Christopher Ward C60 Trident Pro 600

@aviation_watch

Hoy presento el cuarto diver que nos ha prestado nuestro compañero @joseferra (Pep), también con esfera negra.

Se trata del C60 Trident Pro 600 de Christopher Ward, una “micro marca” ya muy consolidada. La configuración (objeto de esta reseña) es la de 40 mm y correa híbrida de Cordura® y caucho. Este reloj en concreto tiene un PVP de €885 y lo vende directamente la marca a través de su web. Se puede elegir en tres tamaños (38, 40 y 42 mm) y con este caucho o un brazalete cepillado. La versión con brazalete tiene un PVP de €1.015. En sus líneas diver y retro diver, Christopher Ward ofrece un total de 137 modelos distintos en la actualidad.

La marca ofrece atractivas ofertas de vez en cuando. Por ello, si os interesa alguna de sus piezas os recomiendo crear una cuenta en su web para estar informados sobre cuando tienen lugar.

El reloj me ha encantado y lo que ofrece la marca también. De hecho, soy incapaz de decidirme por cual me ha gustado más, si este reloj o el Baltic Aquascaphe también de nuestro compañero Pep sobre el que ya escribí, aunque ofrecen cosas distintas y por ello son evidentemente complementarios. ¡Vaya excusa… para tener ambos!

Empezaré hablando un poco sobre la marca.

La idea de establecer Christopher Ward surgió en el año 2004 y se consagró el siguiente. Sus tres fundadores (Chris Ward, Mike France y Peter Ellis) tenían amplia experiencia en el sector minorista, pero no en el de los relojes, aunque compartían un gran interés por ellos.

A través de sus conexiones profesionales, pronto aprendieron que los márgenes en la industria eran descabellados y se propusieron crear un tipo diferente de negocio de relojes “premium”: una empresa que evitaría los enormes gastos generales de marketing, patrocinio y los márgenes minoristas de las marcas suizas. La idea era ofrecer “los relojes caros más baratos del mundo”.

En el año 2008, Christopher Ward comenzó a trabajar con una exclusiva empresa de relojería suiza: Synergies Horlogères (SH) con sede en la capital relojera de Biel. SH era propiedad y estaba dirigida por Jörg Bader, quien compartía una visión similar de la relojería y el negocio con los fundadores de Christopher Ward. Esta asociación pronto derivó en los Calibres “JJ” y unos hermosos relojes de vestir con movimientos modificados a medida, como el C9 Jumping Hour y el C900 Single Pusher.

Llegado el 2014, las dos empresas se fusionaron oficialmente y ese mismo año la empresa anunció, para asombro de muchos, un verdadero hito, un calibre de manufactura, el calibre SH21.

15 años después, Christopher Ward (ya sin Chris Ward, uno de los fundadores, a bordo) quizás todavía sea considerada una “micro marca”, pero desde luego es una que tiene un modelo de negocio totalmente consolidado. A esto se une su distintivo modo de hacer las cosas. Como describe el propio lema de la marca (‘Ingeniously English, Unsurprisingly Swiss’), aúna el atrevimiento del diseño británico, siempre buscando ser distinto, con la calidad y fiabilidad de la manufactura suiza.

Pero pasemos ya a ver el reloj.

Se trata del C60 Trident Pro 600 con esfera negra en caja cepillada.

En primer lugar, la presentación es inusual y por ello atractiva. El reloj viene en una caja alargada con una base y un lado de madera, enfundado por una tapa de cartón grueso donde encontramos marcado el logotipo y el nombre de la marca. Los materiales utilizados son todos reciclables.

Una vez abierta, encontramos el reloj (que viene muy bien protegido), un paño de limpieza y la documentación. Esta última incluye un manual de usuario y otro documento de bienvenida personalizado y firmado por los fundadores. Explica los generosos términos de la política de devolución (60 días) y de garantía (60 meses) y otras ventajas de registrar el reloj con la marca, ya sea nuevo o incluso de segunda mano. Estas incluyen: reparaciones en el periodo de garantía, acceso a ofertas exclusivas y adelantos sobre los periodos de oferta, registro para recibir la revista de la marca (“Loupe”), actualizaciones a través de email y recordatorios de la necesidad de hacer un servicio al reloj.

Una vez fuera de la caja se aprecia de inmediato que estamos frente a un reloj cuidado en los detalles y muy bien acabado, claramente en la línea de lo que pretende la marca.

La caja de acero inoxidable 316L tiene 13,4 mm de grosor y unos modestos 47,5 mm de asa a asa (“lug-to-lug”), que lo hacen sumamente versátil para todo tipo de muñecas. En la versión de 38 mm, el grosor se reduce hasta los 12,7 mm y el “lug-to-lug” hasta los 45 mm, mientras que en la versión de 42 mm se mantiene el grosor de 13,4 mm, pero aumenta el “lug-to-lug” hasta los 49,3 mm.

La parte superior de la caja está cepillada y las asas desde arriba muestran un aspecto fino y elegante. El cepillado continúa en el facetado de la parte alta de los laterales, con una fina sección pulida separando estas dos partes. El facetado de abajo de los laterales también está pulido.

Podéis apreciar todos los detalles en las siguientes imágenes, incluidas las asas con su pronunciada curvatura.

La caja es muy bonita, incluso espectacular, diría yo.

En la siguiente imagen se observa la corona firmada, de relativamente gran tamaño alojada entre guarda coronas que son más bien pequeños. La manipulación de la misma es muy agradable y firme, comparable a la de relojes con mucho mayor precio. Me recuerda mucho al manejo del Sinn 104 con el que comparte calibre base, o incluso a la del Breitling SuperOcean, con un calibre homólogo de ETA (aunque en este caso pasa por las manos de Breitling Chronométrie donde se añaden los componentes adicionales necesarios y éstos son ajustados para obtener la certificación COSC).

El bisel cerámico es unidireccional de 120 clicks fabricado de zirconia (ZrO²). Quizás sea lo que menos me ha gustado del reloj, a pesar del lumen que incluye. Por un lado su actuación es agradable, además de muy sonora, pero la holgura es excesiva. También pienso que su acabado es demasiado brillante, hasta parecer plateado en ciertas condiciones de luz. Finalmente, deja expuesto el borde del cristal de zafiro plano que incorpora el reloj.

A continuación, muestro una imagen de la trasera atornillada, decorada con relieves pulidos que muestran el tridente del modelo, el nombre de la marca y el nombre del modelo. Podéis observar que para abrirlo hace falta una herramienta especial para ajustarlo a las muescas alargadas y curvas que porta.

El conjunto es sorprendentemente pequeño y liviano para un reloj que ofrece 600 m de resistencia al agua, ya que la cabeza del reloj sólo pesa 83 g. Así que no sólo es el “look” el que está conseguido, sino la funcionalidad. Todo un gran logro, en mi opinión.

Ahora veremos un detalle de la correa “híbrida” con la que viene equipado el reloj, que es una mezcla de Cordura® y caucho. En primer lugar y como se aprecia en la imagen anterior, la correa trae pasadores de ajuste rápido, evitando la necesidad de usar herramienta y dañar el reloj al cambiarla. Esto es siempre un detalle para agradecer. La correa es de un material grueso pero cómodo, de inspiración a las tipo “Tropic” pero interpretado de un modo mucho más contemporáneo. En mi experiencia es bastante más fácil de abrochar que la que ofrece Breitling, que es parecida en términos de grosor y flexibilidad, aunque no en estética. Las trabillas de esta correa están mucho mejor pensadas y colocadas. La hebilla es contundente y viene firmada a laser con el nombre de la marca.

El lumen es Super-LumiNova (grado SLN X1 GL C1) de color blanco, pero que destella en verde. Como veréis en la siguiente imagen, el bisel también incorpora lumen.

Aprovechando la imagen donde lo muestro, os describiré la esfera, que de nuevo me ha gustado mucho. Tomad nota que el tamaño del reloj (38, 40 o 42 mm) afecta un poco los marcadores de la esfera por la ubicación del fechador. Podéis ver los efectos en la web del fabricante.

La esfera tiene un acabado negro pulido. La ventana del fechador está a las 3 h, con un marcador reducido para acomodarlo. La fuente del anillo de la fecha está en blanco y el fondo es negro, por lo que su presentación es muy discreta. El marcador opuesto a las 9 h también es del mismo tamaño reducido para acomodar la estampa de la marca. Justo debajo de las 12 h encontramos en negro mate las “twin flags”, el logotipo de la marca. Este se aprecia mejor más arriba, en la primera imagen de la esfera. Los índices de las horas tienen un acabado cepillado con los facetados interiores pulidos. Las agujas también combinan este acabado cepillado y pulido. El pulido destaca en el segundero con su contrapeso en forma de tridente. Me gusta mucho este detalle, pero imagino que es un diseño que puede ser polarizante. A las 6 h se añaden dos líneas con especificaciones: la de “AUTOMATIC” en blanco y la de “600m|2000ft” en color rojo. Rodeando el índice de las 6 h vemos la estampa “Swiss Made”.

El C60 Trident Pro 600 lleva el calibre Sellita SW 220-1, un calibre automático con 26 rubíes que oscila a 28.800 vph (4 Hz) y tiene 38 horas de reserva de marcha. Su homólogo de la familia ETA es el 2824, que en principio lleva un rubí menos y ofrece la misma reserva de marcha. El reloj que he usado para la reseña venía bastante bien ajustado y regulado, pero los -6 s/día de media de precisión y los 14 s/día de variación entre posiciones no están a la altura del rendimiento del Sinn 104, que esencialmente usa el mismo calibre. El grado del calibre y los relojeros que los ajustas evidentemente importan.

Sólo queda ya enseñároslo puesto, en este caso en mi muñeca de 17,5 cm de circunferencia. El reloj es muy cómodo y a mi ver proyecta una imagen de gran calidad.

Ya había visto el Christopher Ward de Pep con anterioridad, pero poder disfrutar de él durante unos días me ha permitido apreciar el gran conjunto que ofrece esta marca. Creo que el C60 Trident Pro 600 es un gran reloj. Es decididamente bonito y se ofrece a un precio más que razonable. De hecho, examinando lo que se ofrece por lo que cuesta, este reloj representa una propuesta francamente atractiva.