Presentación Yema LED Kavinsky Limited Edition

@robertoflores

Nota del editor: Roberto, el autor de este artículo, es un compañero de afición afincado en México. Esta entrada es una versión editada y ampliada de contenido publicado por primera vez en el foro relojesrelojes.com.

---

Hoy vemos el Yema LED Kavinsky, un gran éxito que ha sido fruto de una colaboración entre el músico francés Vincent Belorgey (más conocido como Kavinsky) y Yema. Se lanzó en Kickstarter en marzo, cumpliéndose el objetivo mínimo de financiación en el primer minuto de la campaña. Al finalizar la misma, se recaudaron €663,898 de 2,669 patrocinadores, reservándose 3.333 unidades del reloj.

Veámoslo…

Muchos aficionados a los relojes conocen bien la marca Yema, siendo uno de los fabricantes más importantes y tradicionales de la relojería francesa, además de ser uno de los que actualmente sigue produciendo en Francia.

Muchos de los relojes tradicionales de Yema ya han sido reseñados en este sitio web: modelos clásicos como los Superman, los Navygraf o los Rallygraf. Muchos de ellos han conquistado los corazones de los coleccionistas desde 1948. Cuando hablamos de Yema, pensamos en una casa relojera con historia y una herencia muy clara.

Una de sus colecciones menos conocidas, a pesar de llamar mucho la atención, es la “Retro Futuristic Watches“. Cuenta con tres modelos en la actualidad, incluyendo dos referencias LED que fueron lanzadas a finales del 2020, reeditando relojes que la marca francesa comenzó a fabricar en la década de 1970, convirtiéndose en todo un ícono del género en dicho país.

Pero la historia de esta edición limitada Yema LED Kanvinsky comienza en 1986. Va de zombis, música electrónica y relojes.

“Kavinsky” es un personaje creado por el músico y anteriormente actor francés Vincent Belorgey. Tiene un sorprendente parecido con el propio Vincent, pero su “historia” se desvía bastante de la del personaje real.

A modo de resumen, Kavinsky estrelló su Ferrari Testarossa en 1986 y reapareció como un “zombi” en el año 2006.

Ese mismo año, su debut musical con el tema “Testarossa Autodrive” fue un gran éxito, seguido de otros dos “singles”.

El año siguiente, fue telonero en la aclamada gira “Alive” del grupo Daft Punk.

En 2011, su tema “Nightcall”, producido junto con Guy-Manuel de Homem-Christo, se convirtió en la banda sonora original de la película “Drive” de Ryan Gosling, que fue otro éxito a nivel mundial. El tema relata la historia de un zombi que va a la casa de su novia y le dice “bien, no soy el mismo, tenemos que hablar”, una alegoría del reencuentro de Kavinsky con su pareja tras el accidente en el Testarossa.

Lo último en el ámbito musical de Kavinsky es el álbum “Reborn”, publicado más o menos coincidiendo con el lanzamiento del reloj que nos incumbe.

Buena, basta ya de música electrónica, que si os soy sincero me provoca convulsiones. Pero todo sea por la relojería.

Lo único importante de todo esto es que fruto de una colaboración entre Yema y Vincent Belorgey, encarnado en su personaje Kavinsky, se diseñó esta edición limitada de reloj LED para lanzarse a través de la plataforma Kickstarter.

Se anunciaron dos versiones: una plateada y otra acabada en negro. Las podéis ver a continuación.

Fuente:
YEMA LED KAVINSKY Limited Edition by Kavinsky — Kickstarter

Lo único que demandó Yema fue que se cerrase un pedido mínimo de 1.000 unidades, un número que nunca estuvo en duda ya que el objetivo mínimo de financiación se obtuvo en el primer minuto de la campaña. A las 72 horas ya contaba con el apoyo de más de 2.000 patrocinadores.

La campaña culminó el 1 de abril con €663,898 de patrocinio, una cifra que representó más de 22 veces la cantidad mínima a recaudar de €30.000.

Durante la campaña, el reloj se ofreció a partir de €234 con IVA (para envíos a la UE). Acabó con una demanda de 3.333 unidades. Se consiguieron entregar a finales de septiembre, algo más tarde de lo esperado inicialmente debido a la alta demanda.

En general, diría que Yema cumplió con los plazos, manteniendo bien informados a los patrocinadores sobre la marcha de la producción y de los envíos, aunque los comentarios en la página de la campaña evidencian algunos fallos en la distribución. Dicho esto, lo que queda todavía más claro de estos comentarios es lo impacientes que podemos ser los coleccionistas.

También cumplió Kavinsky, mandando una copia (en vinilo) firmada de su último álbum a los 308 patrocinadores que respaldaron esta opción durante la campaña.

Bueno, pasemos a ver el reloj en más detalle.

A modo de resumen, es un reloj “retro-modernista-futurista-vintage” que causa muy buena impresión.

Es un tipo de reloj totalmente nuevo en mi colección, por lo que la complementa muy bien y me ofrece algo distinto para ponerme.

El reloj se presenta en un curioso embalaje, siendo un estuche de piel muy parecido al que se usa para las lentes.

El reloj está fabricado en acero inoxidable 316L, ofreciendo una compleja geometría octogonal en la que en cada ángulo vemos un encuentro de distintos acabados, ya sean cepillados o pulidos. Pienso que los acabados ofrecen el mismo nivel de refinamiento que los que veríamos en un reloj mecánico de Yema.

Por citar un pero, el brazalete integrado tiene un ahusamiento muy atractivo pero me parece algo ruidoso y se siente ligero.

Dicho esto, el conjunto pesa 130 g ofreciendo “presencia”, ahora que yo diría que es más bien del tipo “vintage”, que la que solemos experimentar llevando un reloj deportivo contemporáneo.

La trasera a presión viene firmada. Incluye la leyenda “ONE OF 3333”, en alusión al número total de unidades de la edición limitada.

También vemos una referencia al hermetismo del reloj, en este caso de 5 BAR o 50 m.

El mayor encanto del reloj obviamente deriva de su pantalla LED, siendo el detalle que nos desplaza cincuenta años atrás.

El módulo, propio de la marca Yema, muestra hora y minutos (en formato 12 h o 24 h), fecha (día, mes y año) y segundos.

El pulsador en la ubicación habitual de la corona ilumina la pantalla, que ordinariamente está en estado “stand-by” para ahorrar el consumo de la batería. La primera pulsación muestra la hora, la segunda muestra la fecha y la tercera pasa a mostrar los segundos.

El segundo pulsador rojo sirve para ajustar el módulo.

Yema cita que el módulo ofrece una precisión de ±1 segundo/día. Mi unidad rinde dentro de estos parámetros, aunque también debo citar que se han reportado varios casos en los que las desviaciones eran excesivas, en torno a ±5 segundo/día, o peor. En estos casos, veo en la página de la campaña que Yema se ha encargado de cambiar y/o ajustar los módulos.

Hasta ahora no había sentido atracción alguna por este tipo de relojes, pero tratándose de una edición limitada de una marca como Yema y dado su modesto precio (pagué $235 por él) no puedo quejarme.

Es bonito, funcional y genera conversación. Para un aficionado a los relojes, esto es más que suficiente.