Reseña Omega De Ville Prestige Co-Axial Chronometer

@aviation_watch

Hoy vamos a ver un clásico reloj de vestir de Omega: el De Ville Prestige Co-Axial Chronometer (ref. 424.13.40.20.01.001). Introducida como línea aparte por Omega en 1967, la colección De Ville engloba relojes sofisticados en contraposición a los modelos deportivos de la marca.

Más abajo veremos la historia de la línea De Ville y la colección actual.

Este ejemplar de acero inoxidable y correa de piel mide 39,5 mm de diámetro. Destaca por su elegancia, con una bella y sobria esfera negra de dos zonas, con números romanos en los cuartos del anillo exterior. Equipa el calibre 2500 Co-Axial con rendimiento certificado como cronómetro.

Su PVP oficial en España es de €3.300.

Echémosle un vistazo inicial.

La Línea De Ville

Los “De Ville” aparecieron a principios de la década de 1960, inicialmente como parte de la colección “Seamaster”, aunque representando a sus versiones más clásicas.

Sin embargo, la línea “De Ville” se estableció como colección aparte a partir de1967, como cita la propia Omega en su crónica histórica. Tratándose de relojes simples, finos y atemporales, rápidamente se convirtieron en un éxito de ventas.

Diseñados en la “sofisticada” Ginebra en vez de Bienne (sede “industrial” de la marca Omega), estos relojes ofrecían una imagen que encajó muy bien con los nuevos tiempos que se vivían.

Durante los duros años 70, los Omega De Ville ganaron seis “Rosas de Oro” en los premios de diseño de Baden-Baden. Además, también recibieron el codiciado “Grand Prix Triomphe de l’Excellence Européenne”.

Otro momento muy importante en la línea de tiempo llegó en 1999, cuando un reloj de la colección De Ville fue el primero en ser equipado con el calibre 2500, un calibre basado en un ébauche de ETA, pero modificado para dotarlo de un escape co-axial. Se podría argumentar perfectamente que representó la primera gran innovación “práctica” del escape en 250 años. El Swatch Group relata la hazaña en este documento, que comparto a continuación.

El gran logro de Omega fue conseguir fabricar el escape co-axial a gran escala. Inventado por el afamado relojero británico George Daniels, contribuyó a solventar en gran medida dos problemas fundamentales que habían plagado el cronometraje de precisión de larga duración.

En primer lugar, los cambios en la viscosidad de los lubricantes suelen restar regularidad a los calibres. En segundo lugar, con el paso del tiempo, los lubricantes tienden a desaparecen de los lugares donde más se necesitan. Daniels rediseño la arquitectura de los elementos impulsores del calibre, reduciendo tanto la fricción como la influencia de la viscosidad de los lubricantes sobre la amplitud del volante. A diferencia de los escapes convencionales, el escape co-axial cuenta con una rueda intermedia, una rueda co-axial y una leva con tres paletas. La leva sólo actúa cuando el volante gira en sentido antihorario.

Con vistas de aprovechar al máximo las ventajas de este tipo de escape, al calibre 2500 de 27 rubíes se le añadió una espiral plana de Glucydur, un material antimagnético, que oscilaba libremente a 25.200 vph (3,5 Hz).

Omega reactivó la línea “De Ville” para el debut de este calibre.

No se debe infravalorar el mérito de este tipo de escape, ya que ha permitido altísimos estándares de rendimiento cronométrico en relojes mecánicos que son producidos en masa.

Desde 1999, Omega ha continuado refinando y mejorando la tecnología co-axial, destacando el lanzamiento en el 2007 del primer calibre manufactura con este tipo de escape, el afamado Omega 8500. Hoy en día, Omega lo usa extensamente en relojes de las líneas De Ville, Constellation y Seamaster (en los Aqua Terra, Planet Ocean y PloProf).

La actual oferta de la línea De Ville consta de cinco segmentos distintos (Ladymatic, Hour Vision, Trésor, Prestige y Tourbillon), con más de 200 modelos en total.

El Reloj

Este ejemplar es parte del segmento “Prestige” de la línea “De Ville”. Es uno de 89 modelos masculinos en la colección actual de Omega, ofrecidos en dos tamaños (36,8 mm y 39,5 mm).

Es una versión muy sobria, con una esfera negra satinada y el fechador en la posición tradicional a las 3 h. Viene de dotación con una discreta y elegante correa de piel negra y equipa el calibre Omega 2500.

En primer lugar, veámoslo otra vez.

Es un reloj formal y elegante de un tamaño comedido. A continuación, podéis ver las características del reloj, que iré comentando según avance la reseña.

La caja mide 39,5 mm de diámetro por 10,2 mm de grosor, siendo uno de los relojes automáticos más finos de la marca. Ambas medidas me parecen óptimas para todo tipo de situaciones, siendo el alto perfecto para deslizarse bajo un puño de camisa.

El largo (“lug-to-lug”) de la caja es de sólo 45 mm, una medida también muy comedida, por lo que creo que sentará bien en todo tipo de muñecas.

Tiene 20 mm entre asas, una medida estándar, permitiendo adornarlo al gusto de cada uno con diferentes correas para que el reloj luzca más formal, o por lo contrario más informal, dependiendo de la ocasión.

La caja y el bisel tienen un acabado íntegramente pulido, acorde con la temática del reloj. Es lujoso, sin ser estridente. Su propósito es ser un discreto acompañante, un objetivo que claramente consigue. Es difícil citar un elemento destacable, aunque el encuentro lateral con las finas y curvadas asas, que son más bien rectas, es muy agradable a la vista.

Tanto el pulido íntegro como el simple bisel tienen el efecto de aumentar marginalmente el impacto visual de la caja.

La corona a las 3 h es pequeña y discreta. Viene firmada con el logotipo de la marca. Su acabado es acanalado para facilitar su manipulación. Además, una pequeña muesca en la parte posterior de la caja permite ver el tubo, facilitando mucho la extracción de la corona. Una vez extraída, su manipulación es muy agradable, con las dos posiciones tradicionales para cambiar la fecha y la hora, respectivamente.

El reloj equipa un zafiro marginalmente convexo y biselado. La curvatura del cristal es mínima, por lo que no crea distorsión alguna. Su borde sobresale muy ligeramente por encima del bisel. Aunque lleva tratamiento antirreflejos en su cara interior, no es especialmente efectivo. Creo que el acabado satinado de la esfera también contribuye a magnificar los reflejos.

De todos modos, la legibilidad de la esfera es sobresaliente, como se aprecia a continuación.

La base de la esfera es negra, con un acabado satinado. En la imagen anterior son muy observables sus dos zonas.

El anillo exterior alberga números romanos (en los cuartos) y bastones para marcar las horas, todos ellos aplicados. La impresión “SWISS MADE” rodea el marcador de las 6 h. No hay pista de minutos/segundos.

El círculo interior muestra las impresiones (el logotipo, “OMEGA” y “DE VILLE” a las 12 h y “CO-AXIAL” y “CHRONOMETER” a las 6 h). También alberga la discreta ventana del fechador a las 3 h, ejecutada en forma de recorte biselado. El fechador muestra el día del mes en negro sobre fondo blanco. Quizás blanco sobre fondo negro hubiese sido todavía más discreto.

Las agujas son plateadas. Las de las horas y los minutos son tipo Dauphine, con el segundero un largo estilete.

El reloj no lleva luminiscencia.

El fondo ciego a presión es igual de discreto que el resto del reloj. Su parte central tiene un cepillado vertical, con los grabados del logotipo y el nombre de la marca. En la periferia pulida está grabado el número de serie del reloj.

El reloj ofrece una resistencia al agua de 30 m. Es decir, hay que andarse con cuidado, pero es una prestación acorde con su propósito.

Este ejemplar equipa el calibre Omega 2500 con certificación cronómetro de COSC.

Su base es el ETA 2892, lanzado en 1975. El 2892 es otro caballo de batalla de ETA, como el 2824. Destaca por su finura, por lo que ha sido utilizado a menudo como base para añadir módulos con funciones adicionales. El ébauche base tiene una sección vacía, opuesta a la tija, permitiendo añadir elementos sin comprometer su grosor ni la facilidad de servicio del movimiento.

En este caso se trata de una versión altamente modificada, lo que viene a ser un híbrido entre un ébauche y un calibre manufactura. Esto permite que las versiones equipadas con el Omega 2500 sean mucho más asequibles que las que equipan el calibre manufactura Omega 8500. Por ejemplo, los relojes del segmento De Ville Hour Vision cuestan aproximadamente el doble de lo que cuesta nuestro protagonista.

El calibre 2500 incorpora escape co-axial y espiral de Glucydur. Cuenta con 27 rubíes, oscila a 25.200 vph (3,5 Hz) y ofrece una reserva de marcha de 48 horas. Resumiendo, a pesar de su origen genérico, se trata de un calibre de altísimo nivel, además de ser razonablemente asequible al emplear un ébauche de base.

La siguiente imagen muestra la guía de uso, detallando las funciones del reloj y su operación. Nada en la imagen debe sorprenderos, incluido el cuidado necesario a la hora de utilizar el ajuste rápido de fecha, que debe evitarse entre las 20 h y las 2 h. (Esto lo explicamos en detalle en la entrada Complicaciones: Fecha.)

Omega ofrece muchas versiones del De Ville Prestige con un brazalete tipo granos de arroz, pero francamente, lo que le va es la piel. La correa de dotación es suave y flexible, pero algo fina a mi ver. Su acabado es satinado, a juego con la esfera. Se estrecha ligeramente, hasta los 18 mm en la hebilla, cuyo acabado es pulido. Predeciblemente, la hebilla viene firmada con el logotipo de Omega.

La esfera, en combinación con los marcadores y agujas plateadas, emite bastantes brillos. Por ello, no creo que desentonase con una correa brillante, ni con una de cocodrilo negra. Además, al ser monocromático, el reloj se podría combinar perfectamente con correas más desenfadadas para darle un uso más casual.

El reloj es muy llevadero, ofreciendo un gran equilibrio gracias a su escaso grosor y la caída de sus asas. Es liviano, con poca “presencia” en la muñeca, pero esa es precisamente la idea en ocasiones formales. Ni debemos notar el reloj puesto, ni lo deberían notar los demás.

A continuación, os muestro el reloj puesto en mi muñeca de 17,5 cm de circunferencia. Creo que también sentaría muy bien en muñecas bastante más pequeñas.

La línea De Ville se caracteriza por diseños estilizados y clásicos, además de movimientos de primer nivel. A mi ver, representan una gran opción como relojes de vestir. Aunque no suele ser el estilo que domina en las colecciones de los entusiastas a los relojes, también es cierto que ninguna colección está completa sin incluir una pieza para esas ocasiones especiales. Evidentemente este Omega De Ville Prestige sería una gran opción para ocupar ese lugar.

Agradecimiento:
Este artículo ha sido posible gracias a la generosidad del compañero @jeroni0, que ha tenido a bien prestarme varios relojes de su colección personal para poder reseñarlos.