@javierreloj
Como ya he mencionado en algún artículo anterior, mi curiosidad por los relojes creció sobremanera tras encontrar y conocer piezas del siglo pasado fabricadas o ensambladas en diferentes países del mundo. Explica mi interés por los relojes soviéticos de unos años atrás y también por la relojería china. Pero en esta entrada compartiré con vosotros lo que aprendí sobre el reloj de Corea del Norte, el Moranbong.
Pero primero examinaremos algunos antecedentes históricos de este hermético país para entender mejor la singularidad de este reloj.
La península de Corea era antaño un solo país gobernado por el Imperio Coreano. Sin embargo, en 1905, fue colonizada por Japón pasando a estar bajo su mandato. Años más tarde, como consecuencias de los tratados firmados al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Japón se vio obligado a abandonar la península de Corea. En 1945, lo que era un solo país pasó a dividirse en dos, al igual que ocurrió en Alemania. La frontera entre ambas se estableció en el paralelo 38, donde la zona del norte quedó bajo la influencia de la Unión Soviética y la del sur por los Estados Unidos.
En 1948, la ONU propuso celebrar un referéndum para que los ciudadanos coreanos determinaran el destino de las dos Coreas, pero la parte del norte se negó, creándose ese mismo año dos gobiernos independientes. Como os podéis imaginar, ambas zonas reclaman como suya la zona opuesta, lo que llevó en el año 1950 a una guerra civil conocida como la “Guerra de Corea“, que comenzó tras invadir Corea del Norte los territorios del Sur. Tras años de lucha se firmó un armisticio en 1953, aunque este no consistió realmente en un tratado de paz, sino un receso en la guerra, por lo que hoy en día oficialmente ambos países siguen estando en guerra.
En la actualidad existe una franja desmilitarizada en la zona del paralelo 38 como podemos ver en la siguiente imagen.
Como es de suponer, la ideología política adoptada por la parte del norte fue la del marxismo-leninismo, aunque evolucionó a lo largo de los años para convertirse en una ideología propia adaptada a la singularidad de los gobernantes del país norcoreano. Se denominó Juche y se introdujo en la constitución del país en 1972.
Una de las principales características de esta ideología es la autosuficiencia del propio estado y el engrandecimiento del “gran líder”. Para intentar conseguir esta autosuficiencia los medios de producción son propiedad del Estado, gestionándose a través de empresas estatales y granjas colectivizadas. La sanidad, la educación, la vivienda y la producción de alimentos están subvencionadas, financiadas y dirigidas también por el Estado. Esta ideología, creada bajo la dinastía de Kim Il-sung, se mantiene hoy en día, haciendo que Corea del Norte sea el país más hermético del planeta.
Me parecía necesario exponer este contexto histórico para que los lectores puedan apreciar la dificultad que existe en encontrar datos sobre nuestro reloj protagonista. La información sobre él es casi inexistente.
Pero pasemos a ver el Moranbong. Este ejemplar pertenece a la colección privada del Sr. Ron Good.
Una de las cosas que me llamó la atención nada más “descubrir” este reloj es que la literatura que hay en el dial está escrita tanto en coreano como en grafía latina. Esto nos puede llevar a pensar que su fabricación se hizo pensando en los mercados de exportación, aunque me imagino que solo a países de la misma órbita comunista como China o la Unión Soviética.
Aunque no he encontrado ningún dato ni folleto que certifique este hecho, sí que he podido cotejar que la inmensa mayoría de ventas de ejemplares de segunda mano se realizan desde el noreste de China, cerca de la frontera con Corea del Norte.
¿Por qué se llamó Moranbong? Aunque no tengamos certeza absoluta de lo que motivó el nombre de esta línea de relojes, podemos sospechar que está relacionado con el nombre del pico de una colina con gran carga simbólica para los coreanos.
En el centro de la capital Pionyang hay un parque donde existe una pequeña colina de 95 m de altura cuya cumbre se denomina Moranbong o Colina Moran (모란봉), siendo un lugar muy especial para los coreanos. En este parque se encuentran monumentos y símbolos en honor al régimen de este país como el Arco del Triunfo de Pionyang, el estadio Kim II-sung o el Sitio Revolucionario de Kaeson.
A continuación, vemos una imagen de esa colina.
Los símbolos superiores (모 란 봉) en el dial literalmente significan cumbre o cima de la Colina de Moran (Peonia Peack). En la parte inferior del dial encontramos otra inscripción, formada por dos grupos de palabras. Las primeras (조 선) dicen Joseon, la dinastía coreana de 1392-1897 que consolidó el poder en la península coreana. Es decir, Corea del Norte también utiliza ese nombre para identificar a su país. Las segundas (평 양) se refieren a la capital de la república, Pionyang.
Con una imagen lo podemos apreciar mejor.
En la parte trasera, además de repetir las impresiones en la esfera que he descrito anteriormente, podemos ver otros caracteres que hacen referencia directa al calibre y a las cualidades del reloj:
- 방 타 Shockproof.
- 방 슴 Waterproof.
- 비 자 섬 체 Non-magnetic material.
Para entender el contexto de este reloj, debemos retroceder a los años 70.
Esa década representó un punto álgido en la industria de Corea del Norte, pues su economía disfrutó de un crecimiento económico relativamente importante. No hay que olvidar que recibía un gran apoyo por parte de dos potencias como eran la Unión Soviética y China, aunque esta última aun no había despegado del todo. En aquellos años de la Guerra Fría, la Unión Soviética peleaba por tener a más países bajo su paraguas eidético y económico para demostrar al mundo entero las bondades y prosperidad del sistema comunista. El plan sexenal de Corea de los años 1971-1976 persiguió una completa industrialización del país en todos los campos, en un intento por reproducir el modelo soviético de industrialización. Esto conllevó a la construcción de miles de viviendas tanto en las ciudades como en las zonas rurales para poder alojar a los trabajadores que participaron de este proceso de industrialización.
Es precisamente en este contexto de desarrollo industrial de la década de los años 70 en el que podemos situar la aparición de la fábrica de relojes de Moranbong. Esta fue construida en base a vieja maquinaria suiza, importada para la ocasión. No hay demasiada información sobre su génesis, pero en un interesantísimo artículo del NY Times hay una significativa cita que resume el clima de corrupción de la clase política y funcionarial del país en ese momento.
“…Una búsqueda en Google de las palabras “Moranbong” y “fábrica” dio como resultado el libro de 2004 “Under the Loving Care of the Fatherly Leader”, de Bradley K. Martin, un periodista que cubrió noticias en Asia para publicaciones como The Baltimore Sun y Bloomberg News. El libro sólo contiene un breve párrafo sobre el Moranbong, en un capítulo sobre la corrupción en Corea del Norte: “Kang Myong-do, vicepresidente de una empresa comercial norcoreana, dijo a un entrevistador de una revista surcoreana: ‘El país está en un tal estado que los funcionarios sólo se llevan el dinero para ellos’. La fábrica de relojes de Moranbong se construyó en 1978 con equipamiento de fábricas suizas, pero se trataba de un material de mala calidad. La persona que lo organizó recibió un soborno de los suizos tras conseguir que se pagara mucho dinero por esta maquinaria vieja”.
En la siguiente imagen podemos apreciar una imagen de la fábrica de relojes totalmente idealizada, con dos mujeres vestidas de manera tradicional con festivos pañuelos adornando sus cabezas. Sin embargo, la realidad era bien diferente…
Según informaciones de ciudadanos que pudieron escapar de este régimen tan dictatorial, el precio de un reloj Moranbong era de 400 wones, comparado con los 110 wones anuales que ganaba un ciudadano de clase media norcoreano. Es decir: un reloj “hecho por y para el pueblo” era en realidad un producto de lujo sólo accesible para los más privilegiados. También debo comentar que las elites políticas y militares de la época poseían relojes procedentes de países capitalistas, normalmente entregados como regalos por parte del “líder supremo”.
Pero hagamos un paréntesis y hablemos un poco de los relojes de las elites, también llamados “relojes de tarjeta de visita”. Nos ayudará a entender la importancia que tenían esos relojes entre los poderosos.
Kim Il-sung lideró el país entre los años 1948 y 1994 y es considerado actualmente como “Presidente Eterno de la República”. Inauguró una costumbre de regalar relojes dentro de la denominada “política de obsequios o regalos”, principalmente para ganarse el favor de los hombres más leales al régimen. Estos relojes de Kim Il-sung eran considerados prácticamente como “reliquias religiosas” que pasaban de generación en generación. Pensad que en este régimen cualquier cosa que esté relacionada con los Kim es considerada prácticamente sagrada.
Kim Il-sung, como buen dictador que se precie, era un enamorado de los relojes suizos, en especial de la marca Omega. El primer “reloj de representación” se encargó con motivo del 60º cumpleaños de Kim Il-sung en 1972. Desde ese momento, relojes suizos de marcas como Omega, Lanco o Tissot pasaron a ser “relojes de representación” cuando se regalaban a los líderes de otros países o como “relojes de respeto” cuando los recibía un norcoreano. Estos relojes se podían comparar prácticamente a la “Distinción de la Orden de la Bandera Nacional”, que era la máxima condecoración que se podía recibir en aquel país. Pero estos relojes suizos sólo estaban destinados para la élite de más alto rango cercana al poder, dejando para los de menor rango relojes japoneses de la marca SEIKO.
Una curiosidad sobre este tipo de relojes fue la pugna que hubo entre el gobierno norcoreano y Omega. Los norcoreanos decían que el nombre del líder supremo Kim-Il-sung tenía que estar en lo más alto de la esfera, nada podía estar por encima de él. Omega, por otro lado, no quería renunciar a que su nombre de marca estuviera en ese mismo lugar, precisamente donde está en todos sus relojes. A la vista del reloj que acabamos de ver, ya sabemos quién ganó la disputa…
Estos “relojes de respeto” eran un símbolo de la clase privilegiada norcoreana. Eran considerados como la más alta condecoración que te podían conceder. Tanto es así que existía un libro de registro con los números de serie y persona a la que se le entregaba. De esta forma, si alguien vendía su “reloj de respeto” se sabría inmediatamente quien había cometido este sacrilegio al “líder supremo”.
Los Omegas de oro macizo en aquellos años tenían un valor de unos 6.000 dólares, toda una fortuna en un país donde la gente moría por hambrunas o carecía de asistencia médica básica.
Como anécdota, a mediados de los años 80, un poseedor de unos de estos relojes paseaba por la noche por el distrito de Wiyeon y fue víctima de un robo de su “reloj de respeto”. Al denunciarse este hecho se abrió una investigación a nivel nacional, con registros a gran escala buscando al responsable que había tenido el atrevimiento de robar y mancillar un objeto del líder supremo. Tal fue el revuelo en toda la nación que el reloj fue entregado de forma anónima envuelto en una toalla, encontrándose frente a la puerta principal del Comité Provincial del Partido de Ryanggang. ¿Arrepentimiento o miedo a la condena que les podía caer a los responsables? Yo me decantaría por la segunda opción.
Estos relojes personalizados de Omega sólo se fabricaron en la década de los 70. Y si bien los siguientes miembros de la dinastía Kim han seguido con esta tradición, los relojes ya no estaban personalizados con el nombre del líder supremo. Además de Omega, se sabe que también se importaron relojes de Rolex, Panerai, IWC, Patek, etc.
Los relojes que actualmente regala Kim Jong-un ya no se consideran reliquias familiares que se pasaban de generación en generación, sino bienes de gran valor económico. Además, estos relojes “obsequio por fidelidad al régimen” están siendo sustituidos en la actualidad por televisores de pantalla plana y ordenadores.
Ahora volvamos a nuestro protagonista y veamos el calibre que equipaba. En la siguiente galería comparativa podemos apreciarlo.
Si observamos con atención, vemos que se trata de una copia del calibre Sonceboz ES 95.
En los años 70, este fabricante suizo producía movimientos que equipaban desde una joya hasta las 17 del ES95 (que vemos en la galería superior). Pensad que estamos en plena crisis del cuarzo y la manera de defenderse de ella era fabricar calibres baratos para poder competir con esta nueva tecnología. Por eso se fabricaron grandes cantidades de movimientos sin ensamblar que se mandaron a Hong Kong para incluirlos en relojes que se produjeron en Asia. Esta misma práctica se realizaba en Suiza también, permitiendo así producir relojes de bajo coste que compitieran con el cuarzo, aunque Sonceboz sólo fabricaba movimientos, no relojes completos.
El ES95 se fabricó entre 1975 y 1980. Es un dato que concuerda con las informaciones obtenidas por otro lado indicando que la fábrica de Moranbong se abrió con la colaboración de una empresa suiza, coincidiendo también en el tiempo con el periodo en el que se importaron los “relojes de respeto”.
http://www.uhrenpaul.eu/Uhrenseite/Unterseiten/Subseite_Sonceboz.php
Vamos a ver algo del calibre Sonceboz ES 95 para ver si llegamos a alguna conclusión.
En 1967, Claro Watch S.A., junto con la familia Von Burg, dio el salto a Asia, abriendo una oficina de ventas en Hong Kong. Tan sólo dos años más tarde, en 1969, abrieron fábricas de ensamblaje de movimientos mecánicos (de EB – Ebauches Bettlach – y Ebosa S.A.) en asociación con empresas de Hong Kong y Seúl. En 1975, se instalaron en la República Popular China estableciendo otra fábrica de ensamblaje. Todos estos movimientos estratégicos le dieron a la familia Von Burg casi el monopolio del mercado asiático.
En 1978, la Fabrique d’Ebauches de Sonceboz S.A. se asoció con la familia Von Burg para producir calibres mecánicos de la familia ES 95 (Lever Movements) y la familia ES 55 (Pin Lever), primero en Suiza y luego en Hong Kong. No es descabellado suponer que los primeros calibres que salieron de la fábrica proviniesen de Suiza junto a la “vieja maquinaria” citada anteriormente.
Fuente: https://bestan.tistory.com/1066
Se cree que la fábrica de relojes de Moranbong que había sido creada bajo el mandato de Kim Il-sun detuvo la producción de los relojes en la década de los 90 debido a las dificultades económicas, transformándose en una planta productora de pequeños transformadores para una empresa japonesa.
Recapacitando un poco sobre toda la información vertida (aunque es escasa y a veces inconexa) podemos concluir lo siguiente:
- El inicio de la tradición de los “relojes de respeto” a partir de 1972 pudo ser el comienzo de los contactos con empresas suizas para el montaje de una fábrica de relojes en Corea del Norte, que en aquel momento estaba en pleno crecimiento industrial. En el año 1969, la familia Von Burg ya ensamblaba calibres baratos en Hong Kong y en Seúl. En 1975, añadió China a la lista de países en los que operaba. Estos movimientos se producían en masa y se suministraban a muchas fábricas de relojes asiáticas. Posiblemente los funcionarios de Pionyang contactaron con la empresa de la familia Von Burg que fabricaba las piezas en Suiza, con vistas de proveer el material (obsoleto) a la factoría de Moranbong. Ésta desarrolló calibres en base al ES95, introduciendo a lo largo del tiempo ciertas mejoras técnicas en el mismo.
- En la actualidad, casi no se ven relojes Moranbong en Corea del Norte, algo que posiblemente sea debido a que al no tener acceso a piezas de repuesto ni a técnicos para mantenerlos, la mayoría de los relojes que existan en el país ya no funcionaran. También al tratarse el reloj de un objeto de “estatus”, los poseedores de estos relojes los guarden para las ocasiones especiales y nos los utilicen en el día a día. Otra opción totalmente valida es que las repetidas dificultades económicas del régimen norcoreano hayan causado que la mayoría de estos relojes fuesen vendidos para obtener algún ingreso, permitiendo así a la población obtener bienes básicos como alimentos.
- Un detalle que no he logrado descifrar es porque se grafiaban algunas de las esferas en inglés. No se comercializaba con países capitalistas, siendo sus socios preferentes China y la URSS, ambos con grafías diferentes. Quizás querían crear unas falsas expectativas a la población con su reloj, teniendo como referencia los relojes suizos que importaban.
- De aficionados a los relojes que han tenido la oportunidad de visitar Corea del Norte, se sabe que ningún ciudadano de a pie lleva un Moranbong, ni se conoce ninguna tienda que los venda. Esto no significa que los relojes no existan o que no se fabricarán allí.
- En la actualidad, debido al ruinoso sistema económico del país, llevar un reloj que funcione correctamente suele ser un símbolo de riqueza y estatus en la sociedad. Por eso, no es raro observar que mucha gente lleve un reloj, aunque esté estropeado, con el fin de aparentar ese estatus. Este es el gran logro horológico del régimen de terror instaurado por los Kim.
Para finalizar esta entrada voy a compartir algunas imágenes, desgraciadamente de poca calidad, que muestran un nuevo reloj que se vende en Corea del Norte. Lo publicita una de las agencias de la Propaganda del Estado (Media Arirang Echo).
Un “anuncio” del 15 de abril del 2020 cita que el “nuevo reloj de Moranbong de sangre azul se vende en la tienda departamental Nº 1 de Pionyang y está atrayendo la atención de los ciudadanos.”
http://arirangmeari.com/index.php?t=news&no=2829
También he conseguido encontrar una segunda imagen de esta otra fuente.
http://www.nkeconomy.com/news/articleView.html?idxno=2945
¿Qué tiene de especial este reloj? ¿Su calibre, su diseño o alguna innovación tecnológica? Siento decepcionaros, pero la importancia de este reloj radica en sus poderes curativos. El reloj vendido por Shinheung Information Technology Trading Company tiene efectos terapéuticos por la acción de los rayos solares al atravesar las joyas de sangre azul que adornan la esfera. Estimula el sistema inmunológico y evita enfermedades circulatorias. Su efecto empieza a notarse a los 15 minutos de usar el reloj y los problemas de circulación desaparecen a los 5-7 días de llevarlo, sin crear ningún efecto secundario.
Si alguna vez puedo conseguir algún Moranbong “sangre azul”, os prometo reseñarlo minuciosamente en un futuro artículo.
Me despido con uno de los gifs más notorios de Kim Jong Un, el líder norcoreano actual. Origina de unas terribles imágenes emitidas por la televisión norcoreana de la prueba de un nuevo misil nuclear, todo ello escenificado en el peor estilo de una película de acción. En esta escena, el “líder” observa su reloj. ¿Será un Moranbong? Desafortunadamente no es el caso, tratándose de un IWC Portofino.