Omega Seamaster Diver 300M Co-Axial Master Chronometer 42 – James Bond 60th Anniversary

@calibre321

El 28 de septiembre de 2022, el Omega Seamaster que llevaba Daniel Craig en Sin tiempo para morir se subastó en Christie’s por 226.800 libras. Antes de que se abriera la subasta, se estimaba que su precio oscilaría entre 15.000 y 20.000 libras, una cifra que se superó por un factor de diez veces.

¿Qué pasa con los relojes y Bond?

Los Relojes Y Bond; Bond Y Los Relojes

Desde “Goldeneye“, Omega ha sido el reloj oficial de la franquicia “James Bond”. En la película de 1995, Pierce Brosnan llevaba el Omega Seamaster 300M Quartz (Ref. 2541.80.00), a menudo conocido hoy en día como “el reloj de Bond”.

Sin embargo, en películas posteriores como ocurre en “El mañana nunca muere” (1997), “El mundo nunca es suficiente” (1999) y “Muere otro día” (2002), Brosnan cambió su referencia de cuarzo por el 2531.80.00 automático.

Y por supuesto, en la interpretación de Daniel Craig del infame 007, llevaba su Omega Seamaster Planet Ocean en “Casino Royale” (2006) y siguió mostrando variaciones de la colección Seamaster en películas posteriores como “Quantum of Solace” (2008), “Skyfall” (2012), “Spectre” (2015) o la ya mencionada “Sin tiempo para morir” (2021).

Pero James Bond ha estado asociado a varias marcas de relojes a lo largo de la historia de la franquicia cinematográfica. Sean Connery lució un Rolex Submariner 6538 en las primeras películas de Bond, como “Dr. No” (1962), “Desde Rusia con amor” (1963) y Goldfinger (1964). El legendario 5513 puede verse en la muñeca de Roger Moore en películas como “Vive y deja morir” (1973) y “El hombre de la pistola de oro” (1974).

Moore también introdujo algunos relojes extravagantes en el panteón Bond, como el SEIKO 0674 LC en “La espía que me amó” (1977) y el SEIKO M354 Memory-Bank Calendar en “Moonraker” (1979). También recurrió a SEIKO de nuevo en “Sólo para sus ojos” (1981), donde se le puede ver con un 7549-7009 y el H357 Duo Display. En películas posteriores utilizó un SEIKO TV y un Diver’s 150m. También se le vio con un Datejust durante una escena de “Panorama para matar” (1985).

El Bond interpretado por Timothy Dalton, por su parte, llevaba un TAG Heuer Professional Night-Dive en “Alta tensión” (1987), aunque más tarde lució un Submariner en “Licencia para matar” (1989).

También ha habido cameos de un Breitling Top-Time, un Gruen, un Pulsar e incluso un pre-Daytona.

Bond Y Omega

Sin embargo, a pesar de estos primeros escarceos fuera del universo Omega (o de que en las novelas Bond llevara un Rolex Explorer), se puede afirmar con bastante seguridad que la asociación de Bond con Omega se ha cimentado en el “zeitgeist” contemporáneo. Aunque los beneficios de esta asociación no pueden cuantificarse, está claro que ambas partes se han beneficiado de la alianza. La franquicia, de la simpática maquinaria de marketing de Omega; por su parte, la firma, del misterioso encanto del personaje Bond. Como anécdota, se dice que el Omega Seamaster 300M experimentó un importante aumento de ventas tras el estreno de “Goldeneye”.

Curiosamente, aunque hoy en día los acuerdos de colocación de productos son los que en última instancia garantizan la continuidad de la afiliación, al principio la adopción del Seamaster fue un cambio orgánico impulsado por Lindy Hemming, la diseñadora de vestuario. Hemming renunció a los trajes de Saville Row en favor de Brioni de Italia, en un esfuerzo por hacer que el Bond de Brosnan fuera más contemporáneo y europeo. Rolex le parecía demasiado llamativo y también buscaba un cambio. Además, Hemming, que conoció a antiguos marines en el círculo de amigos de su padre, recordaba que todos llevaban Omega. Al final, la marca le regaló los relojes a petición suya. No sería hasta 1997 cuando Brosnan se convertiría en embajador oficial de la marca.

Omega Seamaster Diver 300M Co-Axial Master Chronometer James Bond 60th Anniversary

Por supuesto, si sois aficionados a Bond o simplemente fans del Omega Seamaster, podéis adquirir vuestro propio pedacito de ambos a través del Seamaster Diver 300M Co-axial Master Chronometer James Bond Edición 60º Aniversario.

El Seamaster 60º Aniversario es una versión especial del Omega Seamaster Diver 300M que rinde homenaje a la asociación entre Omega y la franquicia cinematográfica de James Bond. Se creó para celebrar la larga asociación (más de 25 años) entre Omega y James Bond que empezó en 1995, pero también para celebrar oficialmente los 60 años de Bond en el cine.

Basado en gran medida en la plataforma creada para el reloj de Daniel Craig en “Sin tiempo para morir” (la “edición 007” Ref. 210.92.42.20.01.001), el Bond Seamaster es un tesoro de sutiles (y algunas no tan sutiles) referencias a la franquicia cinematográfica. Tal vez la desviación más obvia del 300M estándar sea el apretado patrón ondulado de la esfera, mucho más cercano al texturizado que encontramos en el 300M original de 1993 y como tal, reflejo del que lució Brosnan en “Goldeneye”. El azul utilizado en el Bond Seamaster es también de un tono más oscuro que el de la colección actual.

Mientras que las agujas esqueletadas en forma de espada siguen siendo las mismas, el Bond Seamaster luce un segundero en forma de piruleta, al igual que ocurre con la Edición 007 de Craig. Ambos son, de nuevo, guiños al primer ejemplar de Brosnan. Sin embargo, quizá la celebración más evidente en la parte frontal del reloj sea la sustitución del triángulo invertido situado tradicionalmente en la parte superior del bisel de aluminio. En su lugar encontramos un “60”, como homenaje al aniversario. También se ha tratado con Super-LumiNova verde (al igual que el minutero) para que destaque sobre el tono predominantemente azul utilizado en todos los demás elementos de la esfera y el bisel.

Al igual que la Edición 007, el Bond Seamaster también está equipado con un brazalete de malla, aunque de acero inoxidable en lugar de titanio. Se trata de una pequeña maravilla de la ingeniería, ya que es ahusado, pasando de 20 mm de ancho en las asas a 18 mm en el cierre. Hasta cierto punto, el brazalete es fácilmente ajustable gracias a la sencilla solapa del cierre desplegable; sin embargo, para las personas de muñeca pequeña la correa puede resultar larga.

El elemento de diseño más interesante, y quizá el que más divisiones suscita, aparece en el fondo de la caja. Omega ha creado un ingenioso efecto moiré mediante el uso de una animación de cuatro cuadros que recrea la secuencia de apertura utilizada en todas las películas de Bond. Vinculada al segundero, la animación opera constantemente. Esto hace que el grosor de la caja aumente ligeramente hasta los 14,3 mm, pero también requiere que el fondo de la caja se fije mediante tornillos, en lugar de ser roscada, como en todos los demás Seamaster. No obstante, la resistencia al agua sigue siendo de 300 m.

Bajo el capó, este tributo a Bond equipa el Calibre 8806 (Co-Axial Master Chronometer) compartido con la Edición 007. Se ha sometido a las exhaustivas pruebas METAS y tiene una resistencia magnética de 15.000 gauss.

A primera vista, el James Bond 60º Aniversario es un reloj precioso, independientemente de los numerosos tropos y referencias a Bond. El azul oscuro le da un toque perfecto, y el diseño ondulado es tan bonito que uno podría preguntarse cómo se transformó en el diseño que encontramos en la colección actual del 300M. La esfera sin fecha posee equilibrio y simetría. Incluso el lumen bicolor le sienta de maravilla, por no hablar de su funcionalidad como diver. Además, el brazalete es francamente un punto culminante. Su tejido apretado, su estrechamiento… el cierre sencillo… un sueño. A excepción del efecto moiré en el fondo de la caja, los guiños a la franquicia Bond son en última instancia discretos. Es simplemente un gran reloj.

Sin embargo, sospecho que la animación de la parte trasera de la tapa será precisamente la que atraerá a los fans más acérrimos. Y si no eres uno de ellos, es todo un truco para la fiesta.  

Conclusiones

Es una decisión interesante (y me gustaría pensar que no totalmente comercial) que el personaje de James Bond persista, incluso ahora en el siglo XXI, en el uso de un reloj mecánico. Pero pensemos en el “fandom” que se ha creado en torno a esta asociación anacrónica. El Bond de Flemming era sin duda un hombre de buen gusto, pero también de medios frugales. Seguramente, al igual que los millones de seguidores de Bond que aun hoy miran la muñeca del protagonista, un James Bond contemporáneo apreciaría la ingeniería de un buen reloj suizo, al igual que el corte de un traje de Saville Row o de un Brioni. Hay cosas que desafían el paso del tiempo. Por eso las llamamos intemporales.

Pero también creo que, en un mundo cada vez más sedentario en el que la auténtica aventura es difícil de encontrar (o que simplemente está fuera de nuestro alcance en la vida cotidiana) vivimos a través de nuestras historias y de los objetos asociados a esas historias. Cuando nos calzamos un Omega Seamaster, lo encontramos representativo de lo que nos gustaría ser: elegantes, gallardos y quizás un poco peligrosos cuando es necesario. Después de todo, quizá no sea tan difícil entender la relación entre los relojes y Bond.  No todos podemos ser hombres de misterio (puede que esté confundiendo mis franquicias cinematográficas), pero todos podemos llevar un reloj de buceo. Y tal vez esa simple trampa nos envalentone lo suficiente para buscar nuestras propias aventuras.

El Omega Seamaster 300M James Bond 60th Anniversary Edition tiene un PVP en España de €9.000. Para obtener más información, visitad el sitio web de la marca.