@munich_watch_lover
Ser un entusiasta de los relojes hoy en día no es cosa fácil. Antes de cada compra debemos considerar una multitud de factores: el reconocimiento de la marca, las especificaciones técnicas del reloj o incluso la posible revalorización futura de la pieza… Pero, de vez en cuando, añadimos piezas por el mero disfrute que supone contemplarlas. Esto me pasó con el Von Doren Runde.
Nota del editor:
Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado el 12/9/2021 en Instagram.
La Marca
La marca Von Doren Watches fue fundada en el 2016 por Øyvind Von Doren Asbjørnsen, un noruego apasionado por los relojes, además de productor/director de cine, autor y emprendedor.
Como cita el mismo Von Doren, siempre ha sido un entusiasta coleccionista de relojes (desde su adolescencia). Han pasado por su colección relojes de diferentes marcas de renombre, como Jaeger-LeCoultre, IWC u Omega. También disfruta de los relojes antiguos de Doxa, Waltham, Hamilton, etc. Su más preciado reloj es un Certina DS Automatic Turtleback que recibió cuando tenía tan sólo 12 años.
La marca toma inspiración de la magnífica naturaleza que rodea a Ålesund. Esta ciudad portuaria en la costa oeste de Noruega está rodeada de impresionantes fiordos, montañas y cascadas.
También es famosa por su arquitectura Art Nouveau.
En la actualidad, Von Doren ofrece cuatro líneas de relojes. La marca también ha anunciado un quinto modelo de señora, la línea JOTUNHEIM LADY. Veremos la línea Runde más abajo, pero quiero citar brevemente los otros tres modelos.
Aunque agotado en estos momentos, Von Doren ofrece tres variaciones cromáticas del URÆD, equipado con calibre automático suizo y complicación de día y fecha.
El Grandmaster Mark II toma inspiración del ajedrez para crear un elegante reloj de vestir tres agujas con un calibre automático suizo.
El Aksla (Mark II) es un elegante reloj de vestir tres agujas equipado con un calibre de cuarzo suizo.
El Reloj
El Runde, nuestro protagonista de hoy, es el cuarto reloj de la marca en el catálogo actual.
Toma su nombre de un islote ubicado en el embravecido mar de las afueras de Ålesund. Ninguna otra isla de Escandinavia tiene una población de aves marinas tan única y variada.
Runde también es conocida como “la isla del tesoro” debido a los hallazgos de oro encontrados tras el naufragio del Akerendam, un barco holandés que se hundió en 1725. Este evento protagoniza la trasera de este reloj.
Tal como cité en la introducción de esta entrada, el Von Doren Runde me entró por los ojos.
Al ser un reloj de una micro marca noruega casi desconocida (confío que esta entrada os ayude a conocerla algo mejor), estoy convencido que no aumentará de valor en los años venideros. Además, equipa un calibre de cuarzo (aunque uno bueno, el Ronda 1069 suizo con seis rubíes), lleva un cristal mineral y sólo ofrece 50 m de resistencia al agua. Las especificaciones son básicas, vaya.
Pero me gusta. Es más, creo que tiene una estética que apelará a muchos más aficionados. Por lo general prefiero relojes deportivos mecánicos, pero hay algo en este reloj de vestir de cuarzo que realmente me atrae.
Estéticamente, esta versión del Runde tiene una identidad audaz a pesar de la simple caja de acero cepillado que lo aloja.
Tiene un diámetro relativamente pequeño de 39 mm, un grosor de 10,5 mm y una longitud (“lug-to-lug”) de 48 mm.
Ese atrevimiento se debe en gran medida al hermoso color de la esfera con efecto rayos de sol.
Es una de cuatro variaciones cromáticas que ofrece la marca: Ocean Blue, Havana Brown, RivaBlue o el impresionante Tiger’s Eye (ojo de tigre) que vemos en esta entrada. Aunque no es el caso con la versión Tiger’s Eye, las otras tres tonalidades se ofrecen en una caja cepillada o pulida, a elección del cliente.
Todos me parecen llamativos y atractivos; y qué decir del último color, la versión Purple en una caja pulida y con correa de cuero italiano.
Estos atrevidos colores contrastan con la estética minimalista de la esfera, con simples índices impresos, manecillas de espada luminiscentes y una pequeña complicación de sub segundero a las 6 h.
Los colores quizás destacan todavía más gracias al cristal mineral fuertemente abovedado, que proporciona hermosas distorsiones cuando se mira desde ciertos ángulos.
A pesar de la simple caja, los detalles del reloj son por lo general exquisitos. La corona es acanalada y viene firmada, al igual que lo están los herrajes de las diversas correas que se ofrecen: cuero italiano, caucho o NATO conjuntada, a elección del cliente.
El calibre Ronda 1069 que equipa este reloj es su versión “Swiss Made” con seis rubíes y un acabado dorado. Es un calibre de cuarzo “reparable”, es decir de los buenos. Es decididamente fino (2,3 mm) y está englobado en el segmento “Slimtech” del fabricante helvético. Ofrece una precisión de-10 a +20 segundos por mes y su batería (la de alta capacidad) dura 34 meses.
Todas las versiones del Runde se ofrecen a un precio de €248, directamente desde el sitio web del fabricante. Es un coste que considero competitivo dado el esfuerzo de Von Doren por crear algo distinto y lo mucho que me hace disfrutar este reloj.
Aunque el reloj no me acaba de convencer, comparto con el autor esa atracción por relojes que lo llenan a uno, sin importar nada más. También es cierto que a veces meditamos demasiaso las compras y no nos dejamos llevar por los ojos (y el corazón).
Totalmente de acuerdo con el artículo. Von Doren te gustará más o menos, pero el auténtico lujo de un amante de los relojes es poder comprar sin especular. Un reloj te parece bien hecho y bonito? Pués a comprarlo, a disfrutarlo y a llevarlo todo lo que puedas. Así de fácil debería de ser, ya que, en el momento que supeditas tu decisión al comportamiento del mercado, ya te estás condenando a no disfrutar ese reloj sin condiciones.
Por otro lado, confiar en las “microbrands” es positivo para que el mercado ofrezca cosas nuevas, soy un fan de algunas “microbrands” como Radium, Klokers… por lo arriesgadas y valientes que son al competir y desafiar marcas consagradas.
En conclusión, no siempre lo más inteligente o racional es lo más acertado, de hecho, lo más inteligente sería no tener reloj y preguntar la hora por ahí, nos ahorraríamos un pico!