El Breitling Aerospace

@calibre321

La semana pasada compré un Breitling Aerospace del 2007. En cierta medida, puedo afirmar que fue una compra un poco impulsiva…

Introducción

Un amigo, que estaba ayudando a un veterano retirado de las Fuerzas Armadas de Canadá a “mover” unos relojes, me envió las fotos. Menos de cuarenta y ocho horas después el reloj estaba en el correo, destinado a la puerta de mi casa.

Sin embargo, visto desde otra perspectiva, fue una decisión rápida tomada después de meses de buscar en Internet, ya sabéis, haciendo “window shopping”. Recientemente había vendido algunos de mis propios relojes para reunir fondos y dar entrada a uno nuevo por mi cumpleaños. Estaba más que preparado para concluir una compra. Simplemente no sabía qué reloj sería. No os aburriré con los detalles de mi historial de navegación o los candidatos que encabezaban mi lista. Lo que sí os diré es que este Breitling no estaba entre ellos.

Resumiendo, la casualidad intervino. Una semana antes de que me presentaran el Aerospace, estaba escuchando el episodio 178 del podcast The Grey NATO (The Breitling Challenge). Hacia el final del programa, tuvo lugar un breve intercambio sobre el Aerospace: el coanfitrión James Stacey lamentaba la venta de su modelo temprano de 40 mm.

Fuente:
https://calibre321.com/2022/02/19/other-watchy-bits-the-breitling-aerospace/

Esto me hizo pensar en los anuncios de Breitling que solía comerme con los ojos en mi adolescencia: pilotos en trajes de vuelo completos, cabezas anónimas con casco detrás de gafas reflectantes o la punta de un ala sobre sus hombros contra horizontes brumosos de color azul pálido. El Aerospace se lanzó en 1985, justo antes de que la película Top Gun llegara a las pantallas de todo el mundo. Aunque Cruise usó un Porsche Design de Orfina en la película, las imágenes de Breiltlings y los pilotos de combate se mezclan invariablemente con mi recuerdo del arrogante Maverick y, sin duda, la encantadora Kelley McGillis.

Sé lo mucho que mi yo de trece años quería ser piloto en ese breve momento, aunque solo fuera para ser genial. ¿No anhelamos todos ser geniales a los trece?

Estoy divagando…

Soy débil. Compré el reloj. Pero bueno… ¡es genial!

Nace El Aerospace

El Aerospace es un reloj base de la línea Professional de Breitling. Es de los modelos más duros y resistentes de la marca, diseñado para funcionar en el “campo”. Como tal, el Aerospace no es sólo un guiño a la estética del reloj de piloto, sino que es un reloj construido para pilotos. Docenas de ediciones limitadas específicas para diferentes escuadrones aéreos dan fe de esta herencia: el RAF Gulf War Combat Air Wings, el F16 Falcon Pilots o el Royal Navy Air Rescue, por nombrar sólo algunos.

Originalmente, en el momento del lanzamiento, el reloj se llamaba “Navitimer Aerospace”. Sin embargo, a diferencia de su icónico homónimo, el Aerospace fue el primer reloj de piloto de cuarzo que presentó Breitling. La pantalla ana-digi es la quintaesencia de los años 80 cuando surgió este modelo. El Calibre B56 ofrecía el beneficio adicional de una segunda zona horaria digital, una función de cronógrafo y un calendario perpetuo. El reloj, construido en titanio incluso entonces, medía 40 mm de diámetro y tenía un grosor de poco más de 9 mm. Contaba con un bisel giratorio unidireccional y un cristal mineral endurecido. Sin embargo, este primer modelo sólo ofrecía 30 m de resistencia al agua.

Una década más tarde, en 1996, el movimiento se actualizó al Calibre B65. El cristal mineral pasó a ser de zafiro y la resistencia al agua aumentó hasta los 100 m. En 2001, nuevamente, se mejoró el movimiento, pasando a usarse el Calibre B75. Durante estos años, también hubo pequeños cambios en las fuentes de los marcadores y las señas de marca en el dial. Sin embargo, en gran medida, el reloj se mantuvo fiel a su diseño inicial en tamaño y estética, por lo menos hasta el 2004.

Calibre B79

La mayor innovación en la línea Aerospace se produjo entre 2005 y 2007, cuando por un breve período el reloj agregó el término “Avantage” a su nombre. Breitling presentó su Calibre B79 en aquel momento, un movimiento que usa hasta el día de hoy en la última versión del reloj, conocida como EVO. El movimiento ofrece multitud de funciones, que incluyen cronógrafo, GMT, cuenta atrás, repetidor de minutos, calendario perpetuo, luz de fondo y alarma. Más importante aún, el B79 (basado en el ETA 988.352) es un calibre termo-compensado para resistir los cambios de temperatura. Breitling se refiere a él como “SuperQuartz”. Tiene certificación de cronómetro COSC con una precisión oficial de ±10 segundos al año. Sin embargo, como anécdota, el reloj a menudo supera esta especificación. Pero, como mínimo, el B79 es diez veces más preciso que un movimiento de cuarzo normal.

Por el momento, solo los relojes controlados por radio pueden superar el rendimiento de los de cuarzo termo-compensado; sin embargo, esto no se debe a que estos movimientos tengan una calidad superior, sino a que los relojes controlados por radio realizan ajustes periódicos a través de la comunicación con un reloj remoto de referencia que es más preciso, habitualmente sincronizado con un reloj atómico.

El método de ajuste de conteo digital utilizado por el B79, por lo tanto, es un pequeño milagro de la ingeniería, especialmente dado que fue diseñado hace más de una década. Hoy en día, solo un puñado de calibres, como el Citizen A660, pueden presumir de una mayor precisión (±5 segundos al año).

Impresiones

El Aerospace del 2007 (y los modelos posteriores hasta el 2013) crecieron hasta los 42 mm de diámetro. También se abultó un poco su grosor, hasta los 10,4 mm. Sin embargo, debido a su construcción de titanio, su peso se mantuvo por debajo de los 38 g. El modelo que tengo (E79362), incluso con su brazalete de titanio de corte oblicuo, pesa sólo 84 g. Para ponerlo en perspectiva, mi SPB147 o mi Aquastar Deepstar, cuando llevan sus brazaletes, inclinan la balanza hasta los 161 g y 180 g, respectivamente. En comparación, el Aerospace se siente como si uno llevara aire puesto.

También se debe tener en cuenta que, incluso con estas dimensiones algo más grandes, el reloj sigue siendo 4 mm más delgado que los dos divers antes mencionados. La esbelta caja del Aerospace, junto con la facilidad de uso y precisión de su movimiento de cuarzo, lo convierten en un modelo ideal para el uso diario. No me lo he quitado salvo para dormir desde que lo recibí. Y eso incluye mis entrenamientos en el gimnasio. No tengo ninguna duda (contando ya con otro reloj de titanio en mi caja) que el Aerospace será más que capaz de aguantar uno, o varios, golpes.

En cuanto a su funcionalidad, todo el reloj se opera a través de su corona. Una simple pulsación activa la repetición de minutos. Un giro rápido en cualquier dirección lo cambia de modo a modo. Una rotación más lenta activa la retroiluminación. En modo cronógrafo, una pulsación lo pone en marcha y otra lo detiene. Manteniéndolo presionado se reinicia. Tengo el “GMT” (o segundo huso horario) fijado en Melbourne, donde vive mi hermana. La alarma suena a las 5 am… y es imposible no oírla. Además, el anillo de retención tiene una escala de 24 horas que es fácilmente legible, en caso de que la necesitase.

También me gusta el bisel de trinquete. No ofrece el chasquido fuerte de un diver de SEIKO, pero tiene 120 clics sólidos. Con una resistencia al agua de 100 m y una buena dosis de Super-LumiNova tanto en las manecillas como en los índices, el Aerospace podría realizar fácilmente una doble función como diver.

Y el cristal… bueno, nunca había visto antirreflejos así. Desde la mayoría de los ángulos, jurarías que no hay cristal de zafiro en absoluto. Breitling describe el proceso detrás de la fabricación de su cristal en un artículo detallado en su sitio web. En el mismo, la marca afirma que su “a prueba de deslumbramiento” de doble cara elimina el 99% de todos los reflejos. No sé cómo se mide esto, pero visto el reloj, lo creo.

En términos de estilo, no hay duda de que, con la excepción de los 4 números de bloque aplicados (una mejora con respecto a fuentes usadas anteriormente, en mi opinión), el reloj todavía habla un lenguaje muy ochentero. Tanto los audaces puntos de agarre del bisel con protuberancias, como los llamativos marcadores de la esfera o el asertivo logotipo nos trasladan a esa época. Es cierto que esta estética no será del gusto de todos. Pasa un tanto de lo mismo con la pantalla ana-digi, que continúa por esta senda identitaria. Seguramente sea un gusto adquirido: un extraño revoltijo de elementos que son a la vez retro y futuristas, como si estuviéramos observando la visión del futuro de una era pasada. Yo lo llamo “geeky cool”, que es muy difícil de traducir, pero vendría a significar genialidad friki.

Y, sin embargo, a falta de un término mejor, me atrevería a describir el diseño como muy masculino. Su apariencia predominantemente cepillada (el único pulido es una línea fina y discontinua alrededor del cristal) y su diseño táctico le dan una calidad industrial de herramienta, observable hasta en los tornillos del bisel. La única nota de verdadera superfluidad podría ser su polémico brazalete. Los eslabones en ángulo pueden polarizar a los aficionados de Breitling, pero creo que todo forma parte del encanto de patito feo de este reloj.

En última instancia, sólo hay una opción de diseño que no puedo respaldar, y son las agujas. Es una pequeña crítica, pero las veo algo pequeñas. Si bien las delgadas agujas tipo lápiz son una mejor opción que las manecillas parcialmente esqueletizadas que vemos en el EVO, sigue careciendo de seriedad. Se nota en un reloj que, por otro lado, es muy asertivo en su diseño. En términos prácticos, entiendo la necesidad de mantener la visibilidad de las pantallas digitales y no tengo una alternativa que ofreceros, pero me parece que un juego de agujas más agresivas ayudaría equilibrar mejor el conjunto del diseño.

Especificaciones

Caja
Titanio cepillado.
42 mm de diámetro.
10,4 mm de grosor.
48 mm de longitud (“lug-to-lug”).
22 mm entre asas.
Bisel unidireccional de 120 clicks.
Corona inteligente a presión.
Fondo roscado.
100 m de resistencia al agua.

Calibre
Breitling B79 “SuperQuartz” termo-compensado.
Certificado cronómetro COSC.
7 rubíes.
Cronógrafo, repetidor de minutos, cuenta atrás, GMT, calendario perpetuo, alarma y luz.
3/4 años de batería.

Cristal Y Dial
Zafiro plano con doble tratamiento antirreflejos.
Esfera ana-digi.
Marcadores y números arábigos aplicados.
Registros de 12 y 24 horas.

Luminiscencia
Super-LumiNova C3 en agujas y marcadores.

Correa
Brazalete de titanio con eslabones oblicuos atornillados y cierre fresado.

Conclusiones

Al mencionar la marca Breitling, muy rápidamente las imágenes del Navitmer gritaran en vuestras mentes. Tal vez las del Avi o el SuperOcean les sigan de cerca, escoltadas por las del Avenger. Pero el Aerospace ofrece una interesante puerta trasera de entrada a la marca que rinde homenaje a su larga tradición produciendo relojes “herramienta” para el mundillo de la aviación. Desde los relojes de cabina que instalaron en los Spitfires o los bombarderos Lancaster durante la Segunda Guerra Mundial hasta la innovadora regla de cálculo circular de sus Chronomats y Navitimers, Breitling ha estado produciendo “instrumentos para profesionales” desde sus inicios. El sector aeroespacial es una parte integral de esa tradición. Pero, francamente, si tenéis la intención de comprar un Aerospace, simplemente hacedlo si os gusta. Es lo único que importa.

El Aerospace EVO actual cuesta CAD$5.075 (el PVP oficial en España es de €3.890). Dicho esto, se pueden encontrar en tiendas en línea versiones con especificaciones similares y equipadas con el calibre B79 en un rango de precios entre CAD$1.700-2.500 (€1.175-1.725), dependiendo de su estado.