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Un Genio Llamado Helmut Sinn. Parte III: Su Obra

@javierreloj

Los relojes Sinn han sido una de las referencias para los pilotos durante décadas. Sus cronógrafos, en particular, su punta de lanza, ya que reunían tres características indispensables: eran funcionales, eran de muy buena calidad y ofrecían muy buena legibilidad. Esto no era producto de una mera coincidencia, como veremos en este capítulo.

Durante la década de los años 50, antes de la fundación de la empresa Sinn-Spezialuhren, Helmut Sinn empieza a hacer bocetos sobre las modificaciones que él haría a los relojes del sector aeronáutico que existían en aquel momento, influenciado, claro está, por su propia experiencia aeronáutica.

En breve, empieza a diseñar relojes y los mandaba a fabricar con su nombre a Guinand, una empresa suiza ubicada en Les Brenets con mucha experiencia en cronógrafos (más adelante ampliaremos sobre este tópico). Por esto yo considero que es apropiado decir que Helmut Sinn empieza a vender los primeros relojes que llevan su “ADN” a partir de 1953, es decir anteriormente al establecimiento de la empresa que lleva su nombre. En la imagen inferior mostramos publicidad de esta época.

En un estudio comparativo, es evidente que su atención inicial se centró sobre los relojes Junghans que equipaban los aviones del ejército del aire alemán. Empieza a hacer modificaciones, como podemos ver en las imágenes inferiores. En la imagen de la izquierda (superior en móviles) podemos ver un reloj de cabina para vuelos sin visibilidad, en concreto el Junghans Bo-Uk-1 FL23885 Blindfluguhr, de 1943. En la imagen de la derecha (inferior en móviles) vemos el Sinn NaBo 16. Esta reinterpretación del reloj de cabina de Junghans se hizo con vistas a mejorar su legibilidad y, por lo tanto, su funcionalidad.

Además, utilizó el calibre Valjoux VJ5 en el reloj de cabina, modernizando así los anteriores.

También es de notar que este reloj obtuvo una gran acogida en el mundo de los automóviles de competición.

El éxito de sus diseños llega en 1960, cuando resulta ganador de un concurso internacional (compitiendo contra la gran Junghans, entre otros) para equipar los relojes de cabina para la Fuerza Aérea del Bundeswehr. Hoy en día, todavía quedan algunos aviones de combate de la época (Starfighter, Alpha Jet, y Tornado) que portan esos relojes en sus cabinas, concretamente el Sinn NaBo 17 ZM.

1961: Se Establece Sinn-Spezialuhren

Con toda esta experiencia, Helmut Sinn dio un paso adelante y en el año 1961 funda oficialmente la empresa de relojes Sinn-Spezialuhren.

El mismo concepto de alta legibilidad que requerían los relojes de cabina lo trasladó a los relojes de pulsera, y el éxito de los relojes Sinn fue casi inmediato entre los pilotos profesionales. Las características esferas negras con grandes números y sus agujas blancas hacían de ellos muy buenas herramientas.

Sus relojes de piloto (producidos por un expiloto, con carácter aventurero, participante en carreras automovilísticas, etc.) llamaron mucho la atención en los medios escritos y audiovisuales de todo el mundo. Como dato curioso, su éxito fue prominente en Japón, encontrando allí auténticos devotos de la marca Sinn (si os metéis en páginas de ventas de relojes de segunda mano japonesas, os sorprenderá la cantidad de ellos que se encuentran por allí).

El público quería estos relojes y Helmut Sinn necesitaba canales para su venta. Por ello, empezó a hablar con distribuidores. Aquí llega un momento muy importe en la historia de Sinn. Los vendedores de relojes le pedían mayores rebajas (de aproximadamente un 33%) para llevar la marca, y mantener stock. Esta cifra que se quedaban los distribuidores le escandalizó, ya que suponía que no podría cumplir con su principio de “relojes de máxima calidad al mejor precio posible”. En su opinión, los distribuidores estaban generando un sobreprecio de los relojes, innecesario y que no repercutía en un aumento de calidad de los mismos.

Ante esto, Helmut Sinn toma la firme decisión de vender directamente al público a precios muy competitivos, sin intermediarios y dejando la publicidad de sus relojes en manos del “boca en boca” de sus clientes. Recibía los pedidos por carta o por teléfono, y por sorprendente que resulte, el éxito de ventas manteniendo esa política fue total.

En los años 60, Helmut Sinn también estuvo involucrado en el mundo del motor, siendo especialmente relevante su participación en el mundo de la F1. Helmut Sinn vivió en directo la época del gran Fangio y su Maserati. En esa época, en colaboración con el mítico Jack Heuer, salió una edición especial del cronómetro Sinn/Heuer Rally, una pieza muy valorada, y todavía más difícil de encontrar, ya que solo se fabricaron unas 400 unidades.

La colaboración con Heuer, sin embargo, se truncó bastante pronto. Heuer había negociado un permiso para desarrollar y vender conjuntamente algunas unidades. Sin embargo, Helmut Sinn firmó estos cronómetros con el logotipo de Sinn, y los vendió en las pistas de competición y directamente desde su tienda en Frankfurt, aunque tan solo a sus mejores clientes. Esto ya supuso un contratiempo en las relaciones con Heuer. Éstas, se terminaron de romper definitivamente tras la adquisición de Leonidas por parte de Heuer en 1964.

Tras esta adquisición, en 1967, Heuer-Leonidas lanza un nuevo reloj militar, el Der Bundeswehr, que se fabrica sobre la herencia militar de Leonidas, pero con el logotipo de Heuer. El Der Bundeswehr viene en una caja grande, de 43 mm, y lleva un movimiento Valjoux 220, de cuerda manual. Como ya hemos remarcado más arriba, el Bundeswehr también juega un papel clave en los orígenes de Sinn. Además, cuando Helmut Sinn obtuvo un contrato para suministrar relojes al ejército alemán a finales de los años 60, se decidió por suministrarlo en cajas idénticas a las del modelo de Heuer, y Jack Heuer consideró esto como una gran traición y rompió toda relación con Helmut Sinn. Si comparáis los relojes en las imágenes inferiores podréis entender el comprensible enfado de Heuer.

Vamos a ver ahora, de manera cronológica, algunos acontecimientos importantes de la marca Sinn a partir de los años 70.

1979: Compra De Los Derechos Del Breitling Navitimer

En los años 70, la crisis del cuarzo lleva a muchas empresas de relojería tradicional a cerrar. Una de ellas fue Breitling. En los años 60, Helmut Sinn era de la opinión de que los relojes de Breitling no eran especialmente prácticos y que su lectura era complicada para los pilotos. Aún así, era capaz de apreciar la gran popularidad del Breitling Navitimer. Por tanto, no desaprovechó la ocasión de comprar los derechos de uso de la regla logarítmica, el utillaje para fabricar el Navitimer y la fornitura original que Breitling utilizó en la fabricación de estos relojes. Los primeros Sinn 903 podrían haber sido Navitimers con la esfera cambiada y la tapa regrabada con el logo de Sinn. En su interior conservaban el calibre Valjoux 7740, incluido el grabado “BREITLING WATCH Ltd. SWISS”. Estas piezas son especialmente apreciadas por coleccionistas por ser muy escasas.

Con el paso del tiempo, y el resucitar de Breitling, estas dos piezas han ido distanciándose, aunque los parecidos siguen siendo evidentes. Dicho esto, siempre surge la cuestión de por qué tenía la necesidad Helmut Sinn de comprar, y no de innovar. La respuesta es que Helmut Sinn siempre buscaba producir relojes prácticos. Con la compra, Sinn se ahorró los costes de diseño y los de inversión en la capacidad de manufactura, permitiendo que el Sinn 903 se vendiese a un precio considerablemente más modesto que el Navitimer.

1985: Primer Reloj Automático De Dotación Para Una Misión Espacial

El primer reloj automático de dotación en el espacio fue el Sinn Chronograph 142. Durante la misión Spacelab D1, el físico y astronauta Dr. Reinhard Furrer demostró por primera vez que los relojes automáticos Sinn también funcionaban en gravedad cero. Sin embargo, cabe recordar que el capitán William Pogue llevó su SEIKO 6139, un crono automático, al espacio 11 años antes, en la misión Skylab 4, aunque esta pieza era un atrezo personal, no un reloj de la misión.

En 1992, durante la misión Mir-92, el astronauta Klaus-Dietrich Flade llevó un 142 S. También en 1993, durante la segunda misión alemana al Spacelab D-2, el 142 S acompañó a la tripulación durante sus 10 días de misión en el espacio. El reloj recorrió 6,7 ​​millones de kilómetros y orbitó la tierra 160 veces a bordo del transbordador espacial Columbia de la NASA.

1992: Apoyo A La Creación De Bell & Ross

En 1992, Helmut Sinn dio su apoyo a Bruno Bellamich y a Carlos Rosillo para lanzar los primeros relojes Bell & Ross. Helmut Sinn consideraba sus diseños muy extravagantes, pero a la vez diferentes a lo existente en el mercado en aquella época. Como eran relojes de inspiración aeronáutica, que era su gran pasión, se decidió a ayudarlos. Produjo algunos de los modelos iniciales bajo el nombre de Bell & Ross by Sinn, especialmente dedicados al mercado francés, en el que querían abrirse conjuntamente, aunque Helmut Sinn eventualmente abandono este proyecto.

Sin embargo, y al contrario de su aventura con Jack Heuer, en este caso la relación se mantuvo cordial a lo largo de los años. En el año 2012, Carlos Rosillo, fundador de la marca, fue galardonado con la orden “Caballero de la Legión de Honor” en el Domo des Invalides de París. En su discurso, expresó gratitud hacia Helmut Sinn por haber sido uno de los padres fundadores de la marca.

1994: Helmut Sinn Vende Su Compañía

En 1994, Helmut Sinn, enfermo del corazón y con casi con 80 años, vende la compañía a Lothar Schmidt. En términos tecnológicos, la venta supone el comienzo de una nueva era para Sinn, que discutiremos en el siguiente (y último) capítulo de esta serie. Por otro lado, también supone un antes y un después en la filosofía de la marca, diluyéndose la original que estaba tan estrechamente vinculada con la personalidad de Helmut Sinn

1995: Helmut Sinn Compra Guinand

En 1995, con renovadas fuerzas, Helmut Sinn compra las acciones de Guinand SA de la familia Guinand, y al año siguiente fundó la sociedad Jubilar Uhren Inh. Helmut Sinn. Ya hablamos de la relación Sinn-Guinand en la primera entrada de esta serie, pero vamos a ampliarlo en esta.

Cuando Helmut Sinn toma las riendas de Guinand en 1995, la nueva estrategia comercial de la compañía se forjará con la filosofía de Sinn: “la calidad es una prioridad y ésta su mejor publicidad”. Se estableció un pequeño equipo de dirección y se adoptó el lema “So perfekt wie möglich, aber nur so teuer wie nötig”, que significa “Tan perfecto como sea posible, sólo tan caro como sea necesario”.

Con esta filosofía, la compañía reflota de nuevo, con un modelo de negocio que se vuelve a basar en la venta directa, pudiendo mantener así los precios bajos. Sólo vendía sus productos desde su sede en Frankfurt am Main y aceptaba pedidos por carta y por teléfono (cuentan algunos que incluso respondían a los correos electrónicos, que a mediados de los años 90 seguían siendo una gran novedad).

Helmut Sinn siempre contó con la simpatía y el reconocimiento de muchos aficionados que lo siguieron en esta renovada aventura empresarial. Se hizo famoso el comentario que decía que “si quieres comprarte un reloj Sinn, tienes que comprarte un Guinand”.

Como anécdota, me gustaría enseñaros el reloj del que Helmut Sinn se sentía más orgulloso de su etapa al mando de Guinand, el impresionante Guinand WZU-5, equipado con un solo calibre base Unitas 6497-1 y que es capaz de mostrar hasta cinco zonas horarias.

Terminamos este periplo con este interesante vídeo sobre su periodo al mando de Jubilar Uhren Inh. Helmut Sinn .

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8 comentarios en «Un Genio Llamado Helmut Sinn. Parte III: Su Obra»

    1. javierreloj

      Buenas.
      Disculpa por no contestarme antes. No te pudo contestar de forma exacta pero su darte una idea.
      Los de Helmut son hasta el 94 por lo que son los modelos 103 cronógrafo piloto de toda la vida (la nuevas marca ha sacado hasta 12 versiones de este modelo), los cronógrafos espaciales 140 y 142, los cronógrafos militares 156, el 157 y el 903 navitimer. Quizás hay algún modelo más pero lo desconozco y lo he investigado.
      Todos los que tienen las tecnologías que podrás leer en la parte IV no son de Helmut (el diseño de la esfera de los modelos tradicionales si pero el resto no es nada suyo), tampoco los de la gama de EZM (misiones especiales), la gama sub U tampoco ni las serie 9000.
      Por desgracias de aquella época se venden muy pocos y son bastante caros por el mero hecho de ser de Helmut.

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