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Dossier Relojes Soviéticos/Rusos De 24 h – Parte 1

@thepocketwatchman

Como aficionado, e historiador que pretendo ser, del mundillo horológico ruso, siempre me ha fascinado el hecho de encontrar, dentro de este fascinante campo, relojes con formato de 24 h. Nuestro compañero @javierreloj ya nos introdujo una de estas piezas con un artículo previo.

¿Son muchas las veces que me he preguntado por qué en la USSR se fabricaron tan distintos y variados modelos de relojes con esta particularidad? El terreno de la “opinión” suele ser bastante “resbaladizo”, y por norma general, los fines a que aspira un determinado producto son más prosaicos de lo que generalmente reconocemos. Cuando pienso en las posibles razones, me vienen a la cabeza unas cuantas.

En primer lugar, una parte importante de la población rusa trabaja y vive cerca del Círculo Polar Ártico. Aunque la gran mayoría está ligeramente al sur del paralelo 66°33′48.0′′ N, hay importantes zonas de extracción de minerales y de petróleo y gas, con una población significativa y gran actividad económica, al norte del paralelo, especialmente en Norilsk y la Península de Yamal.

También pienso en esas míticas expediciones a la Antártida, donde intrépidos aventureros cartografiaron aquel prístino continente y establecieron bases científicas.

Además, me vienen a la mente viejas historias de submarinos nucleares, activos principales de la guerra fría, donde los marinos y oficiales se pasaban semanas sin ver la luz solar jugando al juego del gato y el ratón con sus enemigos en la superficie.

O aquellos pioneros del espacio, que celebraron grandes hitos en su carrera por abrir nuevos horizontes y por desmarcarse de sus competidores norteamericanos.

Y podemos añadir los bunkers, lugares misteriosos y secretos, donde los principales actores debatían el principio de una guerra nuclear y se fraguaba el fin de la humanidad, y la gente que cumplía su servicio en ellos lo hacía en condiciones que no les permitía reconocer el día de la noche salvo por su reloj.

Hasta llegar a la razón más prosaica y común entre la mayoría de nosotros, que no es más que la “moda”, alimentada por la obsesión con las historias que he detalladas antes y que vuelven a tener bastante aceptación en nuestro momento actual, como lo demuestra el reciente lanzamiento de Raketa, del que escribimos en profundidad recientemente.

Fuente: https://raketa.com/w/en/antarctica/

Y como aficionado a la filosofía que soy, y después de hacerme todas estas preguntas, decidí aplicarme el principio de la Navaja de Ockham que dice, por si alguien no lo conoce, “que la explicación más sencilla de un suceso es la más probable que sea la verdadera”. Resuelto el misterio, entonces, propongo crear una línea del tiempo donde enseñaros algunos de los más representativos relojes en formato de 24 h que se construyeron en la Unión Soviética.

Primero debemos remontarnos al 1820, cuando las corbetas de la armada imperial rusa Bostok y Mirny, capitaneadas por Fabian Gottlieb von Bellingshausen y Mijaíl Petróvich Lázarev, respectivamente, lideraron una expedición al continente antártico. Una vez allí, lograron cartografiar sus costas y determinar, a efectos de toda la comunidad científica, que esa gran masa de hielo se trataba de un continente y no de una isla como se creía por aquel entonces.

Es muy probable que estos intrépidos aventureros se proveyesen de un crónometro marino en formato 24 h, conocedores como eran de la noche polar antes de iniciar su circunnavegación al continente antártico. Tenemos constancia de que en la época los relojeros británicos, que en aquel momento ocupaban la cumbre de la horoloía, ya habían desarrollado tales relojes. En las imágenes inferiores podemos admirar dos bellos ejemplares de este raro formato de cronómetro marino.

Pero como buenos oficiales de marina que eran nuestros protagonistas, apostaría a que llevaban siempre consigo un reloj auxiliar de bolsillo. Y aquí es donde Ockham iba a fruncirme el ceño, o quizás regalarme una sonrisa, porque no he podido evitar suponer que ese preciado reloj de bolsillo se tratase de algo parecido a este Pavel Buhré. Es una peregrina afirmación si nos atenemos a las fechas que yo mismo expuse en mi artículo sobre la que quizás fuera la primera manufactura relojera rusa, pero nada desdeñable en mi intento de crear una línea del tiempo, pues es uno de los ejemplares rusos más antiguos que he podido rastrear. He aquí un bello ejemplar. Huelga decir, que eran proveedores oficiales de la casa imperial rusa.

Vamos a dar un salto en el tiempo, ya que la revolución bolchevique convulsionó los cimientos del imperio ruso y transformó su sociedad. Efectivamente, la revolución trajo consigo no solo un cambio en el nombre del estado, sino también el establecimiento de un gran sector industrial. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética contaba con una base firme para desarrollar una fuerte industria relojera. Estos capítulos de la protohistoria horológica soviética están muy bien documentados aquí.

En 1955, los soviéticos hacen su primera expedición antártica y en 1956 establecen una base permanente allí, que bautizan con el nombre de Mirny, en honor a la fragata que acompañó a la Bostok y de la cual ya hablamos más arriba. Justo en este mismo año, nos encontramos con el que quizás sea el primer reloj de pulsera soviético con formato de 24 h, el “Antartika”.

Lo que sabemos sobre estos ejemplares no es gran cosa, es decir, no podemos determinar si realmente se trataron de relojes de dotación para el equipo de la base, o fueron fabricados para conmemorar tal evento. Lo que sí es cierto es que por su rareza y escasez se debieron fabricar muy pocas unidades. He visionado antiguas vídeo imágenes de la época sobre este suceso, pero no he podido encontrar ninguna pista adicional.

Afortunadamente, sí que contamos con más material gráfico de este reloj, como estos catálogos de finales de los años 50.

Como podemos observar, nuestro “Antartika” se fabricó en la primera fábrica de relojes de Moscú. No tenemos evidencia que durante este periodo de tiempo se fabricase otro tipo de reloj de pulsera con esta complicación, hasta que se produjo la transferencia de la producción a la fábrica de Petrodvorets a partir de 1965. En el siguiente carrusel de imágenes, tenemos la suerte de poder apreciar con todo lujo de detalles como era este reloj, convertido hoy en día en objeto de deseo de ávidos coleccionistas.

Como he apuntado un poco más arriba, la producción de relojes con formato 24 h se trasladó a la fábrica de Petrodvorets, más tarde conocida como la fábrica de Raketa. Este evento es tan significativo, y hay tanta información y diferentes modelos por enseñar, que he decidido concentrarlo en un capítulo aparte. Así que vamos a seguir nuestra línea del tiempo y esta vez lo haremos de la mano de los mayores y más intrépidos aventureros que conoció el siglo pasado: los cosmonautas.

No voy a introducirme demasiado en el programa espacial soviético, pero me gustaría apuntar que durante la década de los 60 los soviéticos tomaron la delantera global en lo referente a la carrera espacial. Durante estos años, el estado no escatimó en esfuerzos para producir y desarrollar tecnología puntera que pusieron a sus cosmonautas a la cabeza de la carrera por conquistar el espacio. Fruto de este esfuerzo, vio la luz nuestro siguiente protagonista, el conocido como NII Chaspron.

Este reloj fue desarrollado para uso exclusivo de los cosmonautas en el instituto tecnológico Chaspron. Tiene la particularidad de ser electromecánico. En aquella época, antes de la aparición de los relojes de cuarzo, los relojes electromecánicos eran los más exactos que se podían fabricar. La Unión Soviética fabricó varios relojes electromecánicos e incluso los comercializó.

Hay fuentes que citan que sólo se fabricaron 29 unidades del NII Chaspron, y que viajó al espacio en varias misiones Soyuz. Evidentemente, se trata de un verdadero “unicornio” entre los coleccionistas. A pesar de su rareza, afortunadamente tenemos bastante material gráfico del mismo.

No podía cerrar esta primera parte sin mencionar el conocido Cosmonavigator de fabricación rusa. Sin embargo, me voy a abstener de hablaros sobre él ya que mi buen amigo Lars Ivansen ha hecho uno de los más documentados trabajos que se han realizado sobre este reloj y que podéis leer aquí mismo.

Cosmonavigator. A True Space Watch.
Fuente: https://www.safonagastrocrono.club/cosmonavigator-a-true-space-watch

Por ahora, lo vamos a dejar aquí. En la siguiente entrega, haremos un repaso sobre los relojes 24 h que se utilizaron en submarinos, bunkers, aviones… Sin olvidarnos de los que fabricó Vostok y de los que actualmente tiene en producción.

4 comentarios en «Dossier Relojes Soviéticos/Rusos De 24 h – Parte 1»

  1. javierreloj

    Me encantan las historia de los 24h.
    Cuando escribí mi artículo del 24h vi por primera vez los 24h Antartika que hablas en este articulo. Tan inocente de mí que pasé mucho tiempo buscando uno y como os podéis imaginar nunca lo encontré.

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