Retras Dive Watch: Un Año En La Muñeca

@calibre321

Dos cosas pasarán este noviembre: mi blog cumplirá su primer aniversario y yo celebraré un año con el Retras Dive Watch. ¿Con cuál?, os preguntaréis. Efectivamente, no es un Speedmaster, ni es un Submariner. Pero de mi colección, es mi reloj favorito.

Veámoslo (otra vez)…

¿Por qué nos gusta lo que nos gusta? Si debemos creer en la selección natural, nuestros placeres nos conducen suavemente hacia comportamientos que son ventajosos para nuestra supervivencia. Pero mi adicción a los relojes me ha hecho desprenderme de valiosos fondos que de otro modo podrían haberse dedicado al sustento y al refugio. Entonces no es eso. Es fácil atribuir nuestros deseos a un conjunto de genes y una pizca de influencia social, pero si bien estos fenómenos, biológicos y aprendidos, pueden explicar una apreciación general de las cosas buenas, o quizás incluso un amor por los relojes (de esto culpo específicamente a mi padre), entonces ¿no debería haber alguna fuerza más precisa que me haga asentarme en un reloj específico? ¿Un reloj relativamente desconocido entre decenas de miles de posibilidades?

Elijo creer que obedece al esencialismo. La esencia del objeto en sí es interna: la historia detrás de la misma, la narrativa que la acompaña, la intención de su creador y su función. Me gusta el Retras Dive Watch porque su esencia definitivamente me llama.

Considerad esto. Si sois como yo y sé que lo sois, estáis constantemente buscando vuestro próximo reloj. Estáis mirando revistas, acechando la internet, leyendo foros y sitios web dedicados a los relojes como Fratello, Time & Tide, Hodinkee… ¡o este mismo! Estáis haciendo esquemas contabilizando los pros y contras, compilando listas. Quizás estas listas estén incluso en el orden cronológico en el que imagináis que compraréis vuestros próximos tres o cinco relojes. Pero lo que realmente estáis haciendo (si sois sinceros con vosotros mismos) es retrasar lo inevitable.

Una mañana os despertaréis y lo veréis. No estará en ninguna de vuestras listas. ¡Al diablo con los esquemas! Igual no lo compráis allí y ahora mismo. Podéis vivir en negación durante un día, una semana, un mes… o más. Pero Malcolm Gladwell explica que no importa cuándo finalmente se complete esa compra, la decisión de comprar ese reloj la tomasteis hace mucho tiempo en los primeros momentos en que lo visteis. Su esencia os habló.

Parte de lo que le da al Retras Dive Watch su esencia, para mí, es la mitología de su creación. Su creador, Axel Schijns, recibió un reloj de su padre, un diver de marca Dugena de la década de 1960. Era un reloj que había sido encontrado años antes y posteriormente usado durante media vida, en un estado maltratado, mellado, descolorido y muy envejecido. A pesar de esto, los compañeros de trabajo comentaron sobre el reloj y Schijns comenzó a preguntarse si tal cosa podría reproducirse con materiales modernos. Así emprendió el viaje que lo que convertiría en relojero.

Ya he comentado en alguna ocasión sobre el “anonimato” del Retras Diver. Las señas de la marca son casi inexistentes, excepto por una impresión pálida, situada debajo del marcador de las 12 h en la esfera. Su caja es una recreación común del clásico “Skin Diver”, pero no exactamente como la de una marca icónica en particular. El color de su esfera fue creado específicamente para el Retras en un esfuerzo por capturar la pátina “tropical” de un reloj vintage real; sin embargo, eso sólo sirve para que se parezca más todavía a divers de la época. Os diré que más de una vez lo han confundido con una pieza vintage en las redes sociales en las que participo. Pero es exactamente esto lo que más me atrae del reloj. El Retras es un reloj de buceo arquetípico. Es lo que una vez denominé el “ideal platónico”. Y hoy, todavía me siento así.

¿No podría obtener eso de una pieza vintage realmente barata? ¿Un Caravelle? ¿Un Vantage? ¿El “Tradition” de Sears? Seguro. Y estoy seguro de que cualquiera de esos me haría feliz. Pero ¿darían la hora bien? ¿Podría llevarlos a nadar? ¿En mi kayak? Jadeo… ¿Bucear? No es probable…

El Retras Diver está diseñado en Alemania y mide 38,5 mm de diámetro y 47 mm de longitud. Incluso con su exuberante cúpula de plexiglás, tiene menos de 12 mm de grosor. El “desk diver” perfecto. Su bisel es de aluminio y bidireccional. Su corona es grande, roscada y fácil de manipular. Tiene una admirable resistencia al agua de 100 m. Su calibre, el STP 1-11 suizo (utilizado en la línea Zodiac Super Seawolf) ofrece un rendimiento de ensueño. Preciso y confiable.

Pero lo que más he apreciado del Retras durante el último año es su versatilidad. Para empezar, el reloj es un “strap monster”, le sienta bien cualquier tipo de correa. Ayuda que el ancho entre asas sea de 20 mm. Pero el bisel negro y la esfera neutra funcionan con todo tipo de colores. Y el hecho de que sea un diver significa que le pegan los cauchos del tipo “Waffle”, las “Tropic“, las “Sailcloth” y las NATOs. Pero también lo he combinado con brazaletes vintage NOS, milanesas, el Speidel Twist-o-Flex, el Forstner Klip y el JB Mesh. ¿Cuero marrón? También. ¿Lona beige? Apostad por ello.

También funciona en diversas situaciones. Lo he usado con un blazer y corbata. También lo he usado con pantalones cortos y una camiseta. Está positivamente hecho para combinar con una camisa blanca con botones y vaqueros azules.

Cada reloj se ensambla a mano en los Países Bajos y se numera del 01 al 50. Eso es correcto. Cincuenta. El mío es el número 09. Eso es lo más cercano a un reloj único que podéis conseguir. ¿Es barato? No, pero tampoco os arruinará. Además… “el corazón quiere lo que quiere”. Es de Emily Dickinson, no de Selena Gomez…

Si el Retras Dive Watch os habla del modo que lo hace conmigo, echadle un vistazo a mi reseña del año pasado, o id directos al sitio web de la marca. Tengo entendido que todavía quedan algunas unidades; pocas, me cuenta Axel Schijns, el creador de la pieza.

¿No necesitáis otro diver, decís?

Permitidme compartir unas sabias palabras: “¡Oh, no razonéis con la necesidad!”. Shakespeare. El Rey Lear. El bardo no puede estar equivocado.