Zenith Chronomaster Sport Boutique Edition

@munich_watch_lover

Hoy tengo el placer de presentaros una de las nuevas versiones del Zenith Chronomaster, la “Boutique Edition“, recientemente presentada en Watches & Woinders. Ya está agotada, así que podéis imaginar la gran aceptación que ha tenido.

Nota del editor:
Esta entrada es una versión editada, ampliada y traducida de contenido publicado por primera vez el 29/5/2022 en Instagram.
La preparación de esta entrada no hubiese sido posible sin la gran ayuda de @admin y @aviation_watch.

En primera instancia veamos este exitoso reloj.

La línea Chronomaster rinde honores al “El Primero”, el movimiento de cronógrafo automático de alta frecuencia de la marca. A esto deberíamos añadir el lenguaje de diseño único que ha creado Zenith durante más de 50 años de vida de este calibre. La propia marca no disimula lo que pretende esta colección, que no es otra cosa que mostrar la “maestría de la manufactura”.

Entre las referencias de la colección Chronomaster vemos reproducciones fieles de algunas de las referencias más emblemáticas de Zenith de los años 60 y 70, designadas como “Original” o “Revival”.

Pero también da cabida a relojes ultramodernos con las versiones más recientes del calibre, las que son capaces de indicar décimas de segundo. Entre estas referencias están los modelos “Open” y “Sport”, siendo estos últimos los que nos atañen en la entrada de hoy.

Con ello, la colección Chronomaster tiende un puente entre el pasado y el presente de este emblemático calibre, el único que perdura desde 1969, cuando aparecieron los primeros calibres de este tipo.

La versión Sport fue introducida por la marca a principios del año pasado. En un principio llamó mucho la atención su aparente similitud con el Rolex Daytona, indudablemente motivado por su nuevo bisel cerámico. Tampoco quiero entrar en este debate en exceso, ya que me parece algo estéril. Efectivamente, tiene un aire, pero ¿qué no está inventado en esto de los relojes? Más tarde o temprano, Zenith iba a adoptar este material “premium” para sus biseles. Además, en los detalles, los dos relojes no se parecen en nada. Por último, “El Primero” nunca ha usado un calibre de Rolex, mientras que Rolex resucitó el Daytona en 1988 equipándolo con el movimiento de Zenith.

Y más allá de los comentarios de los medios especializados, YouTubers, influencers y aficionados, el Zenith Chronomaster Sport tiene más que suficientes méritos propios. ¿Cómo, si no, fue galardonado en la categoría Chronograph del Grand Prix d’Horlogerie de Genève del año pasado?

Personalmente me parecen bastante evidentes los motivos del triunfo comercial de este reloj: aúna todo lo que representa “El Primero” en términos de narrativa con un aspecto moderno y refrescante, ofreciendo un “look” deportivo que está extremadamente bien logrado. Reúne historia, prestaciones e imagen, la combinación perfecta para entusiasmar a los aficionados a los relojes.

A la narrativa y el diseño debemos añadir que el Chronomaster Sport se podía adquirir de inmediato, fenómeno que no suele ser habitual con los relojes “sport” de Rolex, por ejemplo. Aunque para ser totalmente justos, también es cierto que muchas de las referencias del Chronomaster están agotadas en la actualidad, ya que Zenith, como muchas otras marcas, está sufriendo los estragos causados por los bien conocidos problemas de las cadenas de suministro globales.

Bueno, ya es hora de ver esta versión…

De las nuevas referencias lanzadas durante el reciente Watches & Wonders, destaca la “Boutique Edition”. Es un poco diferente a las versiones normales, capturando el tema azul profundo, gris oscuro y gris claro de las subesferas, expandiéndolo hasta el bisel mismo. Combinado con su esfera plateada, resulta un conjunto bastante dramático, llamando mucho la atención.

El reloj repite la misma caja de acero inoxidable que usan los Chronomaster Sport “normales”: 41 mm de diámetro x 13,6 mm de grosor. Cuenta con una longitud muy versátil de 46,8 mm. Por último, vemos unos muy bien proporcionados 20 mm entre las asas. Es un reloj que sentará bien en muchos tamaños de muñeca. No es común conseguir esto en un cronógrafo y me parece un gran logro de la marca.

El acabado de la caja combina pulidos y cepillados. Es un patrón que también vemos en el brazalete. Leo que recuerda los brazaletes históricos diseñados por Gay Frères que usaba la marca en sus modelos de la década de 1960, aunque no tengo experiencia personal de los mismos.

El bisel cerámico de tres piezas es un elemento muy destacable del reloj. Se observa una línea muy bien definida entre cada una de las zonas. Está elaborado de tres biseles distintos, que se cortan a medida para crear el bisel multicolor. El efecto es muy atractivo en persona y las uniones no se notan para nada al tacto.

Está grabado con una escala de cronógrafo de 1/10 de segundo. Veremos su utilidad y lo que supone en términos de uso un poco más abajo.

El reloj cuenta con una esfera tricolor, un rasgo definitorio del cronógrafo “El Primero” desde 1969.

La base en este caso es plateada con efecto rayos de sol, rodeando los subregistros cuyos colores repiten los de los distintos segmentos del bisel.

Profundizando en los detalles de la esfera queda patente que la mayoría de los elementos clásicos de “El Primero” están presentes.

Vemos bloques rodiados y facetados, de menor tamaño a las 3, 6 y 9 h para dar cabida a los subdiales. La fecha se presenta discretamente a las 4:30 h, a través de una abertura rectangular con bordes redondeados. Las subesferas están empotradas y se superponen suavemente entre sí. Están acabadas con una textura de surcos concéntricos, apenas visible salvo bajo magnificación. Las manecillas, también rodiadas, llevan una fina tira de Super-LumiNova. La trotadora (en realidad es una “manecilla de 1/10 de segundo”) presenta un contrapeso en forma de estrella y una punta roja.

Fuente: https://www.instagram.com/p/CeIw6VWLfuZ/

La trotadora central y las subesferas cumplen una función ligeramente diferente a la que vemos en la configuración estándar del “El Primero”. Al accionar el cronógrafo, la trotadora central completa una vuelta cada 10 segundos, no los habituales 60. De ahí la escala en el bisel con los marcadores de décimas de segundo. En paralelo, el subregistro de las 3 h totaliza los segundos, completando una revolución cada minuto (habitualmente sería dónde encontraríamos el totalizador de minutos). En la subesfera de las 6 h (tradicionalmente utilizada para totalizar las horas) se contabilizan los minutos transcurridos, hasta un máximo de 60. Por último, el subdial de las 9 h indica los segundos permanentes del reloj.

El efecto de la trotadora girando a gran velocidad es hipnótico. Os desafío a no mirarla… Y una vez que paramos el contador, nos indica el tiempo transcurrido en minutos, segundos y décimas de segundo. Su función queda clara: cronometrar con alta precisión, por ejemplo, en eventos deportivos.

¿Qué sacrifica esta nueva configuración? Obviamente la escala de las décimas de segundo en el bisel sustituye la tradicional escala taquimétrica, así que no podremos calcular velocidades en función de la distancia recorrida. Además, nos limita a cronometrar eventos de menos de una hora. Dicho esto, si estas facetas son importantes para vosotros, Zenith cuenta con numerosos modelos que las ofrecen.

Pero a modo de resumen, la esfera en conjunto es muy “Zenith”. A mi ver no se parece en nada al Rolex Daytona (y tengo uno). ¿Queda claro lo que pienso?

El reloj equipa el calibre manufactura Zenith 3600, la última iteración del legendario “El Primero”. Si os soy sincero, me impresiona mucho pensar que es la culminación de más de 50 años de innovación.

Cómo no, sigue siendo un calibre cronográfico de alta frecuencia (36.000 vph o 5 Hz). Esta versión está fabricada de 311 componentes, cuenta con 35 rubíes y ofrece una reserva de marcha de 60 horas.

La trasera de exhibición nos ofrece una vista perfecta del calibre.

El reloj brinda 100 m de resistencia al agua, una cifra nada desdeñable para un cronógrafo..

Habiendo resistido la prueba del tiempo, “El Primero” sigue siendo el movimiento de cronógrafo automático más famoso del mundo y para muchos entusiastas de los relojes es y siempre será “el primero”.

El Chronomaster Sport “Boutique Edition” se ofrece por un precio oficial de €11.700. Representa €1.000 más que la versión normal con brazalete (y €1.400 más de elegirse con la correa de caucho con efecto Cordura). Aunque en la actualidad está agotado a través del canal de venta directa del fabricante, no me queda la menor dudad que será el “reloj a tener” de este año.