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Correas De Cuero: Por Decreto Militar

@munich_watch_lover

Si Vis Pacem, Para Bellum.

Nota del editor:

Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado por primera vez el 03/10/2020 en Instagram.

Hacemos una mención especial de @deepyant por las hermosas correas artesanales de cuero que han servido de inspiración para esta publicación.

También es de destacar la colaboración de @admin, @thepocketwatchman y @aviation_watch para ampliar esta entrada.

En la imagen introductoria podemos ver una correa de @deepyant adornando un Patek Philippe Calatrava Pilot Watch Travel Time, con la referencia 5524g, sobre el que ya publiqué una entrada anteriormente.

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo las ahora omnipresentes correas de cuero llegaron a asociarse permanentemente con los relojes? La respuesta no es simple. Fue un proceso largo, evolutivo, pero con ciertos momentos claves en la historia, donde se produjeron grandes avances en su consecución.

Tenéis artículos completísimos sobre esta temática en thespingbar.com y Vintage Watchstraps. No es mi intención profundizar tanto en el tema, meramente os quiero dar unas pinceladas de los grandes momentos del proceso.

El primer reloj de pulsera (denominado “arm watch”, o “reloj de brazo”) del que se tiene constancia es un regalo de año nuevo que le hizo Robert Dudley (Conde de Leicester) a la Reina Isabel I de Inglaterra en 1571. Por desgracia, según el artículo citado de Vintage Watchstraps, no se sabe nada más de esta pieza.

Mas tarde, a partir de finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, empezaron a surgir brazaletes con relojes incorporados, principalmente destinados a damas pudientes de la aristocracia. Un claro ejemplo de ello y del que afortunadamente tenemos constancia gráfica es el reloj que Abraham-Louis Breguet fabricó para la Reina de Nápoles (Caroline Murat, la hermana pequeña de Napoleón Bonaparte) en 1812. Este artículo de Time And Watches describe este reloj y otras piezas conmemorativas de la línea de Breguet “Reine de Naples”.

Fuente: https://www.timeandwatches.com/2018/12/breguet-reine-de-naples-8905.html

Ya a finales del siglo XIX nos encontramos con los primeros “wristlets”, bandas de cuero que arropaban relojes de bolsillo para poder llevarlos en la muñeca. Hay evidencia de que soldados británicos los usaron circa 1885-87 en la Guerra de Burma, y documentación gráfica de su uso en 1897. La siguiente imagen nos muestra oficiales de la 9ª de Lanceros de Bengal. Si os fijáis con atención veréis que el oficial de la fila de abajo a la izquierda porta un reloj en la muñeca.

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Fuente: https://www.britishempire.co.uk/images4/9thbl1897blarge.jpg

Una de las fuentes citadas más arriba explica que la invención de los “wristlets” tuvo lugar en paralelo con el gran desarrollo de la bicicleta como medio de trasporte a partir de 1880, sobre todo en Estados Unidos. Un poco más tarde esta tendencia llegó a Europa. A continuación, podéis ver un anuncio de Henry Wood and Co. de 1893 que muestra un “wristlet” destinado a ciclistas.

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Fuente: https://thespringbar.com/blogs/guides/nato-watch-strap-history-wwi/

Otros ejemplos de “uso civil” se dieron en ciertos oficios donde era necesario el uso de las dos manos, como es el caso de las enfermeras y del que tenemos mucha información gráfica.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/un-americano-en-fleurs-corcelette/

Durante la Segunda Guerra Bóer en Sudáfrica, de 1899-1902, se vio el primer paso de gigante en la transición de reloj de bolsillo a reloj de muñeca.

En aquella época los relojes masculinos eran por lo general relojes de bolsillo de gran tamaño que se llevaban de forma segura una vez estaban arropados por la vestimenta de cada portador. Sin embargo, el gran calor hizo que los soldados y los oficiales se deshicieran de sus chaquetas y chalecos, limitando donde podían guardar sus relojes. Además, en campaña no había tiempo para detenerse, sacar y contemplar un reloj de bolsillo. Las manos debían estar ocupadas en otros menesteres, como agarrar un fusil. Por todo ello, los soldados británicos empezaron a soldar asas de metal en sus relojes de bolsillo para poder asegurarlos a sus muñecas con las primeras correas de cuero.

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Fuente: https://www.timesticking.com/the-second-boer-war-and-wristlets/

La primera patente que se conoce de un reloj de pulsera, el Déposé No. 9846, es de la marca suiza Dimier Frères & Cie, de 1903. Era un diseño con asas de alambre que se dio a conocer como reloj con asas. Las imágenes que acompañaron esta patente (que se registró en Suiza y un poco más tarde en el Reino Unido) mostraban una correa con una sección circular tras el reloj. Curiosamente, la corona se muestra a las 12 h en la patente. Este diseño requería una hebilla especial que se añadía a la correa tras su instalación, conocida como la hebilla Dimier.

La voz corrió sobre estos “relojes de pulsera” y a principios del siglo pasado los productores de relojes empezaron a comercializarlos, aunque su aceptación inicial fue bastante escasa fuera del mundo militar. Efectivamente, estos relojes por norma general eran relojes de bolsillo de dama (de menor tamaño) con asas soldadas e iban dirigidos a un publico elitista y aventurero que vivía con rapidez los nuevos inventos del siglo, aunque paradójicamente tuvieron más aceptación en el mercado femenino. De todos modos, si observáis con atención la siguiente imagen de 1900, vemos miembros del Regimiento de East Kent con sus familias en un evento civil. En la segunda fila, el primer varón de la izquierda (el que está sentado) lleva un reloj en su muñeca.

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Fuente: https://www.watchuseek.com/threads/wristwatch-1898-earliest-photograph.1047379/page-4#post-8076526

Como ya relatamos en el artículo Relojes De Piloto: La Historia, en 1906 el excéntrico Alberto Santos-Dumont celebraba por todo lo alto su premio Deutsch-Archdeacon en el restaurante Maxim’s de París. Entre brindis y brindis, se quejó a su amigo Louis Cartier de lo difícil que era mirar su reloj de bolsillo en vuelo ya que debía mantener las manos en los mandos del avión. Louis Cartier le escuchó detenidamente, lo que derivó en un momento ¡Eureka! La idea del reloj Cartier Santos-Dumont se engendró esa noche y este es, sin duda, el primer reloj de piloto, una proeza que Cartier sigue publicitando a día de hoy. El reloj se empezó a comercializar al gran público a partir de 1911.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/relojes-de-piloto-la-historia/

El fenómeno se extendió por la industria relojera. Nuestro compañero @thepocketwatchman escribió sobre un reloj de pulsera de 1913 de Pavel Buhre, creado en la Rusia pre-revolucionaria. Podéis ver este artículo (en inglés, pero disponéis del traductor) en este enlace: Pre-Soviet Watch Era: Pavel Buhre.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/pre-soviet-watch-era-pavel-buhre/

Grandes marcas también los presentaron, entre ellas Omega y Elgin, como se evidencia a continuación. Los siguientes ejemplos de anuncios de 1913 muestran relojes de pulsera que utilizaban correas con una hebilla Dimier. El de Omega muestra una imagen militar, pero curiosamente la de Elgin utiliza una imagen de inspiración automovilística.

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Fuente: https://thespringbar.com/blogs/guides/nato-watch-strap-history-wwi/
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Fuente: https://thespringbar.com/blogs/guides/nato-watch-strap-history-wwi/

Las demandas militares de la Primera Guerra Mundial aceleraron esta transición. Más y más relojes de bolsillo fueron convertidos a relojes de pulsera, abaratando su precio y democratizando su uso entre los soldados ya que, por norma general, el uso del reloj era exclusividad de los oficiales. Un buen ejemplo de ello lo podemos encontrar en los Ingersoll o “Dollar Watch”, del que ya hablamos en profundidad en este artículo: Un Americano En Fleurs-Corcelette.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/un-americano-en-fleurs-corcelette/

Al final de la contienda los catálogos de las grandes marcas ya incluían numerosos relojes diseñados para ser llevados en el brazo y con asas fijas. Ya me referí a esto en mi anterior artículo sobre el Tourby Old Military Vintage, donde expliqué que estos relojes se hicieron cada vez más populares entre los civiles: después de todo, eran símbolos de virilidad y valentía, que reflejaban el espíritu de un soldado.

Como muestra, un anuncio de Waltham de 1918 que vemos a continuación. Es de destacar que el término “wristwatch” o reloj de pulsera, no se usa todavía en el anuncio. Fue un término que se adoptó lentamente al igual que su uso.

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Fuente: https://www.pinterest.com/pin/286682332510796438/

Tras la contienda hubo otro hiato y fue la Segunda Guerra Mundial la que encumbró el reloj de pulsera y las correas que empleaban. Durante esta contienda las correas de cuero evolucionaron rápidamente para hacer frente a las demandas militares. Ejemplos de ello fueron las correas de cuero empleadas en los relojes de piloto de la Fuerza Aérea Checa, las correas de cuero impermeables utilizadas en los Panerai Radiomir de los buzos de guerra de la Marina Italiana o las correas de cuero extra largas específicas para los relojes Flieger de la Luftwaffe, también conocidos como B-Uhr y producidos por marcas como A. Lange & Söhne, Laco, Stowa, Wempe y IWC.

La utilización generalizada de la correa de cuero para los relojes militares no duró mucho ya que la invención de un nuevo material textil, el nailon, llevó a la creación de la correa de reloj militar definitiva: una que no se degradaría tras la exposición a la sal marina o que se desgastara por el uso repetido. En los años 70 llegó la correa NATO, de la que hablaré en una entrada futura.

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Fuente: https://www.instagram.com/p/CF6yAXFHNo-/

Afortunadamente, las correas de cuero han perdurado más allá del mundillo militar y hoy en día son omnipresentes para nuestro disfrute, ayudándonos a vestir nuestros relojes como nos apetece y según la ocasión.

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