@horology_cr
Hoy vamos a ver los detalles sobre la que fue mi primera compra del 2022, el Junghans Meister Kalendar (Ref. 027/4505.44). Fue una compra que, extrañamente, no fue nada impulsiva, sino más bien todo lo contrario ya que llevó análisis, investigación y búsqueda antes de concretarla.
Nota del editor:
El autor de este artículo, Adrián Carballo, es administrador del grupo de Facebook Horology CR: Todo Sobre Relojes, situado en Costa Rica.
Esta entrada es una versión editada y ampliada de contenido publicado el 20/05/2022 en Facebook.
Todo empezó el 9 de enero de este año, tras preparar para el grupo de Facebook una pequeña introducción a la marca Junghans.
No es mi intención en esta entrada adentrarme en la historia de esta interesante marca alemana, pero si quiero aportar alguna pincelada sobre el devenir de este histórico fabricante.
Fue fundada en 1861 en Shramberg, Alemania, por Erhard Junghans.
La empresa empezó su andadura produciendo componentes para los relojes de la Selva Negra, como cajas de madera, letreros de bronce, manecillas, puertas de vidrio, ganchos de alambre, bisagras y péndulos. Pero los primeros relojes completos se produjeron apenas cinco años después, a partir de 1866. La empresa creció rápidamente durante el resto del s. XIX, empezando a exportar relojes a partir de 1890, momento en el que nace el logo, en forma de estrella de ocho puntos, que sigue siendo utilizado a día de hoy.
En 1903, Junghans era el mayor fabricante de relojes del mundo, contando con una plantilla de 3.000 empleados.
Como el resto de las marcas relojeras, Junghans se fue adaptando al cambiante mundo de los relojes, pasando por los mismos altibajos que el resto del sector. Se adaptó a la transición del reloj de bolsillo al de pulsera. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1965 empezó a producir relojes “Bauhaus”, en colaboración con el artista suizo Max Bill. Aguantó el envite del cuarzo, de hecho, lanzó el primer reloj de pulsera alemán de estas características, el Astro-Quartz.
Como podemos ver, no se trata de una marca novata, más bien cuenta con un longevo pasado que se ha caracterizado por seguir siempre hacia adelante, adaptando tecnologías de vanguardia en la fabricación de sus relojes. Y, críticamente, más de 160 años tras su establecimiento sigue siendo una firma independiente de titularidad alemana, un hecho del que la marca se enorgullece mucho.
A pesar de este interesante legado, Junghans sigue siendo una relativa desconocida para muchos; hecho que seguramente me llevó a decidirme a comprar un reloj de esta marca. Pero no fue una elección fácil, pues el catálogo tiene mucho que ofrecer. Estos son algunos de los candidatos que consideré.
Fuente: https://www.junghans.de/en/
Los dos finalistas fueron el Meister Chronoscope y el Meister Kalendar. Fue reñido, pero al final me decanté por el Kalendar ya que llevaba algún tiempo detrás de una pieza con la complicación de fase lunar, descrita en amplio detalle por el compañero @aviation_watch (Adam) en su entrada Complicaciones: Fase Lunar.
Ya lo sé, no se trata de una complicación especialmente útil, pero visualmente me parece muy hermosa. Mi grial con dicha complicación es otro reloj, el también alemán Glashütte Original PanoMaticLunar, aunque desafortunadamente este bello reloj se aleja algo de mi presupuesto.
Después de haber tomado la decisión empezó la famosa cacería: revisar constantemente eBay, Chrono24 y demás sitios hasta lograr encontrar uno que se ajustara a mi presupuesto y gusto. Debo confesar que inicialmente tenía en mente la opción con dial azul y correa de piel café, que podéis ver a continuación.
Finalmente, el que se ajustó a mi presupuesto fue el modelo con dial antracita y brazalete de acero. Se trata de una referencia descatalogada, pero algún que otro distribuidor de la marca lo sigue ofertando.
Muy bien, ahora sí, manos a la obra y veamos nuestro protagonista de hoy.
Si me habéis leído con anterioridad sabréis que me gusta empezar describiendo el dial de un reloj.
Su color es una mezcla entre antracita y gris. A la hora de comprarlo en línea imaginaba que sería más oscuro, pero para mi sorpresa y agrado, el color del dial dista mucho del negro. Vemos un acabado con efecto “rayos de sol”, motivando que la intensidad del color antracita/gris varíe considerablemente dependiendo de la luz que incide sobre la esfera. La forma curva del dial es muy notable, siguiendo por completo la estética de la caja y del cristal.
La esfera combina índices impresos con marcadores aplicados tipo bastón en los cuartos, siendo el de las 12 h de gran tamaño. Este formato se repite a las 3, 6 y 9 h, pero con índices de menor tamaño. El de las 6 h se encuentra ligeramente recortado para acomodar la complicación de fecha y fase lunar que muestra el subregistro (las veremos más adelante). Los marcadores aplicados tienen un acabado pulido. Cada cinco minutos vemos grandes indicadores impresos, con marcadores mucho más pequeños cada minuto/segundo.
No creo tener en la colección otro reloj con una combinación de índices tan particular. Es de un estilo decididamente “Bauhaus”, algo en lo que la marca es especialista. El resultado me parece elegante y funcional a la vez.
En la esfera también vemos impresa a las 12 h la estrella de ocho picos, mencionada anteriormente en la introducción de este artículo. En el centro de la misma encontramos una “J”, aunque sólo se puede percibir bajo el aumento de alguna lente. Debajo de esta estrella encontramos impreso el nombre de la marca “JUNGHANS”. La única otra inscripción que encontramos en el dial es “MADE IN GERMANY” a las 6 h, dividida por el índice aplicado en esa posición.
La esfera cuenta con cuatro agujas. Las de las horas y los minutos son de gran tamaño, de estilo Dauphine, con un acabado pulido. Llevan material luminiscente, que, honestamente, no resplandece en exceso, Además, creo que sobra en este estilo de reloj. También vemos una segundera pulida con forma de estilete y con su terminación curvada, siguiendo el contorno del dial. Dicha aguja también cuenta con un contrapeso romboidal.
Y ahora llegamos a la parte más interesante del dial: la presentación de las complicaciones.
Normalmente, cuando pensamos en un reloj con calendario completo nos vienen a la mente diales algo ocupados. Sin embargo, en este caso, Junghans mantiene un estilo Bauhaus minimalista para mostrar estas funciones sin recargar la esfera. En primer lugar, a las 10 h vemos una abertura rectangular que muestra el día de la semana. Su fondo es blanco y el texto aparece en negro. Exactamente al lado contrario, a las 2 h y ofreciendo una simetría perfecta, encontramos el indicador del mes, siendo también un rectángulo recortado en el dial con las mismas dimensiones que su gemelo que indica el día. Finalmente, a las 6 h podemos ver un subdial en el que una pequeña aguja indica la fecha y la fase lunar se presenta en un semicírculo del tipo “bosom” (o seno). La fase lunar cuenta con un fondo azul donde podemos ver la transición de la luna desde la luna nueva (cuando no hay luna) hasta la luna llena, cuando el astro, representado por un círculo de color plata, llega a ocupar el centro del cielo. Es interesante mencionar que la luna se ve acompañada por algunas estrellas. Una de ellas, la más grande, resulta ser justamente, la estrella de ocho picos de Junghans, incluida la “J” en su centro. A simple vista no se puede observar especialmente bien, pero la siguiente imagen macro la muestra.
Descrito el dial, pasemos al cristal que lo cubre. En este caso se trata de un cristal acrílico. También conocido como plexiglás, fue un material muy popular en tiempos pasados, aunque muy poco visto en tiempos recientes, sobre todo si pensamos en relojes de esta gama de precios. De hecho, el único reloj “premium” que me viene a la cabeza que usa un cristal acrílico es el famoso Speedmaster. Ahora, Junghans menciona que su plexi está recubierto (con SICRALAN®) para dotarlo de mayor resistencia a los arañazos, la que suele ser la debilidad asociada con este tipo de cristales.
La verdad, no sé qué tan cierto será este tipo de protección y tampoco quiero ponerlo a prueba. También quiero citar que la gran mayoría de las versiones del Meister Kalendar en el catálogo actual equipan un cristal de zafiro.
Es cristal acrílico en sí es altamente abovedado, siendo la cúpula muy pronunciada. Al estar hecho de plexi, cuenta con una magnífica claridad y le otorga al reloj un aspecto muy vintage, que personalmente me parece espectacular.
Es interesante que este cristal no lleve bisel de ningún tipo para protegerlo, asentándose directamente sobre la caja del reloj.
La caja es de acero inoxidable con un acabado íntegramente pulido.
Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/
Mide 40,4 mm de diámetro, sin contar con la corona. Si bien la caja tiene una sección relativamente vertical en su sección más alta, luego vemos una curva muy pronunciada que llega hasta el fondo de la caja. Me parece que la forma, sumado a las cortas asas con caída, hacen que la caja se vea bastante más delgada que sus 12 mm de grosor, ya que el perfil lateral es muy reducido.
El fino grosor, unido al contenido largo (“lug-to-lug”) de 45 mm, permiten que el reloj se sienta sumamente cómodo una vez puesto en la muñeca. Puesto, luce algo más grande de lo que es en realidad al ocupar la esfera la mayor parte del diámetro del reloj.
La corona es a presión. Es pequeña, estriada y lleva firma.
En los bajos curvos de la caja podemos encontrar dos pequeños pulsadores a cada lado. Nos permiten acceder al ajuste de las distintas complicaciones del reloj con una pequeña herramienta de plástico suministrada con el reloj. El de las 10 h ajusta el día de la semana; el de las 8 h ajusta la fase lunar; el de las 2 h ajusta el mes; por último, el de las 4 h es para avanzar el día del mes.
El reloj brinda una resistencia al agua de 30 m. Es un nivel de protección básico, a prueba de salpicaduras y poco más.
El fondo de la caja es de exhibición, con zafiro en este caso. Nos permite ver el calibre Junghans J800.3. Su base es el ETA 2824-2, evidentemente modificado para ofrecer las diversas complicaciones. Para este propósito Junghans usa el módulo Dubois Depraz 9310. La decoración del calibre es básica, pero está bien ejecutada. Vemos un rotor acabado con Côtes de Genève que lleva la firma de la marca.
Este modelo llega con un brazalete de acero de eslabones estrechos (“narrow link”). Me parece muy bien construido, estando formado por series de nueve pequeñas partes que alternan acabados satinados y pulidos. Esta gran cantidad de pequeñas piezas por eslabón le dan una gran elegancia, pero lo hace bastante complicado de ajustar uno mismo. Realmente fue una prueba de paciencia.
Los últimos eslabones en el encuentro con el cierre de tipo mariposa vienen firmados: uno incluye el nombre de la marca y el otro el logo. El brazalete es cómodo, aunque lamentablemente carece de micro ajuste. Otra pega es la infame medida de 21 mm entre las asas, aunque tampoco es un drama encontrar correas de ese ancho. El ahusamiento hasta el cierre (de 18 mm) es moderado.
El precio oficial de la versión con cristal acrílico (con esfera azul) es de €1.990. La versión de color antracita con plexi, aunque ya fuera de catálogo, la he visto anunciada por varios distribuidores en la UE desde €1.700, aproximadamente.
Estéticamente, el reloj me encanta. Es remarcable la sencillez con la que Junghans logra acomodar todas las complicaciones que lleva, manteniéndose fiel a ese look “Bauhaus” que distingue a la marca desde hace casi 70 años. Los acabados del reloj me parecen muy bien cuidados. El dial, la caja, el brazalete… todo, de hecho, transmite una sensación de gran calidad.
Quizás el plexi no sea para todos, sobre todo en esta gama de precios. Añade carácter, pero posibles problemas a largo plazo. Las versiones con zafiro tienen un PVP €200 más alto. Otro punto en contra podría ser la pobre resistencia al agua, que, aunque conforme con el estilo del reloj, limita el uso que podamos darle. Por último, la luminiscencia es decepcionante. Yo, la verdad, ni siquiera la hubiera incluido.
Aunque el calibre se basa en un ébauche común, no creo que este factor se le pueda echar en cara al reloj ni a la marca. Si quisiéramos un calendario completo y fase lunar con calibre manufactura tendríamos que pagar muchos miles de euros más.
En conclusión, creo que la propuesta de Junghans es realmente buena. Incluso por el precio oficial de €1.990 se obtiene un gran reloj. Además, rebuscando, como hice yo, podréis encontrarlo algo más económico. Yo estoy muy satisfecho con la compra. Es un reloj que disfruto mucho cuando lo llevo y que además recibe numerosos elogios y comentarios de los compañeros de afición. Si buscáis un reloj mecánico con calendario completo y fase lunar, creo que el Junghans Meister Kalendar es una gran opción.
Un reloj serio, discreto y con mucho encanto. Muchas gracias por compartir Adrián.
Siempre encantado de poder colaborar con este genial sitio y pues sí, la verdad estoy enamorado de esta pieza