudor. Hubo versiones con 15 y 17 rubíes. La configuración normal llevaba pequeño segundero a las 6 h, aunque la modificación 59(SC) mostraba un segundero central.

La esfera plateada ha desarrollado una pátina profunda a lo largo de los años, pero la firma “ROLEX SKY-ROCKET SHOCKPROOF” es claramente visible. Tiene números arábigos luminosos (pintados con radio) y manecillas que ahora están parcialmente esqueletizadas, aunque originalmente contarían con material luminiscente. El anillo de retención lleva la hora militar impresa en rojo. Se ha desvanecido significativamente, pero aun es visible. Me gusta especialmente el detallado pequeño segundero.

El cristal es de material acrílico abovedado.

El Sky-Rocket tiene una caja redondeada bañada en oro, con asas curvadas hacia abajo y una tapa posterior roscada, realizada en cromo con baño de plata esterlina. La corona es grande en proporción al reloj y se anuncia como “a prueba de polvo”. La pieza en sí, sin embargo, es bastante pequeña, midiendo sólo 29,5 mm de diámetro y 36 mm de longitud total (“lug-to-lug”).

Originalmente, se habría vendido con una correa de cuero marrón por la “principesca” suma de $32,75.

Curiosamente, el reloj incorpora ciertos elementos que han llegado a caracterizar a los relojes de aviador, como la escala de hora militar adicional de 24 horas y los marcadores luminosos; sin embargo, a diferencia de los Fliegers alemanes de esa época que medían 55 mm de diámetro, el Sky-Rocket es muy pequeño y como tal, mucho menos legible.

Un razonamiento que justifica esta dimensión más pequeña sería evitar que se dañara en una cabina estrecha. Otra es que el Sky-Rocket no fue diseñado de acuerdo con ninguna especificación militar en particular, como fue el caso con las directivas de la Luftwaffe para los primeros Fliegers.

No importa. Estos Sky-Rockets (que suelen costar entre $1.500 y $2.000, o €1.325-€1.770) siguen siendo de los Rolex vintage más asequibles para los coleccionistas. Y teniendo en cuenta la era en la que se produjeron y la intención de su producción, cada una de estas gemas bien podría tener una historia interesante que contar.

Es una verdadera pieza histórica.