@munich_watch_lover
Nota del editor:
Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado el 13/12/2020 en Instagram.
Hoy una entrada muy rápida para reflexionar sobre la cultura de los cambios de correa que domina entre los “Paneristi”, tal como comúnmente se conoce a los aficionados a los Panerai.
Comenzaré agradeciendo a @solomon_straps por la hermosa correa de cuero que adorna mi Panerai Luminor.
(Por cierto, podéis usar el código de descuento “Munich15” para ahorraros un 15% en la compra de cualquiera de las correas de Solomon Straps.)
El reloj en cuestión es el PAM172, desgraciadamente descatalogado hace tiempo. Se trata de una edición limitada del 2003, una variedad del Luminor Marina con caja y bisel pulido realizados en tántalo, un material altamente inerte y que además posee una dureza superior al acero inoxidable. Ya lo introduje en la entrada Panerai: Vista Rápida.
Pero volvamos al tema general de esta entrada…
Después del renacimiento civil de los Panerai en 1993, un gran componente de la “experiencia” de poseer un Panerai ha sido la facilidad de intercambiar sus correas.
Después de ser adquirida por Vendome Group (ahora parte de Richemont) en 1997, Officine Panerai redobló esta apuesta al agregar una amplia gama de correas propias. Esto derivó en una experiencia de compra más inmersiva, ya que los Paneristi podían elegir la correa para su reloj (o varias de ellas) de distintos materiales y en varios colores. Esta oferta sólo ha aumentado con el tiempo y la marca ofrece 496 productos distintos en la actualidad, además de dedicar una sección específica en su web a la temática: “cómo cambiar una correa“.
A ello han contribuido ciertos elementos del diseño de los relojes Panerai, siempre anticipando que los usuarios querrían cambiar las correas. Esto se ha manifestado de dos maneras. En primer lugar, los relojes están pensados para que los cambios de correa sean fáciles. En segundo lugar, Panerai ofrece instrucciones muy claras de cómo hacer estos cambios y también ha proporcionado las herramientas necesarias para completar estos cambios. Viene a ser un destornillador como mucho, es decir un pequeño detalle, pero el propietario es consciente de esta posibilidad desde un principio.
Lo último de Panerai ha sido la introducción de correas de liberación rápida que tan solo requieren ponerlas en el ángulo adecuado para soltarlas sin necesidad alguna de emplear herramientas.
Si bien muchas otras marcas venden relojes con correas adicionales, o meramente ofrecen correas alternativas, en muchos casos no existen herramientas dedicadas para facilitar el cambio de correa. Con ello, dejan el riesgo de los cambios en manos del cliente.
Panerai, sin embargo, ha pensado en el ciclo entero. Creo que ha sido una genialidad empoderar al propietario de este modo, simplemente incluyendo un destornillador con una punta especial diseñada para encajar perfectamente en las asas de los relojes. Panerai es la única que garantiza que un cambio de correa se pueda realizar en el seno del hogar sin riesgo de marcar o dañar el reloj, como sucede con frecuencia con los pasadores de resorte normales. Aunque también dependerá de la destreza de cada uno y las herramientas que emplee.
A medida que aumentó la popularidad de la marca y todo este fenómeno cultural de la personalización de las correas, se observó la aparición de innumerables nuevos fabricantes de correas para los Panerai, algunos de ellos dedicados exclusivamente a suministrar accesorios para los relojes de la marca. Hoy en día existen correas para los Panerai que permiten una extraordinaria personalización, hechas de casi todos los materiales imaginables, con todas las texturas y colores posibles.
Y a los Paneristi les encantan estas correas “aftermarket” (de terceros, vaya). Ya no sorprende absolutamente nada cuando el típico coleccionista de Panerai cambia la correa original por una “aftermarket”, incluso antes de la primera puesta del reloj.
Creo que todo lo que he comentado en esta breve entrada sentó las bases para que entre los Paneristi la cultura de los cambios de correa se hiciera dominante, algo que creo ha transcendido bastante más allá de la marca. ¿Cómo, si no, podemos explicar que tantos aficionados a los relojes tengamos un cajón lleno de correas esperando su turno para ser empleadas?