@josevictor
Hoy me gustaría presentar un reloj vintage de la marca Invicta. Aunque es imposible datarlo con precisión, creo que es de principios de los años 70. Fui el afortunado ganador de esta pieza en una subasta de eBay que concluyó a finales de enero.
Era la primera subasta en la que participaba, así que quizás tuve suerte de principiante. Lo conseguí por un precio de $48 (€40) más $20 (€16) de envío desde Italia hasta Perú: una verdadera ganga por esta joya setentera.
Este es el estado del reloj según lo presentaba el anunciante.
Pero antes de entrar en materia presentando a nuestro protagonista, conozcamos algo de la marca.
La Marca
Invicta Watch Group tiene sus orígenes en 1837, como reza su sitio web y uno de sus antiguos logos.
Sin embargo, esta fecha se refiere al establecimiento del ente familiar Fils R. Picard & Co. y no será hasta 1886 cuando Raphael Picard establece la empresa Invicta en La Chaux-de-Fonds, el centro neurálgico de la relojería suiza.
Nombrada con el término latín que significa “invencible”, el propósito de Raphael Picard era desarrollar buenos relojes suizos a precios asequibles.
La marca obtuvo una gran acogida, quedando demostrado lo que anticipó Picard, a saber: la existencia de un gran mercado potencial entre la clase media con mucha gente interesada en adquirir buenos relojes a precios asequibles. Invicta los suministró en gran medida basándose en ébauches de terceros, principalmente de Adolph Schild a principios del s. XX. Recordemos este nombre porque nuestro protagonista equipa un gran calibre de este fabricante.
Desde la década de los años 20 del siglo pasado, Invicta ha estado estrechamente ligada con el mercado norteamericano, donde operó durante mucho tiempo a través de la Seeland Watch Company. La marca Seeland de hecho, pasó a integrarse en Invicta en 1940, cuando quedó registrada como suya.
Existen numerosos ejemplos de material publicitario conjunto en las siguientes dos décadas, como el que mostramos a continuación de 1948.
En 1968, Invicta pasó a formar parte del grupo SGT, Societe des Garde-Temps SA, una federación de productores suizos. Inicialmente formada por las marcas suizas Avia, Fleurier Watch, Helvetia, Invicta, Sandoz y Silvana, más tarde se unirían otros fabricantes helvéticos y productores americanos, como Waltham a partir de 1970.
A pesar de este esfuerzo por consolidar marcas, en 1981 la crisis del cuarzo se llevó por delante el grupo SGT, que en su momento había sido el tercer gran grupo relojero del mundo en términos de volumen. Sus marcas y los activos se liquidaron.
La marca Invicta en concreto pasó a ser titularidad de la suiza Ondix SA en 1983. Hasta 1990 no se conoce actividad alguna, pero ese año Invicta trasladó su sede a Hollywood, Florida, teniendo desde entonces su base corporativa allí. 1990 también es el año del lanzamiento del célebre Invicta Pro Diver.
En el 2004, la empresa pasó a denominarse Invicta Watch Group y comenzó a añadir marcas adicionales a su cartera. Su última adquisición significativa fue la relojera Glycine en el año 2016. También ha establecido un alto número de colaboraciones con prestigiosas empresas (Marvel, Disney, etc.) para crear colecciones de relojes y ha añadido líneas adicionales de negocio en el segmento de los accesorios.
El Reloj
Como ya comenté en mi reciente reseña sobre el cronógrafo Invicta 35113, entre los primeros relojes que adquirí hubo algunos de la marca Invicta.
Con el tiempo he visto crecer las numerosas críticas que recibe la marca, por lo general alegando que ha perdido su esencia y que en la actualidad fabrica relojes gigantescos y de mal gusto que distan mucho de su estilo original. Si bien muchas de estas críticas están justificadas, en tiempos recientes Invicta se ha esforzado para sacar al mercado piezas inspiradas en su catálogo antiguo, incluyendo el citado crono que considero una reedición muy atractiva, además de asequible.
Por todo ello reconozco que tengo cierto apego, incluso cariño, hacia la marca y he intentado hacerme con una pieza de aquellas que se fabricaron en Suiza cuando la marca gozaba de mayor prestigio, reconocimiento y respeto por parte de los aficionados. En este tipo de búsquedas cabe ser paciente, así que pasó cierto tiempo hasta encontrar una subasta de un pequeño reloj automático con remonte manual. La subasta se repitió varias veces, sin pujadores. Al final decidí intentarlo y voilà, aquí está.
El reloj es “petite”, siguiendo los cánones de la época. Su caja cromada es tipo cojín con 35 mm de diámetro y 42 mm de longitud (“lug-to-lug). Su grosor es de 13 mm y entre asas encontramos una medida de 18 mm. Es un tamaño compacto que en mi muñeca funciona muy bien.
Lleva un fino bisel estriado, sobre el que sobresale una cálida cúpula de plexi, que está en un gran estado. Posiblemente el cristal haya sido reemplazado en algún momento, o incluso pulido en el “servicio” que el vendedor citaba que tuvo lugar en noviembre del año pasado.
La trasera de acero inoxidable es atornillada con un atractivo pez grabado en su parte central. En la periferia se observan las inscripciones: “INVICTA – SUPERWATERPROOF 12 ATM – INCABLOC – AUTOMATIC – 27098 – STAINLESS STEEL BACK – SWISS MADE”.
De estas inscripciones infiero que la referencia es la 27098, aunque no debe confundirse con la actual con la que comparte número (tratándose en este caso de un crono negro y amarillo de 52 mm de la colección Invicta DC Comics). Dadle al enlace para entreteneros un rato…
La corona es de grandes dimensiones y va roscada. Viene firmada con el logo antiguo de la marca.
La esfera es plateada y se observa una agradable patina, sin ser excesivamente pronunciada. Los marcadores aplicados son plateados y se conservan relativamente bien. No hay numeración alguna en la carátula.
El reloj lleva el logotipo “IV” (abreviatura del latín “Invictus”) aplicado a las 12 h. Bajo él vemos las impresiones “INVICTA” y “25 JEWELS” en dos líneas de texto.
La ventana enmarcada de día y fecha está a las 6 h, con presentación vertical. El fondo del anillo del día es blanco y el de la fecha negro. Alrededor e esta ventana se observa la impresión “SWISS MADE”.
El reloj lleva agujas plateadas tipo bastón, también en muy buen estado de conservación.
El resultado, como podéis ver a continuación, es una nítida esfera con una perfecta simetría.
Este modelo equipa el calibre automático suizo Adolph Schild 1906. Según Ranfft, se trata de un calibre típico de finales de los años 60 y principios de los 70. De hecho, en aquel momento era considerado uno de los mejores movimientos producidos en masa. En 1967, Jaeger-leCoultre llegó a montar este calibre en su modelo Jaeger-LeCoultre Club, como alternativa asequible.
La variante 1906 de esta familia de calibres es la que oscila a 21.600 vph (3 Hz) e incorpora complicación de día y fecha. El rotor en este caso se presenta firmado. Según reza la esfera, el calibre cuenta con 25 rubíes. Ofrece una reserva de marcha de 44 h. No tiene cambio rápido de día o fecha.
La caja necesitaba urgentemente una limpieza y la correa era de muy baja calidad, aunque no tengo queja porque el precio que pagué fue una verdadera ganga. Como es de esperar lo llevé a mi relojero nada más llegar para que lo comprobara y le hiciera una limpieza y aceitado al movimiento. La caja me la devolvió para que yo mismo la limpiase y darle un ligero pulido. Está en bastante buen estado salvo el cromado de la parte posterior que rodea la trasera atornillada, donde se observan evidentes signos de uso.
Después de una semana ya está montado y con una correa más decente.
Estoy muy contento con esta compra.
Es el arquetipo de reloj de la época en que se fabricó y representaba muy bien el posicionamiento de la marca entonces: es honesto, está bien construido, es evidentemente duradero y sigue siendo asequible. Creo que transmite muchas buenas sensaciones antes de que los relojes (por norma general) se convirtieran en objetos de lujo, deseo y exhibicionismo.
Su compra ha satisfecho un deseo que arrastraba desde hace tiempo. Además, como amante de los relojes, me ha complacido gratamente haberle dado una segunda oportunidad a esta hermosa pieza para lucirse y seguir latiendo durante mucho tiempo.
Debo comentar que después de varios días de uso continuo, este reloj funciona perfecto, con una precisión que cualquier reloj nuevo envidiaría ?… Fue una excelente adquisición.
¡Excelente caza José Víctor! ?
Gracias Víctor por compartir esa pieza y yo también creo que fue un chollo conseguirlo a ese precio. Esto de los relojes vintage se esta poniendo complicado. Cada vez los precios son más altos.
Espero leerte pronto de nuevo por aquí.
Muchas gracias Víctor por enseñarnos esta magnífica pieza!