@munich_watch_lover
Hoy vamos a ver el North Pole de la marca germana Davosa. Es una edición limitada a 500 unidades, fruto de una colaboración con el diseñador eslovaco Mario Gašpar.
Nota del editor:
Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado el 30/1/2022 en Instagram.
Davosa
Para aquellos que no conozcan la marca, Davosa es una firma relojera alemana independiente y familiar, que opera bajo este nombre desde 1993.
Pero los orígenes de la firma Davosa se remontan hasta finales del s. XIX.
Abel Frédéric Hasler (1861-1943) fabricaba cajas de relojes de plata desde un pequeño taller en Suiza que estableció en 1881. Por otro lado, dos de sus hermanos montaron una planta de relojes en Ginebra y un tercer hermano hizo un tanto de lo mismo en Biel. Resumiendo, la familia Hasler contaba con un ADN relojero.
Los seis hijos de Abel Frédéric Hasler aprendieron el oficio. Entre ellos destacó especialmente Paul Hasler, que montó su propio negocio en 1917: Paul Hasler Terminages d’Horlogerie. Esta firma se especializaba en ensamblar (terminar) relojes para marcas más conocidas, consiguiendo sobrevivir al crack financiero de 1929 y la gran recesión a nivel mundial que se vio en la primera mitad de la década de 1930.
En 1946, Paul estableció la firma Hasler Frères junto con su hermano David Hasler (1897-1951). Crearon sus propios movimientos y relojes, permitiendo a la nueva empresa gozar de cierto éxito en los EE. UU.
Los hijos del Paul Hasler, Wilfred y Eric Hasler, tomaron las riendas del negocio familiar en 1961, ampliando su presencia en el mercado europeo.
En 1974, la empresa adoptó el nombre Hasler & Co. S.A., operando desde Tramelan en Suiza, el cantón vecino de Jura.
Como muchas otras marcas suizas, Hasler & Co. SA tuvo que introducir grandes cambios debido a la crisis del cuarzo, por ejemplo, empezando a producir modelos equipados con este tipo de calibres a partir de 1975.
En 1987, coincidiendo con el resurgimiento de un renovado interés por los relojes mecánicos, Hasler & Co. SA presentó la colección DAVOSA de cronógrafos equipados con movimientos Valjoux 7750 y 7751. También ofreció como parte de esta colección relojes con complicación de reserva de marcha y formatos menos vistos, como el regulador.
Esta colección fue muy bien recibida por los distribuidores de la marca, hasta tal punto que seis años más tarde propiciaría una estrecha colaboración con Bohle GmbH, su distribuidor germano. A partir de entonces el nombre Davosa se extendería a la gama completa. Desde el 2001, Corinna Bohle ha dirigido el desarrollo estratégico de la marca y el marketing y la distribución del grupo se gestionan desde Alemania.
Aunque Davosa es una marca de relativa pequeña escala, es bastante conocida entre los aficionados por ofrecer relojes tipo “homenaje” a precios asequibles, de muy buena calidad y fabricados en Suiza. En este sentido, se podría afirmar que se asemeja a Steinhart, otra marca alemana del sector. Dicho esto, Davosa cuenta con un extenso catálogo permanente que incluye numerosos diseños de relojes que definitivamente podríamos considerar originales.
En la actualidad ofrece cinco grandes líneas de relojes (Diving, Pilot, Performance, Executive y Ladies) con 46 modelos distintos.
Noth Pole
Tras esta introducción, veamos este modelo en más detalle.
El North Pole fue creado como edición limitada de 500 unidades, fruto de una colaboración con el diseñador de relojes eslovaco Mario Gašpar de iGANE (@we_are_igane). Davosa anunció el proyecto en septiembre del 2020 y el reloj se puso a la venta en diciembre de ese mismo año, exclusivamente a través de la página davosanorthpole.com. Siguen quedando unidades disponibles, aunque desconozco de cuántas se trata.
Numerosos exploradores y aventureros intentaron llegar al Polo Norte durante más de dos siglos. Muchos de sus nombres probablemente se hayan perdido en la historia o nunca hayan sido documentados. De cierta manera, el North Pole de Davosa intenta ser una especie de celebración de estos héroes anónimos.
Es inevitable concluir que su diseño está inspirado por el legendario Rolex 1016 de 36 mm, el primer Rolex Explorer.
En este sentido representa un homenaje, aunque también es cierto que Gašpar ha dejado su imprenta personal, además de crear un reloj que resulta bastante más práctico que el icono que lo inspira.
Por un lado, la caja de acero mate mide 42 mm, otorgándole una presencia y dureza que el reloj original nunca nos ofrecería. No sería descabellado, por tanto, pensar que es una especie de “Explorer antiguo”, pero creado para los tiempos modernos, contribuyendo a ello su cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos y su resistencia al agua de 200 m.
Por otro lado, se puede adquirir sin necesidad de hipotecarse; vale la pena recordar que los precios de un Rolex 1016 (ubicado en la UE) van de €13.800 en adelante.
El reloj se ve sorprendentemente bien puesto en la muñeca y es muy agradable de llevar, en gran medida gracias a su comedida longitud (lug-to-lug”) de 48,3 mm y su grosor de apenas 12,5 mm.
La corona roscada y firmada es grande y ancha. Está acabada con muescas profundas para permitir un fácil agarre.
Pienso que contrasta muy bien con las cortas asas del reloj y el simple diseño del dial, con sus prominentes números arábigos a las 3, 6 y 9 h.
El enfoque utilitario también se observa en las largas manecillas blancas, que complementan perfectamente los índices y números blancos impresos. La legibilidad es perfecta en todas las situaciones.
Por la noche, este reloj brilla como una antorcha gracias a la generosa y precisa aplicación de Super-LumiNova BGW9.
El fondo ciego de la caja es roscado y presenta uno de los mejores grabados que he visto en un reloj a cualquier precio. Muestra la silueta de un misterioso explorador mirando hacia el cielo polar en su camino hacia el Polo Norte.
El North Pole equipa un calibre automático DAV3021 (tratándose de un Sellita SW200-1 personalizado que oscila a 28.800 vph, cuenta con 26 rubíes y ofrece una reserva de marchas de 38 horas). Me parece una gran opción ya que ofrece un más que probado rendimiento a un precio razonable. El único inconveniente es que supone contar con una posición fantasma al ajustar el calibre, ya que el reloj no muestra la fecha.
Finalmente, se vende con una hermosa correa NATO de nailon gris oscuro con herrajes cepillados a juego con el acabado de la caja. Combina a la perfección con la imagen robusta que ofrece el reloj.
Opcionalmente, por €84, se puede añadir una correa de piel de becerro envejecida con pespuntes contrastados y herrajes de acero inoxidable.
El North Pole antepone la función a la forma, ofreciendo un estilo minimalista y lineal, pero también atemporal.
El reloj lleva la firma “Swiss Made” y cuesta €599. Me parece muy razonable dada la combinación de estética vintage en un tamaño moderno y la confiabilidad que ofrece. Es un reloj “herramienta” asequible, simple y minimalista, pero lleno de detalles para explorar.
La verdad es que este reloj me ha encantado, sobre todo por su sobriedad. La calidad aparente, parece muy buena.