@aviation_watch
Hoy vamos a ver otro reloj vintage de la marca Invicta, conocido como el “Invicta 25 Day-Date”.
Este modelo es otro buen ejemplo del gran archivo de la marca, un lugar en el que rebuscar, sobre todo tras el éxito comercial del Invicta 1953 y la reciente referencia 35113, una reedición de uno de sus antiguos cronógrafos. Estos dos relojes dejan entrever que Invicta podría (y debería) tomar inspiración de su extenso archivo, una tendencia que otras marcas están explotando con muchísimo éxito en un segmento de mercado creciente.
En este caso, el “25” hace referencia a los 25 rubíes del calibre FHF 908 que equipa esta pieza, que sigue funcionando de maravilla, como veremos más abajo. El “Day-Date” alude la complicación de día y fecha que lo distingue, en este caso con ajuste rápido de ambos.
Datarlo con precisión sin disponer de un catálogo de referencia no es posible. Dicho esto, el calibre FHF 908 nos puede ayudar a ubicarlo: lo más seguro es que sea de la primera mitad de los años 70.
Echémosle un vistazo…
Sobre la marca Invicta ya hemos escrito con anterioridad (en extenso detalle en la entrada Invicta Vintage 27098: Una Joya Setentera). Os remito a esta anterior publicación para conocer mejor sus casi 200 años de historia.
La empresa pasó a denominarse Invicta Watch Group en el 2004 y comenzó a añadir marcas adicionales a su cartera. Su última adquisición significativa fue la relojera Glycine en el año 2016. También ha establecido un alto número de colaboraciones con prestigiosas empresas (Marvel, Disney, etc.) para crear colecciones de relojes y ha añadido líneas adicionales de negocio en el segmento de los accesorios.
Por lo general, es una marca enfocada en un público muy “especial” y suele ser bastante denostada por los aficionados a los relojes. Entre las críticas que se suelen ver, dos se repiten hasta la saciedad. En primer lugar, se cita la prevalencia de gigantescos relojes de bastante mal gusto en su colección. Estos evidencian que la marca ignora la tendencia actual hacia piezas más comedidas y discretas. En segundo lugar, su política comercial parece centrada en grandes descuentos, que además son permanentes. Esto causa un serio daño reputacional.
Dicho esto, su línea Pro Diver, lanzada en 1990, es muy popular. Además, creo que merecidamente. Ofrece mucho por poco y representa un gran punto de entrada a la relojería mecánica para muchos aficionados con presupuestos ajustados.
Dentro de esta gama, el Invicta 1953 de inspiración vintage ha sido un gran éxito comercial y se agota cada vez que lo repone la marca. Me gustaría pensar que este triunfo debería dar alas a la marca para tomar su propio archivo como fuente de inspiración futura.
Si Invicta adoptase una estrategia centrada en ofrecer relojes de inspiración vintage a los precios ultra competitivos que la caracterizan, no dudo que resultarían una fórmula exitosa. Parece claro que los relojes “retro” de fabricación moderna son muy populares. Cuanto más asequibles sean, más fácil será atraer gente a esta afición.
El Reloj
El Invicta 25 Day-Date es un reloj que aúna muchos elementos de otros relojes. Aunque esta amalgama puede resultar algo extraña a primera vista, el conjunto es armonioso y original.
Aunque su finura y las prestaciones recuerdan a los “skin divers” de los años 60, se presenta en una caja tipo cojín bastante alejada de esta estética. Además, la caja es de un tamaño bastante considerable para su época, con 43 mm de ancho. En este sentido quizás se anticipó a los tiempos. El bisel de inmersión interno se opera a través de una segunda corona, recordándonos los relojes tipo “Compressor”. Sin embargo, la corona secundaria está ubicada a las 4:30 h, con la principal a las 3 h. Es decir, a nivel estético vemos características de los “Compressor”, aunque en este caso no se trata de una de las cajas patentadas de Ervin Piquerez.
Pero veámoslo detenidamente…
La caja es de acero inoxidable, un elemento en sí destacable, ya que muchos relojes asequibles del periodo todavía usaban cajas de latón cromadas (como ejemplo, nada mejor que el Invicta ref. 27098 que reseñó el compañero @josevictor).
Como ya he mencionado más arriba, la caja tiene un impresionante ancho de 43 mm. Por otro lado, la longitud (“lug-to-lug”) de 46 mm es muy comedida, aunque evidentemente acorde con el formato “cojín”. Esto lo hace un reloj sorprendentemente versátil y llevadero a pesar de su ancho. El grosor es de apenas 11 mm y cuenta con 19 mm entre asas. Las llamo “asas” por decir algo, ya que el formato “cojín” de la caja apenas permite apreciarlas desde la parte superior del reloj.
La corona principal a las 3 h es roscada. El lateral tiene una muesca para alojarla, por lo que no requiere guarda coronas. La corona tiene un acabado acanalado para facilitar su manipulación y viene firmada.
En general, el reloj tiene un aspecto sobrio. Su acabado es íntegramente pulido, aunque está algo deteriorado por el paso de los años. El diseño parece ideado para destacar la funcionalidad sobre la forma, aunque el fino bisel estriado es una desviación, aportando cierto toque de elegancia. El bisel enmarca un plexi abombado, que por cierto está en un buen estado. Con la lupa se aprecia algo mejor el paso de los años y el pulido que debió recibir en algún momento con Polywatch o algo equivalente. El plexi presenta la característica calidez en este tipo de cristal y ofrece una gran claridad.
El bisel interno es cóncavo, dándole cierta profundidad a la esfera. Lleva impresiones blancas sobre un fondo gris mate. Su legibilidad es meramente aceptable, ya que el contraste entre los tonos me parece insuficiente.
La corona secundaria a las 4:30 h sirve para girar el bisel interno. No cuenta con sujeción alguna y el bisel tiende a girar por sí mismo. Por lo tanto, su uso para practicar el buceo no es recomendable. Dicho esto, cabe recordar que este tipo de relojes estaban pensados para las actividades subacuáticas de carácter recreativo y no para las de índole profesional. Esta corona secundaria tiene el mismo acabado y firma que la principal.
La esfera es plateada con un fino patrón vertical, que se aprecia en la siguiente imagen macro.
El dial está marcado en varios sitios, pero por lo general está en buenas condiciones dada la edad del reloj. Tiene la patina justa…
La esfera cuenta con marcadores aplicados rectangulares, siendo el de las 12 h doble. Los marcadores llevan material luminiscente. En este caso es tritio, que ya ha perdido casi toda su luminiscencia. Entre los marcadores encontramos la pista de los minutos.
El marcador de las 3 h se omite para dar cabida a la complicación de fecha y día. La ventana es de gran tamaño y está enmarcada. El día de la semana se presenta en negro sobre fondo blanco y la fecha en blanco sobre fondo negro. Este ejemplar sólo ofrece el día de la semana en castellano. Entiendo que los anillos del día de la semana del calibre que equipa este reloj son de lengua única.
El reloj lleva el logotipo “IV” (abreviatura del latín “Invictus”) aplicado a las 12 h. Bajo él vemos las impresión “INVICTA”. A las 6 h encontramos las impresiones “automatic” y “25”. Rodeando el marcador de las 6 h se observa la impresión “T SWISS MADE T”, que hace alusión al tritio que lucen agujas y marcadores.
Las agujas de la hora y los minutos son plateadas y de tipo bastón, con un pequeño relleno de tritio que apenas resplandece. El segundero es plateado y encantadoramente corto. Ni siquiera alcanza la pista de los minutos.
La trasera de acero inoxidable es atornillada y lleva un atractivo pez grabado en su parte central. En la periferia se observan las inscripciones: “INVICTA – SUPERWATERPROOF 10 ATM – INCABLOC – STAINLESS STEEL – SWISS MADE” en un círculo externo y “AUTOMATIC – 27379” alrededor del grabado central.
Las inscripciones nos informan de que se trata de la referencia 27379, pero al igual que ocurrió en la reseña previa del otro Invicta setentero, la referencia también coincide con la de un modelo actual (tratándose en este caso de un Invicta de la línea Disney – Mickey Mouse, en concreto de un reloj de mujer de 38 mm con calibre de cuarzo). Podéis darle al enlace para verlo…
Este modelo equipa el calibre automático suizo FHF 908. Las características detalladas del movimiento, incluido su despiece, las podéis encontrar en este archivo.
En la siguiente imagen se aprecia el calibre con su rotor firmado.
FHF (Fabrique d’Horlogerie de Fontainemelon) fue fundada en 1793. Pasó a formar parte de Ébauches SA en 1926. En 1978, se añadió Adolph Schild al grupo, estableciéndose con ello la empresa ETA SA. Hoy en día es uno de los mayores fabricantes de calibres mecánicos del mundo y está integrada dentro del Swatch Group.
Es un calibre típico de finales de los años 60 y principios de los 70, usado por numerosos fabricantes de relojes de la época, muchos de ellos desafortunadamente desaparecidos durante la crisis del cuarzo. Deriva del calibre FHF 90-9, la versión anterior de carga manual con complicación de día y fecha. Oscila a 21.600 vph (3 Hz), cuenta con 25 rubíes y ofrece una reserva de marcha de 43 horas. Añade cambio rápido de día y fecha, aunque no tiene parada de segundero.
Este calibre en concreto rinde excepcionalmente bien teniendo en cuenta su avanzada edad. La siguiente imagen del reloj en el crono comparador muestra una precisión de +5 segundos/día y una saludable amplitud de 293º. En mi experiencia, los calibres de esta época son sumamente duraderos y fiables, siempre sujeto a que se revisen periódicamente.
Un detalle a tener en cuenta es la peculiar manera de ponerlo en hora, fecha y día. La corona, una vez desenroscada, permite cargar el reloj con remonte manual. Cuenta con una segunda posición que se utiliza para fijar la hora y el día de la semana. El cambio rápido de día requiere ajustar repetidamente la hora entre las 9 h y las 3 h. Con el día bien puesto, se procede a ajustar la hora. Ahora ya se extrae la corona hasta su tercera posición para cambiar la fecha sin alterar la hora o el día de la semana. Extraer la corona hasta la tercera posición requiere un buen tirón, algo que no es especialmente apetecible cuando se trata de un reloj tan longevo y que además pertenece a un tercero.
Como apreciaréis en muchas de las imágenes, el reloj incluye el brazalete original. Es ligero, una característica bastante típica de la época. Lleva terminales sólidos de19 mm de ancho. Sin embargo, nada más superar la longitud de la caja, el primer eslabón se ensancha hasta los 22 mm, que es una medida mucho más acorde con el diámetro del reloj. El brazalete es ahusado, estrechándose hasta los 16 mm en el cierre. Este último es básico, del tipo desplegable hecho de chapa y con sujeción a presión. Eso sí, el cierre está firmado y cuenta con cinco puntos de micro ajuste, que es de agradecer.
Este reloj lo adquirió nuestro compañero @nicaragon hace unos meses por algo menos de €100. Dado que hay un ejemplar (con la esfera azul) a la venta en Chrono24 por aproximadamente €1.000, me parece una compra acertadísima. Este tipo de relojes son difíciles de encontrar y mi opinión es que tenderán a apreciarse si Invicta apuesta por reeditar sus viejos modelos. No hay garantía alguna de que esto vaya a ocurrir. Pero, la marca ha empezado a mostrar alguna señal en este sentido y es una pauta bastante generalizada de la industria. Creo que Invicta tiene un buen catálogo y la capacidad financiera y comercial para ir en esta dirección estratégica. Es sólo cuestión de decidirse.
De todos modos, considero que el valor económico de piezas de este tipo es lo de menos. Este reloj tiene un diseño inusual que combina estupendamente función y elegancia. Nos desplaza en el tiempo, a cuando la marca Invicta representaba otra cosa: relojes honestos, bien construidos, duraderos y asequibles. Como ya citó @josevictor en una de sus anteriores entradas, recuerda todo lo bueno antes de que los relojes se transformaran en objetos de lujo, deseo y exhibicionismo.
Ha sido un placer haber podido reseñar esta pieza tan especial. Pero, sobre todo, me alegra mucho que otro compañero haya tenido a bien adquirir un reloj vintage, uno que es merecedor de atención aunque también es verdad que necesitará cuidado a largo plazo. Como ya he dicho muchas veces, invertir en conservar este tipo de relojes me parece una de las mejores maneras que tenemos de devolver algo a esta maravillosa afición.