Adiós Tudor Black Bay 58 Silver 925
Hay relojes que nos llegan por los azares del destino. No andamos buscándolos, pero la oportunidad parece tan atractiva que tenemos que aprovecharla. Sin embargo, creo que en la mayoría de estos casos, estas piezas pueden salir igual de fácil como llegan. Mi Tudor Black Bay 58 Silver 925 puede ser un perfecto ejemplo de ello.