@arthurggonzaleswtcot
Nota del editor:
El contenido de esta entrada proviene de un compañero aficionado a los relojes, Arthur G. Gonzales, afincado en Texas y administrador del grupo de Facebook Watches, The Collection of Time (WTCOT).
Esta entrada es una versión editada, traducida y ampliada de contenidos publicados el 18/07/2020 en Watches, The Collection of Time (WTCOT).
Se reproduce con su permiso.
Introducción
A veces en la vida uno no debe tomarse demasiado en serio algunas cosas. Entre ellas el reloj que llevamos.
Como por ejemplo tenemos este divertido Swatch. Es tan funcional como cualquier otro reloj en el mercado, pero por una fracción de lo que valen otros. Eso sí, fijaos que no he dicho que sea tan preciso.
Swatch es una marca que no suele dejar indiferente a los aficionados. De hecho, muchos o bien la aman o bien directamente la odian. Aunque creo que todos sí estamos de acuerdo en el gran impacto que ha tenido el Grupo Swatch en los pocos años que lleva presente en el mundo de la de la relojería.
Son treinta y siete años de Swatch para ser exactos y eso es un tiempo relativamente corto según los estándares de la industria relojera.
Recordemos un poco su historia… Los relojes Swatch aparecieron en el mercado en 1983, en principio como relojes desechables, divertidos, coloridos y económicos. Tal vez como la respuesta suiza a la “crisis del cuarzo”, pero que con el tiempo se convirtieron en el salvador de la misma.
Estos primeros relojes Swatch simplemente no se tomaban demasiado en serio, eran de usar y tirar… Si poseías uno y se te rompía (raramente lo hacían) o te cansabas de él, simplemente te deshacías de él o lo regalabas, mientras pasabas al siguiente. De hecho, había relojes Swatch de publicidad en los que ni se podía cambiar la batería y una vez finiquitada los desechabas.
Hoy en día, sin embargo, el Grupo Swatch no solo es un importante conglomerado en la industria relojera, sino que muchos de los relojes Swatch son objeto de colección y algunos de ellos hasta muy buscados/codiciados… Es curioso ya que hace unos pocos años muchos de estos swatch costaban menos de $100, pero hoy en día es frecuente encontrar modelos que en el mercado de coleccionistas cambian de manos a precios muy superiores a los $500 (¡americanos!). Entre los modelos actuales, también es de destacar que es posible crear tu propio reloj, es decir la marca ha abrazado la emergente tendencia de la personalización. Todo esto representa progresar mucho como marca en poco menos de cuarenta años.
Ahora bien, recordemos que en un esfuerzo por expandirse, el Grupo Swatch se diversificó y aglomeró bajo el paraguas del fabricante ETA a los mayores productores de calibres suizos y con ello dio nueva vida a la industria de relojes del país helvético. Se puede considerar que fue un proceso bueno o malo, o ser indiferente a él, pero este oligopolio, casi monopolio de facto, fomentó que otros productores de movimientos suizos se desempolvaran y comenzaran a innovar, como por ejemplo Sellita, Ronda y Soprod.
El Grupo Swatch también adquirió muchas otras marcas de relojes suizas, viejas damas algo “cansadas” como Longines, Mido y Tissot (hay demasiadas para mencionarlas todas) de las que muestro algunos ejemplos a continuación.
Casi 40 años después, es indudable que Swatch ha resucitado muchas de estas marcas para el gran público. Esto ha sido resultado de mejorar la calidad y la durabilidad de los productos, las campañas de marketing, posicionamiento de marca etc…
Con ello, muchos fabricantes casi olvidados han vuelto a la primera división de la relojería. Hoy en día, las marcas del Grupo Swatch, desempeñan un papel renovado y muy importante en el mercado mundial de relojes.
Pero no todo pueden ser éxitos así que aporto una pequeña curiosidad… En 1998, Swatch creó el “Swatch Internet Time“, que presentaba al mundo un nuevo estándar de tiempo global. El nuevo sistema de tiempo dividía el día en 1000 “latidos”, usando una única zona horaria mundial. Fue un fracaso, sobre el que podéis ver un vídeo más abajo. Y basta de divagar…
La Pieza
Este reloj lo compré de segunda mano. Se trata de un modelo de la gama Irony que en este caso monta un cristal con magnificador/lupa sobre la ventana del fechador. El calibre que equipa es un ETA cuarzo con parada de segundero y cambio rápido de fecha. Destacan en el conjunto del reloj el cabujón azul de la corona, de material sintético, y la esfera también azul. Ambos son muy vibrantes, combinando además perfectamente con una correa de cuero negro. Por desgracia llegó algo deteriorado, aunque su restauración resultó bastante fácil
En primer lugar, reacondicioné la correa de cuero negro. El resultado lo podéis ver a continuación.
En segundo lugar, cepillé la trasera y pude devolverla, más o menos, a su estado original. También pulí el cristal para eliminar todos los rasguños que traía.
Me alegra haber podido agregar esta pieza a mi siempre creciente colección de relojes Swatch.
Y para concluir, la moraleja de la historia… Ya compréis un reloj meramente para disfrutar de él, o por su funcionalidad o por su utilidad, y cueste cinco dólares o quinientos, llevadlo con orgullo porque es vuestro, lo disfrutáis y expresa el tipo de persona que sois en ese momento.
Muchas gracias por el artículo. La verdad es que creo que todos hemos tenido algún Swatch. Y a veces parecemos olvidarlo.
De hecho aún conservo dos automáticos de la serie Irony y les tengo cierto cariño.
Saludos
Muchas gracias Arthur por tu artículo. Quien no ha tenido en algún momento de su vida un Swatch? Me ha traido bonitos recuerdos…
Atthur, gracias por el artículo.
Yo también tengo un Swatch cronógrafo de cuarzo que me regalaron por un cumpleaños. Como dice Miquel eran unos relojes muy deseados en los 80-90. Mucha gente tenía el concepto de relojes baratos de casi de usar y tirar (un sacrilegio claro)