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Complicaciones: Fase Lunar

@aviation_watch

En esta introducción examinamos la complicación mecánica de la “fase lunar”. Es una complicación histórica y sigue siendo especialmente popular en los relojes de vestir. En la entrada veremos su historia, las diferentes implementaciones técnicas de la complicación y mostraremos ejemplos de relojes que la utilizan, para todo tipo de presupuestos.

¿Qué Es Una Fase Lunar?

Antes de entrar en materia debemos detenernos a entender lo que es la fase lunar.

De forma resumida, las fases lunares son los cambios aparentes de la parte visible iluminada de nuestro satélite. Asumo que todos conocéis las distintas fases: luna nueva, luna creciente, luna llena y luna menguante. A continuación podéis ver la fabulosa animación de Tomruen que incluye la biblioteca de Wikimedia Commons.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Fase_lunar

Debo citar tres aspectos técnicos importantes sobre estos cambios “aparentes”.

En primer lugar, la Luna gira sobre sí misma, pero su velocidad de rotación está sincronizada con su velocidad de revolución (el tiempo necesario para completar una órbita alrededor de la Tierra, o mes sideral, que tiene una duración de 27 días, 7 horas, 43 minutos y 12 segundos). Sobre esta sincronización no me voy a detener, pero tiene más o menos la misma explicación que las mareas, es decir, se debe a las fuerzas gravitacionales. Con lo que nos tenemos que quedar es que la Luna gira exactamente una vez cada vez que completa una orbita alrededor de la Tierra, por lo que siempre vemos la misma cara de la Luna. La parte opuesta (conocida como “Dark Side of the Moon”) sólo se conoce gracias a las misiones espaciales tripuladas o los satélites que han orbitado la Luna.

En segundo lugar, mientras que la Luna completa una revolución alrededor de la Tierra, la Tierra continúa en su propia órbita alrededor del Sol. Por lo tanto, la Luna tarda algo de tiempo adicional (tras completarse un mes sideral) en posicionarse en el mismo lugar con respecto al Sol. Esto es lo que completa un mes sinódico, o el aparente ciclo completo de las fases lunares. Su duración es de 29,53 días de media (29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,9 segundos). La descripción “de media” es un aspecto importante, ya que tanto la órbita de la Tierra como de la Luna tienen perturbaciones por lo que el tiempo real para completar el ciclo de las fases lunares de hecho varía entre 29,27 y 29,83 días, aproximadamente.

Por último, hay que tener en cuenta el fenómeno de la libración, o el aparente bamboleo de la Luna que se observa desde un punto fijo en la Tierra. Este bamboleo se aprecia especialmente bien en la primera imagen animada de este artículo. La libración se debe a tres factores: 1) la órbita de la Luna alrededor de la Tierra es ligeramente excéntrica y su velocidad de revolución se acelera cuanto más cerca está de la Tierra; 2) su eje de rotación está algo inclinado; y 3) hay un tercer efecto debido a la rotación misma de la Tierra. Los tres factores combinados permiten que observemos el 59% de la superficie lunar, no exactamente la mitad.

Su Relevancia

Evidentemente hoy en día somos capaces de medir el tiempo con una altísima precisión, basta pensar en los relojes atómicos… Pero, siglos y milenios atrás, el ciclo de las fases lunares fue la base de los primeros calendarios.

Se especula que las noches de luna llena eran no sólo anticipadas con precisión en el paleolítico, sino que seguramente se aprovechaban para menesteres como la caza o los desplazamientos dada su especial luminosidad.

Tampoco nos debe extrañar que las primeras civilizaciones establecieron rápidamente la coincidencia temporal entre los meses lunares y ciertos fenómenos naturales, desde la menstruación al ciclo de las mareas. Es por ello que los primeros calendarios se basaron en los ciclos lunares, como el chino, el babilonio o el egipcio.

Con el tiempo estos calendarios se adaptaron para ser lunisolares, introduciendo ajustes periódicos ya que 12 meses sinódicos no equivalen exactamente a un año solar. Como ejemplo, ya en el 4000 AC, el calendario cívico egipcio añadió 5 días a los 12 meses lunares (de 30 días cada uno).

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Fuente: Dominio público.

Calendarios de este tipo siguen empleándose, particularmente en el ámbito cultural o religioso. Ejemplos de ello son el chino, el hindú o el hebreo. Además, el calendario musulmán sigue siendo estrictamente lunar.

Aunque no hay ninguna evidencia científica que lo avale, las fases lunares se han asociado tradicionalmente con ciertas actividades agrícolas. En la cultura moderna, las fases lunares también tienen una gran influencia en corrientes culturales holísticas.

Historia

La primera representación mecánica de la fase lunar se remonta a la época griega, en concreto la del extraordinario mecanismo conocido como Anticitera, datado entre el s. I y s. II AC. Se recuperó de un pecio a principios del s. XX.

En la siguiente imagen podemos ver su estado.

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Fuente: https://www.britannica.com/topic/Antikythera-mechanism

Mientras que en la siguiente estampa se ofrece la interpretación más contemporánea de sus sistema de engranajes.

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Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:AntikytheraMechanismSchematic-Freeth12.png

Del s. XI hay constancia de una magnifica torre astronómica diseñada por Su Song, en la China imperial.

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Fuente: Dominio público.

Del s. XII destaca el “reloj del castillo” de Al-Jazari, en Mesopotamia, impulsado por agua. Se trataba de un dispositivo complejo que tenía más de 3 m de altura e incluía múltiples funciones además del cronometraje. Entre ellas una visualización del zodíaco, la órbita solar y la lunar.

No hay importantes avances hasta el medievo europeo, cuando empiezan a aparecer relojes astronómicos, tanto en formato de relojes independientes como relojes de fachada.

Entre la primera categoría destaca el desarrollado por Richard de Wallingford en 1330 y el extraordinario Astrario de Giovanni Dondi dell’Orologio de 1388. Desafortunadamente, ninguno de ellos se ha conservado, aunque del segundo existe una reproducción en el Museo Nazionale della Scienza e della Tecnologia de Milan, que muestro a continuación.

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Fuente: https://www.museoscienza.org/en

Entre los segundos, quizás el más famoso de todos ellos sea el de Praga, cuya parte central se completó en 1410.

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Fuente: https://www.prague.eu/en/object/places/3129/astronomical-clock

Con el Renacimiento se descubre que la Tierra no es el centro del Universo y con ello el interés por los relojes astronómicos en los edificios caen en cierto desuso, aunque estas complicaciones se empiezan a incorporar a partir del s. XVI a relojes de sobremesa.

En el s. XVII, los maestros relojeros alemanes obtenían su acreditación tras desarrollar un complejo reloj astronómico de mesa. Un buen ejemplo sería el siguiente ejemplar de Thomas Starck de 1620.

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Fuente: https://www.britishmuseum.org/collection/term/BIOG79401

A partir del s. XVIII, este tipo de relojes se hicieron muy populares en Gran Bretaña, principalmente como objetos de exhibición. Un buen ejemplo sería este reloj de John Naylor de circa 1720.

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Fuente: https://www.britishmuseum.org/collection/object/H_1985-1005-1

Con la capacidad demostrada de miniaturizar complicaciones de todo tipo, no debe sorprendernos que la fase lunar llegase a los relojes de bolsillo a partir del s. XVIII. En su versión más sencilla, como veremos un poco más adelante, la fase lunar es relativamente fácil de implementar. Además, desde mediados del s. XVIII, la complicación de fase lunar empezó a estar estrechamente vinculada con la de calendario perpetuo, siendo Thomas Mudge el que introdujo el primer reloj con ambas complicaciones en 1762.

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Fuente: https://www.sothebys.com/en/auctions/ecatalogue/2016/john-harrison-enduring-discovery-l16055/lot.28.html#

Por supuesto, la características de los relojes astronómicos también se transmitieron a los relojes de bolsillo en el s. XVIII. Como muestra, esta pieza de George Margetts de 1778, también parte de la extensa colección horológica del British Museum.

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Fuente: https://www.britishmuseum.org/collection/object/H_1898-1217-1

La tradición de los relojes astronómicos sigue sorprendentemente viva, aunque hoy en día representa un segmento muy pequeño y especializado del mercado. En la actualidad, encontramos hasta ejemplares de relojes de pulsera con estas complicaciones, aunque esto va bastante más allá de la fase lunar que nos atañe hoy. Sigamos por tanto la línea del tiempo…

En 1925, se presentó el primer reloj de pulsera con fase lunar. Dicho esto, su atractivo principal era el calendario perpetuo que incorporaba. El reloj en cuestión es el Patek Philippe 97975. Empleaba un calibre que había sido desarrollado 27 años antes para relojes colgantes de dama. En la siguiente imagen podemos apreciar esta maravilla de tan sólo 34,4 mm de diámetro. En estos artículos (aquí y aquí) podéis ver extensos detalles sobre la historia de este reloj.

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Fuente: https://revolution.watch/1925-patek-97975-the-worlds-first-perpetual-calendar-wristwatch/

Las Implementaciones

Como mencioné más arriba, el mes sinódico típico dura aproximadamente 29,5 días.

Comúnmente, la fase lunar se muestra a través de una abertura semicircular. En el diámetro que divide el subdial donde se muestra, se suelen observar dos contornos semi circulares. Estos permiten representar las fases creciente y menguante de la Luna. Cuando está en su posición más alta indica la fase de luna llena, mientras que cuando desaparece señala la luna nueva. La forma de estos semi círculos es el motivo por el que está presentación es conocida como la del tipo “seno” (de “bosom” en inglés).

Veamos esta tipo de presentación en el Glashütte Original PanoMaticLunar.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/

Bajo esta abertura hay un disco con dos lunas y frecuentemente más elementos decorativos. El disco está impulsado por una rueda motriz con 59 dientes. Cada 24 horas este disco avanza un paso, coincidiendo con el cambio de fecha. Al completarse un ciclo lunar desaparece la primera luna bajo uno de los senos, para aparecer la segunda luna bajo el otro tras el paso de la luna nueva. El motivo de las dos lunas y los 59 dientes es que se corresponde, aproximadamente, a dos meses sinódicos (59 es igual a 2 x 29,5 días).

Para ajustar la posición de la fase lunar, el reloj suele disponer de un pulsador en algún lugar discreto de la caja. En el PanoMaticLunar está ubicado a las 2 h. En relojes más sencillos a veces se controla desde la primera posición de la corona, normalmente girándola en el sentido contrario al de cambio de fecha. Para consultar la fase lunar en el momento de ajustar la complicación hay innumerables recursos en línea que la presentan. Por ejemplo, la información precisa sobre la fase luna en mi ubicación se muestra aquí.

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Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/

El siguiente vídeo muestra una representación esquemática de como funciona el sistema de 59 dientes y el pulsador para su ajuste.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=k_3V_YtRvMY

Otro tipo de presentación de la fase lunar es la conocida como “radial”. En este caso se añade una aguja que traza el ciclo lunar completo de aproximadamente 29,5 días. Un ejemplo de reloj que emplea esta presentación es el Piaget Gouverneur.

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Fuente: https://www.piaget.com/watches/black-tie/rose-gold-moon-phases-tourbillon-watch-g0a37114

El Jaeger-LeCoultre Master Grand Reveil (un modelo discontinuado) presentaba la fase lunar de este modo, pero empleaba una aguja doble para exhibir la fase lunar en ambos hemisferios.

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Fuente: https://watchesofmayfair.com/brand/jaeger-le-coultre/all-jaeger-lecoultre-watches/jaeger-lecoultre-master-grand-reveil-163842a

Un tercer formato de presentación muestra el disco de la fase lunar íntegro, como en el Rolex Cellini Moonphase, un reloj relativamente reciente (lanzado en el 2017). La verdad sea dicha, no me parece un formato ideal ya que, salvo cuando muestra la luna llena o la nueva, requiere emplear la imaginación (o el conocimiento) para visualizar el tipo de luna que veremos en el cielo nocturno. Dicho esto, creo que cualquier esfuerzo por presentar la complicación de un modo distinto y original merece elogio.

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Fuente: https://www.rolex.com/es/watches/cellini/m50535-0002.html

Luego ya llegamos a otras presentaciones más extremas. Entre ellas destacaría las creaciones del relojero independiente finlandés Stepan Sarpaneva, el genio creador tras la prestigiosa micro marca SUF (SarpanevaUhrenFabrik). Sus diseños incorporan una abertura circular bajo la que gira un disco con una gran luna que crece y mengua según avanza.

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Fuente: https://www.sarpanevawatches.com/

El tipo de mecanismo de 59 dientes es simple, pero la diferencia entre los 29,5 días que asume es la duración de un mes sinódico y los 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,9 segundos de media que tiene introducen un error. En concreto, la fase lunar de este tipo de mecanismos se adelantará 0,03 días por mes, más o menos. En otras palabras, cada dos años y siete meses, aproximadamente, habría que retrasar la fase lunar un día. En la práctica esto supone avanzarla 58 pasos usando el pulsador (avanzarla sólo 29 pasos dejaría la fase lunar medio día atrasada).

De todos modos, como ocurre con muchos otras complicaciones, ha habido una imparable “carrera armamentística” con vista a aumentar la precisión de la complicación de la fase lunar.

En primera instancia, reemplazando la rueda de 59 dientes por una de 135 con engranajes adicionales de 7 y 16 dientes, respectivamente, permite que el mes sinódico presentado por la fase lunar tenga una duración de 29 días, 12 horas y 45 minutos (su giro completo requiere 59,0625 actuaciones del tren motor, el resultado de dividir 135 entre 16/7). Esto supone que, de no pararse el reloj, sólo habría que ajustar su fase lunar una vez cada 122 años, aproximadamente.

Gracias al siguiente vídeo de A. Lange & Söhne, también podemos observar esquemáticamente el funcionamiento de estos mecanismos con mayor precisión.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=mcg_7DmGMPs

Además, ciertas marcas de prestigio han desarrollado trenes de engranajes todavía más complejos, con el único afán de ampliar su precisión. Un ejemplo sería el IWC Portugieser Gande Complication, un reloj cuyo calendario perpetuo y fase lunar mantienen su precisión teóricamente durante 2.499 años. El precio de un reloj de estas características asciende a CHF250.000 (€226.000). El objetivo en estos casos suele ser aumentar el prestigio horológico de las marcas que desarrollan estos mecanismos, ya que estos relojes requerirán servicio mucho antes de que expiren los 122 años de precisión que se obtienen con el tren de engranajes que emplea la combinación 7-16-135. Además, es evidente que el ajuste cada dos años y medio del sistema más básico, el que emplea una rueda de 59 dientes, es perfectamente práctico.

También queda citar una serie de relojeros que se han especializado en esta complicación en concreto. Creo que tres de ellos merecen mención especial.

El primero que quiero destacar es Ochs und Junior, un relojero que ha aumentado la precisión de la complicación de fase lunar hasta los 3.478 años con una solución modular añadida a un calibre común como el ETA 2824-2. Emplea un tren de engranajes epicicloidal impulsado por un piñon central unido directamente al tubo horario. Hace girar el disco lunar debajo del dial en sentido antihorario. Su Moon Phase, un reloj personalizable, se vende por CHF8.000 (€7.235), una cifra relativamente modesta para un reloj que ofrece esta increíble precisión.

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Fuente: https://www.ochsundjunior.swiss/watches/moon-phase/gallery/

El segundo en esta lista es Christiaan van der Klaauw, un relojero holandés especializado en relojes astronómicos. Su Real Moon Joure, aparte de presentar la complicación con una luna tridimensional que rota dentro de su subesfera, ofrece una precisión de 11.000 años. Este reloj, en acero, tiene un precio de €25.950, de nuevo una cifra que parece más que razonable para una pieza tan singular.

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Fuente: https://www.klaauw.com/eng/cvdk-real-moon-joure-ckrj3324

Y para acabar es imprescindible citar al maestro relojero independiente Andreas Strehler. Su oferta en este segmento de la alta precisión es el Sauterelle à lune perpétuelle, equipado con el calibre manufactura 2M. Aunque la presentación de la fase lunar es tipo “seno”, es decir la más común, la precisión de la complicación en este caso supera los 2 millones de años (sí, lo habéis leído bien, millones). El precio de esta pieza en caja de oro rojo es de CHF98.000 (€88.600) más impuestos.

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Fuente: https://astrehler.ch/sauterelle-a-lune-perpetuelle/

Las Opciones

Por suerte para vosotros, o desgracia, según lo veáis, hay opciones de relojes con la complicación de fase lunar para todo tipo de presupuestos. Existen muchas opciones entre los relojes equipados con calibres de cuarzo. Incluso algunos relojes digitales añaden información sobre la fase lunar, como el económico Casio AQW101-1AV.

Pero bueno, mi intención en esta entrada es presentar ejemplos de relojes mecánicos con fase lunar, en gran medida para ser consistentes con la complicación que hemos ido explorado. No pretende ser una lista exhaustiva, sino una buena muestra del tipo de opciones existentes.

Para empezar contamos con la oferta china de la marca Seagull. Ya fuera de catalogo (pero con algunas unidades todavía a la venta en plataformas como eBay) está el M308. Es el que muestro en la imagen de arriba. Actualmente Seagull tiene en catalogo el modelo Seagull Moon Phase, un reloj bitono de acero con las complicaciones de fecha en subdial, reserva de marcha y fase lunar. La propia marca lo vende en su outlet oficial de AliExpress por €298, más envío y tasas. Tomad nota que en AliExpress se ofrecen muchísimos relojes mecánicos todavía más asequibles descritos como “moonphase”, pero que son relojes “día y noche”, es decir muestran el ciclo diurno (Sol) y nocturno (Luna) sincronizado con una función básica de 24h.

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Aunque la fase lunar no es una complicación que se vea con demasiado frecuencia entre los relojes de origen soviético/ruso, Buran tiene en catálogo un Moonphase mecánico con un calibre Poljot de carga manual. El reloj se vende por $420 (€357) más envío y tasas desde Rusia o por €475 más envío desde Alemania.

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También está la opción del Sturmanskie Open Space Moonphase, una edición limitada equipada con el mismo calibre que cuesta $595 (€508) más envío y tasas desde Rusia o €705 con envío desde Alemania.

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También como opción relativamente asequibles está el Zeppelin Series LZ120 Rome Moon Phase 7108-4. Equipa un Sellita SW280, un calibre automático suizo. Tiene un PVP de €849, aunque lo hemos visto ofrecido en tiendas online por considerablemente menos (€720).

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Desde Japón tenemos la oferta de Orient, en concreto el Orient Star Classic with Moon Phase, un reloj que se puede adquirir por unos €1.500 en Europa, aproximadamente. Por favor no confundáis este genuino reloj con fase lunar con las numerosas versiones del “Orient Sun & Moon”, un reloj con una subesfera que muestra el ciclo “Sol y Luna”, pero de nuevo sincronizado con una complicación de 24h.

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Quizás os sorprenda ver una opción suiza tan pronto en la lista, pero las cuatro versiones del Maestro Moon Phase de Raymond Weil se venden por €1.595.

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Desde Alemania la marca Junghans ofrece el Meister Kalender, un reloj con calendario completo y fase lunar de típica estética Bauhaus. Se vende por €1.990.

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La marca independiente suiza Oris tiene en catalogo el Artelier Complication, otro reloj con calendario completo y fase lunar, ofrecido por un PVP de €2.000.

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La micro marca británica Christopher Ward ofrece el intrigante C1 Moonglow, un reloj “Swiss Made” en el que la complicación de la fase lunar y la luminiscencia dominan el diseño. El reloj tiene un precio de €2.100.

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Entre las marcas Suizas de cierto renombre encontramos la referencia L2.919.4.78.3 de la colección Longines Master Collection, un reloj con un PVP de €2.280.

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El primer reloj en la lista de origen suizo que equipa un calibre manufactura es el Slimline Moonphase Manufacture de Frederique Constant, que se vende por €3.290.

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Subiendo en la escala de precios encontramos el Baume & Mercier Clifton 10459, otro reloj de corte clásico con fase lunar. Su PVP es de €3.950.

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El siguiente reloj en esta lista de precios ascendente es el Portofino Automatic Moon Phase de IWC, un reloj tradicional de vestir tres agujas con la fase lunar muy prominente a las 12 h. Su preció es de €6.700.

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El PanoMaticLunar de Glashütte Original es la primera opción del segmento que designaría como “haute horlogerie”. La marca germana ofrece una gran variedad de acabados y opciones cromáticas para su línea “Pano”. El presentado en caja de acero que incluye fase lunar, con esfera blanca y equipado con correa tiene un PVP de €9.600. Este ejemplar presenta una esfera asimétrica con pequeño segundero además de las complicaciones “Big Date” y fase lunar.

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Un verdadero clásico de la categoría es el Jaeger-LeCoultre Master Control Calendar, con calendario completo y fase lunar. La versión en caja de acero se ofrece por €11.500.

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El siguiente reloj en orden ascendente de precios es el Cellini Moonphase de Rolex. Es un modelo relativamente reciente (del 2017) presentado en caja de oro “Everose”. Se vende por €25.400.

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Para cerrar la lista incluyo el Saxonia Moon Phase (la versión “white gold with dial in argenté”) de A. Lange & Söhne. Presenta la fase lunar en la subesfera de las 6 h, junto al pequeño segundero. Al igual que el PanoMaticLunar, añade la complicación del “Big Date”, en este caso a las 12 h. Su precio es de €31.600.

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Tal como he citado al introducir la lista, no pretende ser ni completa ni exhaustiva. He excluido, a propósito, los cronógrafos que añaden la complicación de fase lunar. Si os soy sincero, no entiendo la presencia de esta complicación eminentemente “de vestir” en relojes a priori “herramienta” y que como mínimo pretenden ser “deportivos”. También he excluido la oferta de los relojeros especializados en la complicación, aunque al mencionarlos más arriba he detallado las piezas que ofrecen y el precio al que se venden.

Conclusión

Imagino que los que hayáis llegado hasta esta conclusión compartiréis conmigo la fascinación por la relojería mecánica en general y esta complicación en particular.

Al igual que ocurrió cuando examiné la complicación de los segundos muertos hace escasos meses, debo remarcar que la complicación de fase lunar no es particularmente útil hoy en día.

A mi ver, su “raison d’être” es meramente adornar relojes de vestir. Pero eso es lo de menos. Creo que nos gustan las complicaciones mecánicas tanto por la ingeniería de alto nivel que incorporan como por la forma casi artística en la que se presentan.

Admirar piezas con esta complicación y, si uno puede, añadirlas a la colección, es una forma de ofrecer un agradecimiento a los grandes relojeros, pasados y presentes, que han ayudado a desarrollar estas pequeñas maravillas.

Concluyo con un carrusel de imágenes del PanoMaticLunar con esfera de rutenio de mi colección particular. Es un reloj que me hace disfrutar mucho de esta afición.

8 comentarios en «Complicaciones: Fase Lunar»

  1. stepona555

    Gracias ,
    Un trabajo muy interesante .
    Uno de mis Casio me ha sorprendido con un desvío de hasta 2 días de fase lunar que muestra .
    Mas tarde lo encuentro y dejo modelo exacto . Algo bastante raro para un reloj digital con calendario perpetuo y de casa Casio.
    Saludos

  2. javierreloj

    Muchas gracias Adam por este gran artículo. La verdad que he aprendido cosas con él. Tengo que reconocer que en mi caja no hay ningún fase lunar y me llaman la atención. En su día después de ver el tuyo ‘busque’ in fase lunar alemán. Encontré uno de la marca union pero no me decidí por quedarse fuera de mi presupuesto. Dejo enlace por si alguien lo quiere ver
    https://www.union-glashuette.com/nl/belisar/chronograph-moon-phase-d009-425-16-017-00

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