@invitado
Nota del editor:
Este artículo está escrito por @thesplitsecond.uk (Edwin), y apareció por primera vez en Scottish Watches el 02/08/2020. Nos gustó mucho su contenido y reproducimos, con permiso, una versión traducida y editada.
Hoy quiero presentaros la primera oferta mecánica de Instrmnt. Se trata de una convincente incursión en el diseño brutalista. Para los neófitos, el brutalismo es una una tendencia arquitectónica de los 50s a los 70s donde destacan por geometrías angulares repetitivas. Esto, ni más ni menos, es lo que nos ofrecen con este reloj herramienta, vislumbrando con esta creación un futuro de enorme potencial para la marca escocesa.
Después de esta elogiadora presentación, sólo quiero recordaros que recientemente arrastré por el fango a los “relojes de moda”. En concreto los más odiados de todos, los de Vincero, por ser simplemente basura.
Por ello ahora siento algo de remordimiento, o más bien una cierta responsabilidad, cuando me acerco al mundo de los “relojes de moda”. Lo debo de hacer con ciertos matices, intentar guardar algo las distancias, no vaya a ser que la gente asuma de partida mi animadversión hacia los mismo. Así que esta reseña no podría haber llegado en mejor momento.
Para mí, el estudio de diseño industrial “Instrmnt”, con sede en Glasgow, representa la antítesis a las bravuconadas hurañas y desagradables de los Vincero y MVMT de turno. Y dejando de lado mi chovinismo escocés, esto es digno de celebrar. Con el lanzamiento del D-Series, el primer reloj mecánico de la marca, tenemos la oportunidad de olvidar nuestros prejuicios y evaluar Instrmnt desde un enfoque totalmente nuevo. Creedme, hay mucho que evaluar.
La marca Instrmnt nació en 2014 y se ha forjado con éxito un nicho de mercado con lo que podríamos denominar “relojes de moda minimalistas”, simultaneando la creación de relojes con el diseño de muebles, sombrillas y… una bicicleta. ¿Por qué, o más bien, y por qué no?
Durante algún tiempo considero que Instrmnt fue sin discusión alguna la marca escocesa de relojes más preeminente, y ciertamente todavía están allí. Su visión particular del segmento siempre fue especialmente adecuada para el mundo de Instagram. Además, sus diseños gozan de cierta proyección y éxito internacional.
Son un ejemplo perfecto de lo que sucede cuando una marca de relojes de moda es fundada por diseñadores gráficos y de producto, en lugar de por licenciados en economía o dirección de empresas. De ello surgen diseños genuinamente propios con un marketing digno que respeta el género y no depende del vacuo y manido mensaje sobre “sacudir la industria”, que no deja de ser un estiramiento, una deformación de la verdad.
Recuerdo que al final de mi artículo sobre Vincero señalé que los “lujos asequibles” no deberían nunca anunciarse explícitamente como tales. Esto mismo es exactamente de lo que estoy hablando. No es necesario “amar” los relojes minimalistas de cuarzo con dial blanco si no son lo tuyo, pero en mi opinión no hay comparación posible entre un Instrmnt 01-Series y las piezas de este tipo que presenta Daniel Wellington. Los separa la alta calidad de construcción en general, el fantástico diseño de caja “industrial-chic” del 01, la ergonomía del dial y las agujas consiguiendo una gran funcionalidad mediante el uso del espacio, el contraste y las proporciones. Un conjunto armonioso a simple vista.
Creaciones como el Instrmnt-01 deberían impresionar, hacer reconsiderar su posición, a cualquiera que crea que todos los “relojes de moda” están igualmente mal concebidos y son sólo merecedores de desprecio.
Con frecuencia, la idea de pagar por diseño, por el valor intangible de la estética, incomoda a muchos aficionados que prefieren centrarse en las especificaciones. Pero estos diseños minimalistas evidentemente gustan a la gente, por lo que es preciso comentarlos, hablar sobre ellos, aunque sea matizándolos. No me causa vergüenza confesar que he recomendado a mis amigos los diseños de Instrmnt; sino hubieran caído en las garras de MVMT, por ejemplo. Llamadme “fanboy” si queréis, pero no todo el mundo quiere un Hamilton o un Orient Bambino. Algunas personas quieren el “look”. Sinceramente creo que Instrmnt es una opción tan válida como cualquier otra.
Tal vez parezca que estoy dedicando demasiado espacio defendiendo el derecho a existir de Instrmnt, pero realmente es porque el D-Series parece estar haciendo lo mismo.
Su diseño está absolutamente cargado de mensaje. Se puede interpretar como una especie de alegato, una afirmación de que la marca tiene habilidades y ambiciones de diseño que trascienden el vertedero que representan muchos de sus rivales. Ya sea porque el panorama de los relojes escoceses cambió mucho con la irrupción de anOrdain, o simplemente porque Instrmnt se estuvo auto limitando por su imagen preestablecida de marca, el resultado final es un giro radical a la izquierda que está lleno de sorpresas. Hablemos de ello.
Todo lo que tenía que haber hecho Instrmnt era meter un calibre mecánico de Miyota en la probada y exitosa caja de la Serie 01, agregar una trasera vista y listo. A partir de ahí, sólo hacía falta comercializarlo como una versión premium. Sin embargo, decidieron saltar a una gama de precio más alta, rompiendo con su propio libro de estilo y diseñando un fornido reloj de buceo impulsado por un calibre Sellita, difiriendo claramente del formato estándar del Rolex Submariner. Francamente, todos estos cambios son un poco alocados, pero da lugar a interpretar las decisiones de diseño que se han tomado. Cosas como esta suponen para mi que los relojes sean un subgénero de diseño de producto tan intrigante. Sin ir más lejos, la decisión de violentar el lenguaje estético minimalista de Instrmnt con el rediseño, o reinterpretación, de uno de los relojes herramientas más icónicos, de por si ya es bastante audaz.
Para citar a Omar Little, “Si intentas matar al rey, mejor que no falles”.
La interpretación de un reloj tipo diver en general, o del Submariner en particular, podría haberse resuelto de varias maneras. Por ejemplo, el D-Series podría haber sido una versión descarada y casi satírica de los “relojes de buceo de lujo”; esos que nadie compra para bucear. Por ejemplo, apareciendo con un bisel fijo, sin lumen y sin resistencia al agua. Pero no, han querido hacer en realidad un diver, con unas especificaciones realmente buenas y mucha influencia de reloj herramienta. Equipado con una resistencia al agua de 200 m, con agujas, marcadores y bisel rellenos de lumen, permitiría a cualquier hipster verdaderamente comprometido bucear con él. Entonces, si no es algún tipo de parodia porno-cómica del Submariner, la decisión de hacer referencia a ese ícono ¿qué significa? ¿Un apretón de manos masónico secreto? ¿Un mensaje codificado de Instrmnt a los escépticos “relojistas”? ¿Un intento de clarificar que aprecian los mismos diseños que tú? Cualquiera que sea la intención, ¿vale la pena este atrevido regate de diseño? Y lo más importante de este nuevo diver ¿es realmente bueno?
La respuesta corta es: sí, es realmente bueno y mejor de lo que esperaba. Tener el D-Series en mi muñeca durante las últimas semanas ha sido realmente divertido, y la escéptica cautela inicial que tuve cuando me lo ajusté ha dado paso a un genuino afecto. Al igual que mi experiencia con el Batavi Kosmopoliet, descubrí que las señas contextuales realmente mejoraron mi apreciación y disfrute de la pieza, pero desde un ángulo totalmente diferente al hedonismo veraniego de ese otro reloj en particular.
El D-Series es severo, angular y sorprendentemente arquitectónico: es como el brutalismo alemán en forma de reloj, golpeando un territorio estético que evoca los gustos de Sinn (más sobre esto más adelante). Mientras que unos (raros) días de clima veraniego y caluroso en los jardines de Princes Street me hicieron apreciar el abandono de cielo azul que ofrece el Kosmopoliet, el ajetreado día a día en el típico paisaje urbano lluvioso de Edimburgo me hizo conectar de un modo muy particular con el D-Series. Me atrae el facetado y cilíndrico diseño del D-Series, su agresividad perfectamente equilibrada por el acabado arenado de la caja de acero 316L y por supuesto la sutil distorsión de su zafiro doble abombado.
Gran parte de la campaña de marketing visual de Instrmnt sobre el D-Series enfatiza, o se basa en, las diversas opciones de correa. Se ofrecen tres NATOs, dos correas de cuero y una de goma, y todas combinan francamente bien. En particular, con la correa de cuero marrón descubrí que el reloj lucía sorprendentemente sobrio y conservaba el atractivo unisex de los “relojes de moda” minimalistas como la Serie 01 de Instrmnt, a pesar de contar con un mayor tamaño y rezumar la masculinidad implícita de un diseño fornido con aire de herramienta como la del D-Series. Sin embargo, aún me transmitió mucho más con el brazalete tipo “Oyster” de acero arenado, una opción en la que la marca no incide demasiado. Considerando su precio, se trata de un brazalete excelente, realmente bien pensado y de un peso considerable. Cuenta con eslabones finales sólidos, pasadores atornillados, un cierre de seguridad robusto y un micro ajuste suave.
Resumiendo, es un brazalete contundente y muy bueno. Independientemente de si fuese diseñado por Instrmnt o simplemente seleccionado o adquirido a un tercero, considero que la marca no tenía absolutamente ninguna obligación de ofrecer esta variante. Además, es un armis en consonancia con el diseño general y la calidad del reloj. De hecho, veo con frecuencia brazaletes mucho peores (del nivel del SEIKO 5, diría yo) en relojes de micro marcas que se ofrecen a precios mucho más elevados. Realmente creo que esta opción de correa solo se ofrece porque Instrmnt quiere que vosotros, los usuarios, sepáis que está haciendo bien sus tareas y tomando decisiones que son valoradas por los aficionados a la relojería.
Una vez en la muñeca, en toda su gloria estoica, el reloj me recordó, sin dudas, mucho más al Sinn EZM3 (uno de mis relojes favoritos de todos los tiempos) que al Rolex Submariner con el que lo relacionábamos al inicio de este artículo. Por supuesto, no hay comparación posible con la formidable ingeniería del Sinn, aun no me he vuelto loco del todo. Sin embargo, el D-Series es una proposición que legítimamente captura la esencia de reloj herramienta a pesar de que aparentemente es un “reloj de moda”, elemento que me ha sorprendido. No esperaba evaluarlo con este tipo de méritos, si soy honesto. Sin embargo, aquí estamos… Mi más sincera enhorabuena a Instrmnt por haber hecho ese esfuerzo adicional.
Respecto de las tripas del reloj, no acabo de entender el motivo por el que Instrmnt decidió incluir en el D-Series un verdadero caballo de batalla como el calibre Sellita SW-200, pero optó por él de todos modos, para mi satisfacción. Soy un fanático de estos movimientos, básicamente un equivalente del ETA-2824. En mi opinión son la elección ideal para cualquier micro marca que intente fabricar piezas serias de uso diario en este rango de precios. Creo que Helmut Sinn, y muchos otros, estarían de acuerdo con esto.
Una consideración importante es que, dada la popularidad de los productos de cuarzo de Instrmnt, es perfectamente posible que este reloj sea la primera pieza mecánica que adquieran muchas personas. En tal caso, realmente no podría pedir una mejor introducción al género sin la necesidad de vaciar la cuenta bancaria. Estamos hablando de un calibre automático que ofrece parada de segundero, remonte manual, fiabilidad y facilidad a la hora de hacerle un servicio, es decir, todo lo que realmente se necesita. El D-Series sería una gran primera compra para aquellos muy apegados a la estética minimalista.
Como es de esperar, el D-Series no está exento de defectos, y veo una clara oportunidad de mejorar su diseño. La esfera no utiliza el espacio de una manera tan efectiva como la Serie 01, y aporta una sensación general de escasez. Me extraña la decisión de empujar los indicadores y los números de los minutos a la periferia de la misma, hacia el exterior. Presumiblemente esta decisión se debe a la posición de la ventana del fechador y sin duda se tomó con la debida consideración de lo que implicaba. Es una elección interesante en teoría, pero al final todo lo que queda en la esfera son unos finos índices de hora impresos y dos modestas líneas de texto (que ni siquiera hacen referencia a la marca, ni tan siquiera un logotipo, un detalle que particularmente me encanta). Por ello, el resultado final es excesivamente espartano, una combinación de palabras que no había usado con anterioridad.
Me recuerda el formato de texto usado en el Unimatic U1, pero combinado con el rancio abolengo en el que se inspira el D-Series, el resultado me deja con ganas de algo más, aunque sólo puedo especular sobre qué podría ser. Quizás alguna variación textural sutil o algo para agregar profundidad al conjunto. ¿Marcadores aplicados? Como uso Nomos con éxito… Tal vez podría ser la clave, pero definitivamente creo que se puede hacer más sin sacrificar el digno minimalismo al que claramente aspira Instrmnt. Ahora bien, el comenzar con un dial tan desangelado la única posibilidad es ir hacia arriba. Por tanto, están en una excelente posición para continuar desarrollando el concepto en el futuro.
Además, la aguja del segundero, pronunciada y de aspecto robusto, domina la lectura general del dial, lo que puede llevar a que concentre la atención y se confunda directamente con la aguja de los minutos cuando se mira rápidamente el reloj. Con frecuencia he tenido que mirar dos veces, incluso cuando tenía prisa. Leer agujas finas puede resultar difícil, particularmente cuando se tiene en cuenta el relleno de lumen, lo que afecta aún más su apariencia e impacto visual.
Una sugerencia podría ser usar un guiño de color, aunque algo así como el segundero en rojo estaría ya muy cerca del territorio de Sinn. O tal vez una subesfera con los segundos. De esta forma quizás podrían resolver simultáneamente algunos de los problemas citados. De cualquier modo, el dial es el aspecto más débil del D-Series, tal vez el único, sobretodo comparado con un diseño de caja tan acertado. Pero de ninguna manera lo considero un fracaso, y el hecho es que atrajo bastantes elogios de amigos y amigas cuando estaba fuera de casa. El atractivo minimalista está claramente presente al nivel más básico, aunque creo que necesita un poco de refinamiento en futuras iteraciones.
En conclusión, el D-Series de Instrmnt me ha sorprendido gratamente. Si bien creo que tiene varios aspectos que deberían ser replanteados y otros necesitan un poco de refinamiento, me emociona enormemente que ahora exista una marca de relojes escocesa que ponga en práctica sus talentos de diseño industrial en el sector de los relojes herramienta. En lo que respecta a la reinvención de la marca, creo que esta pieza es realmente sorprendente. Comunica con éxito que a Instrmnt le importan los relojes y su diseño, que están aquí a largo plazo y que son capaces de evolucionar dentro de su propio nicho, factor que aprecio mucho. ¿Se ganará a las personas que son inherentemente reacias a algo parecido a un “reloj de moda”? Posiblemente no, pero aun así insto a aquellos que desprecian este tipo de marcas a vigilar de cerca hacia dónde evolucionan.
Para finalizar considero que con marcas como anOrdain e Instrmnt, que están ofreciendo productos atractivos y únicos en tan diferentes rangos de precios y subgéneros, el futuro de los relojes escoceses nunca me ha parecido más prometedor.
Características del D-Series de Instrmnt:
Caja de 40 mm, acero 316L arenado, cristal de zafiro en la esfera y la trasera, calibre Sellita SW-200 con funcionalidad de fecha (parece ser el grado “premium”, el mejor acabado de este movimiento en particular), corona enroscada, 200 m de resistencia al agua y PVP de £595. Hay disponibles variantes con bisel negro y plateado. Yo recomiendo la variante de bisel negro con el brazalete de acero tipo “Oyster”.
Interesante pieza y artículo que llama a ver en vivo este reloj.
Muchas gracias por el artículo, marca desconocida por estos lares, pero ha despertado mi curiosidad.
Interesante y curioso, aunque no acabo de entender las referencias el Sub, ya que se parece como un huevo a una castaña con el reloj del artículo.
Cierto pero a criterio del autor bebe de la madre de todos los diver (modo irónico)